Veintiséis casos de Newcastle virulenta, en pollos de corral de traspatio, han sido confirmados en el área del Sur de California por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, USDA. Casi todos los casos están localizados en el condado de San Bernardino, a excepción del primer caso reportado, a mediados de mayo pasado, en el condado de Los Ángeles. A la fecha, no reportan casos de la enfermedad en pollos de crianza comercial.
“La enfermedad de Newcastle es una de las enfermedades más importantes en producción avícola y en producción de aves de patio en general o en aves comerciales, junto con la enfermedad de influenza aviar es causada por un virus y por eso no tiene cura y es difícil de controlar y prevenir,” indica Rodrigo Gallardo profesor asistente de la Facultad de Medicina y Veterinaria de la Universidad de California en Davis.
English Summary: 26 confirmed cases of Virulent Newcastle Disease (VND) most of them have been reported in San Bernardino county, only one in Los Angeles county according to the US Department of Agriculture. |
Newcastle virulenta es una enfermedad viral peligrosa para todas las aves, es altamente contagiosa y mortal. No hay cura efectiva.
“Usualmente comienza como una enfermedad respiratoria que produce conjuntivitis, tos y posteriormente se hace sistémica, afectando diferentes sistemas del cuerpo del pollo en general, produciendo diarrea. Muchos de estos pollos mueren entre el 80 por ciento hasta 100 por ciento del lote pueden morir, y los que se recuperan habitualmente comienzan con signos nerviosos, empiezan a dar vueltas en círculos o muestran tortícolis,” enfatiza Gallardo.
Todas las aves domésticas y silvestres son susceptible al virus, sin embargo, los pollos están en mayor riesgo mientras que patos y gansos suelen ser más resistentes. Es importante que los dueños de todo tipo de aves se mantengan alertas, porque algunas especies muestran pocos síntomas, pero pueden transmitir el virus.
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El virus se puede transmitir fácilmente desde aves infectadas a través de excremento, excreciones respiratorias o cualquier equipo, ropa o elemento que haya estado en contacto con aves infectadas.
El primer caso de Newcastle virulenta se detectó, el 18 de mayo pasado, entre pollos de crianza doméstica, en una casa en el condado de Los Ángeles y fue confirmado por la Facultad de Medicina y Veterinaria de la Universidad de Davis, luego que un practicante envió a los laboratorios de esa universidad a un pollo enfermo para su examinación.
Un reporte de UC Davis, indica que la enfermedad de Newcastle virulenta se diagnosticó por primera vez en California en 1950, en faisanes importados de Hong Kong, en el condado de Contra Costa, pero se eliminó rápidamente. Otro brote catastrófico ocurrió de 1971 a 1973 en granjas avícolas en California, cuando la baja seguridad en instalaciones de un importador permitió el contacto entre pericos importados de Suramérica y una granja de pollos vecina. La enfermedad se erradicó tras medidas estrictas de bioseguridad. Ocho condados del sur de California fueron puestos en cuarentena y 11.9 millones de aves fueron sacrificadas.
Newcastle es una enfermedad exótica en los Estados Unidos, es decir no se encuentra en este país y cuando esto ocurre está relacionada con la importación ilegal. “Habitualmente viene de países que son endémicos de esta enfermedad, por ejemplo, ciertos países de Centroamérica, Suramérica, Asia y África y particularmente ingresa a países libres producto de la comercialización de productos avícolas o de aves de manera ilegal,” sostiene Gallardo.
Advierte que todo brote de enfermedad genera grandes pérdidas y muchos problemas en temas de comercialización, puesto que se crea una barrera arancelaria y las operaciones comerciales se paralizan como medida preventiva. Sin embargo; Newcastle no es un peligro para la seguridad alimentaria y solo en casos muy raros las personas que están en contacto con aves pueden infectarse. En los humanos los síntomas son mínimos se limitan a inflamación ocular y malestares parecidos a la fiebre.
Las autoridades sanitarias están solicitando a los dueños de aves domésticas que se mantengan alertas, y para proteger a sus animales, pongan cuidado en la higiene para evitar que el virus se propague.
¿Cómo ayudar a prevenir?
- Lavarse muy bien las manos después de entrar a un área donde se encuentran los pollos o aves.
- Usar ropa y zapatos especiales para trabajar en el área donde se encuentran los pollos y no usarlos fuera de esa área.
- Lavar con desinfectante el equipo usado con las aves antes de sacarlo de la propiedad y
- No usar equipo prestado con sus aves, ni comprar equipo usado.
- Usar agua limpia en bebederos y comederos limpios y mantenerlos separados de las aves silvestres.
Además, la Oficina de Extensión Cooperativa y la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California en Davis está recomendando que, si compra aves de criadores extranjeros las adquiera de proveedores certificados y autorizados para su importación legal.
Cuando adquiera aves en criadores ubicados en el país, asegúrese que el criador pertenezca al programa nacional de mejora de aves de corral (NPIP) y verifique que las aves estén saludables, esto mediante un certificado emitido por un veterinario.
Aún cuando la higiene es la mejor manera de prevención, también hay vacunas disponibles. Si decide usar vacunas recuerde que está en una zona de riesgo y cerca de casos de vNDV), elija vacunas vivas autorizadas para su uso en el país. Las vacunas de las cepas LaSota y B1 son las de elección. Estas vacunas deben administrarse en un programa de vacunación, al menos dos veces por año, y dentro de un lote que cumpla con las medidas de bioseguridad mínimas.
Las vacunas deben aplicarse de manera individual, gota ocular, y deben ser dosificadas adecuadamente. Siga las instrucciones de la vacuna y contacte a su veterinario para más información.
La vacunación no sustituye una buena bioseguridad, por que la mejor prevención es la higiene.
Por último, si sospecha que tiene aves enfermas contacte al Departamento de Agricultura de Si tiene más preguntas o comentarios llame a la oficina de Extensión Cooperativa o la Facultad de Medicina Veterinaria al 530-219-1407 o bien envíe un correo electrónico a ragallardo@ucdavis.edu, el Dr. Rodrigo Gallardo contestará sus preguntas.