- Author: Norma De la Vega
A fin de combatir las disparidades sociales que estorban en el aprendizaje y desarrollo de los niños, California extiende permanentemente, a partir del próximo año escolar 2022-2023, el Programa Universal de Comidas Escolares.
Al ofrecer 2 de 3 comidas al día gratis a todos los niños en las escuelas, los estudiantes tendrán una alimentación adecuada que les ayudará aprender y alcanzar su potencial y el Instituto de Políticas de Nutrición, NPI, estará a cargo de ejecutar un estudio para evaluar sobre la marcha el enorme reto logístico que esto implica para las escuelas y deberá buscar soluciones prácticas a los problemas que se presenten sobre la marcha.
“Va a ser un desafío para las escuelas el tener un aumento tan grande de estudiantes que estarán participando en el programa” sostiene Mónica Daniela Zuercher, experta de nutrición de NPI, la unidad de investigación la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California.
En una economía difícil, cuando la inseguridad alimentaria alcanza niveles inimaginables, finalmente se adopta, un viejo anhelo de las expertas de nutrición: ofrecer alimentos saludables a todos los estudiantes.
“Tenemos que pensar a largo plazo, al tener niños saludables tendremos adultos saludables, entonces habrá un ahorro en medicinas. Pero además está la parte cognitiva y de desarrollo, ¿cómo esperamos que aprenda un niño en la escuela si tiene hambre o sí está cansado?” señala la experta.
De manera permanente, alrededor de 6 millones de estudiantes en todo el estado podrán obtener los beneficios del Programa Universal sin formularios y sin preguntas molestas y los más beneficiados serán los latinos, porque son mayoría en las escuelas, representan 55 por cientos y son el grupo con más desventajas económicas junto con los afroamericanos.
Habrá estudiantes bien alimentados, padres menos estresados y a largo plazo, California obtendrá ahorros en la salud, toda vez que desde temprana edad los niños aprenderán a preferir los alimentos saludables previniendo problemas de salud como obesidad, diabetes y enfermedades crónicas.
En el 2010 ocurrió una revolución en las cafeterías escolares con el establecimiento de la Ley Niños Saludables y Sin Hambre Healhty Hunger-Free Kids Act. A partir de entonces se sirven en las cafeterías escolares, más frutas, verduras y granos integrales, menos grasas, sodio, azucares y se han ido eliminado las bebidas azucaradas.
California, es el primer estado en implementar las comidas gratis permanentemente. Se trata de un proceso logístico complejo que debe ser evaluado por expertos, y por esa razón NPI recibió fondos por 2.4 millones de dólares, para llevar a cabo un seguimiento, que durará 4 años, para identificar problemas y emitir soluciones con celeridad durante todo este periodo.
“Es un estudio muy emocionante porque evalúa diferentes etapas, desde inició como una medida por el Covid-19 hasta el desafío que va a ser para las escuelas el tener un aumento tan grande de estudiantes que estarán participando en el programa. Entonces vamos a captar el reto que tuvieron (las escuelas) para adaptarse durante la pandemia misma y los problemas que irán surgiendo en la marcha” explica Zuercher.
Esta investigación se ejecutará junto con representantes del Departamento de Educación de California y con todos los involucrados en el proceso: responsables de los servicios de alimentos en las escuelas, los padres de familia y estudiantes.
Las encuestas que forman parte del estudio, se han planeado en base a las necesidades de la población escolar, por lo que se están implementando en inglés y español para reflejar las inquietudes y opiniones de los latinos.
He aquí algunos de los resultados preliminares que por ahora solo incluyen opiniones de los directores de servicios de alimentos en las escuelas:
- Los trabajadores de las cafeterías hicieron un trabajo increíble durante la crisis de la pandemia para adaptar las comidas escolares que se servían en las escuelas, en comidas para llevar. Ellos sortearon con éxito todo tipo de cambios imprevistos por la falta de trabajadores y los retos en el suministro de alimentos.
- Ofrecer las comidas escolares para todos los estudiantes permitió disminuir la inseguridad alimentaria entre los estudiantes durante la emergencia de Covid-19.
- Aumentó el número de estudiantes que participan en las comidas escolares.
- Disminuyó la deuda de los padres de familia cuyos hijos no recibían comidas escolares subsidiadas. Un beneficio tanto para las escuelas como para las familias.
- Hubo una ligera reducción en el estigma que prevalece sobre los alimentos escolares.
Las comidas escolares han sido un elemento básico en la lucha contra la inseguridad alimentaria, pero han generado conflicto y presión social dentro de las escuelas. Alrededor de los alimentos gratis hay sentimientos de culpa, rechazo y vergüenza.
Zuercher enfatiza que en la memoria de muchos padres y estudiantes persisten la idea, equivocada, de que los alimentos escolares son comida chatarra o comidas de pobres.
“Hemos escuchado tanto de directores de alimentos como de algunos padres de familia que aún prevalece la vieja idea de que las comidas escolares no son saludables. Es una asociación comida escolar no es saludable, no es comida fresca, no es recién hecha”, sostiene Zuercher.
La hipótesis de los expertos es que al extender las comidas escolares gratis a todos los estudiantes también se podrá eliminar el conflicto y la presión social que estas generan y eso es algo que el tiempo podrá corroborar.
In English
Cuando terminan las clases, muchos niños que viven en la pobreza no tienen accesoa comidas nutritivas como las que les sirven en las escuelas como parte del programa de almuerzos gratuitos o a costo reducido.
El Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC del condado de Sacramento (Expanded Food and Nutrition Education Program), conocido por sus siglas en inglés como EFNEP, se unió a una coalición que promueve el programa de comidas de verano que tiene como objetivo servir un millón de comidas durante el verano del 2018.
La coalición fue formada por el senador estatal Richard Pan, quien invitó a los estudiantes de Sacramento a un día de campo en el Capitolio Estatal el pasado 22 de mayo, durante el cual lanzó el programa denominado “Un millón de comidas de verano.”
“En el condado de Sacramento se sirven en promedio 1.9 millones de almuerzos gratuitos o a precio reducido al mes, mientras las escuelas se encuentran en sesión”, manifestó el senador Pan. “Para muchos de estos niños, las comidas escolares son su primera fuente de alimentación”.
Durante el verano, el número de almuerzos que se sirven se reduce a menos del 10 por ciento en comparación con los que sirven durante todo el año escolar.
“Durante los últimos dos años, mi oficina ha trabajado con un número creciente de organizaciones para ayudar a reducir esta brecha en la nutrición infantil”, indicó el senador.
Durante el día de campo, el senador Pan, quien es pediatra, les recordó a los niños que comer de manera saludable durante el verano les ayudará a estar listos para aprender cuando las clases empiecen de nuevo.
El senador Pan dijo que Kim Frinzel, directora asociada de la división de servicios de nutrición del Departamento de Educación de California, encabeza el esfuerzo de establecer suficientes sitios para servir las comidas y motivar a los niños aque asistan.
“Ustedes obtienen magníficos alimentos y pueden juntarse con sus amigos y participar en actividades divertidas. Aplaudan si es que nos van a ayudar a servir un millón de comidas,” dijo Frinzel a los estudiantes.
Vanessa Kenyon, supervisora del progama EFNEP para los condados de Sacramento y San Joaquín, mencionó que el EFNEP ofrecerá capacitación en educación sobre nutrición a los aprendices de enfermería de la Universidad Samuel Merritt.
“Las comidas de verano se sirven en 140 sitios en el condado de Sacramento. Si los niños se quedan después de comer pueden participar en programas de enriquecimiento. Los estudiantes de enfermería cumplirán con una porción de sus horas de servicio al compartir recursos de educación sobre nutrición y actividades en los sitios donde se sirven las comidas”, indicó Kenyon.
El programa EFNEP de UC, el cual sirve a 24 condados en California, ayuda a que las familias de recursos limitados obtengan el conocimiento y destrezas para elegir dietas nutritivas y mejorar su bienestar.
United Way de California de la regióncapitalinaencabeza la coalición decomunidades,negocios yempresasqueapoyan elprograma “Un millón decomidas deverano” en elcondado de Sacramento.



- Author: Myriam Grajales-Hall
A medida que los ponentes explicaban que la comida en cafeterías escolares está contribuyendo a la creciente epidemia de obesidad entre los niños, me dejé escurrir en mi silla y me trasladé a mis años en la preparatoria. En el descanso de las 10:20 am, era usual que me encontraran haciendo cola en la cafetería para pedir una malteada de chocolate y una bolsa de Doritos de queso. Todos los días.
Michael Pollan, profesor de UC Berkeley y otros, argumentan que la política agrícola es culpable de nuestra corpulencia. Muchos se refieren a un estudio del 2002 del Departamento de Agricultura de EE. UU (2002 USDA-ERS study) que indica que los estadounidenses comieron un 12 por ciento más de alimentos (300 calorías) en el 2000 de lo que consumieron en 1985, y se señala que el gobierno federal subvenciona ingredientes comunes usados en botanas, como maíz, trigo, frijol soya y arroz, haciendo que sean más económicos y estén más disponibles para los consumidores.
Pero los economistas de la UC Julian Alston y Dan Sumner, quienes analizaron el nexo entre las políticas agrícolas y la obesidad, no están de acuerdo.
"Los precios que se pagan a los agricultores son una pequeña parte de los precios de venta así que aunque los subsidios hagan que los precios agrícolas bajen y esta rebaja pasa a los consumidores, el impacto en los precios de venta sería muy poco", me dijo Sumner. "Además, para algunos productos importantes, como lácteos y azúcar, las políticas agrícolas aumentan los precios."
Se están estableciendo normas para encaminarnos a opciones más saludables. Por ejemplo, las escuelas en California no pueden vender bebidas gaseosas. En mi adolescencia, tenía acceso ilimitado a las sodas. Ahora como persona adulta, evito las gaseosas. Es difícil saber si mi preferencia en cuanto a bebidas cambió debido a mi educación o simplemente por ser una persona quisquillosa al comer; pero informar a los consumidores puede influir en sus selecciones alimenticias.
La nueva ley que exige que los menús incluyan las calorías ha tenido un efecto moderado en la compra de productos, pero a lo largo de un año, podría prevenir que una persona aumente entre 4 a 8 libras, indicó Gail Woodward-Lopez, codirectora del Centro para el Estudio del Peso y la Salud en UC Berkeley.
Lucia Kaiser, especialista en nutrición en UC Davis, señala que los consumidores de bajos recursos comprarían frutas y verduras frescas si tuvieran un incentivo. En un proyecto piloto en Los Ángeles, se les dio $40 a madres para que compraran frutas y verduras. El estudio halló que, 6 meses después, las mujeres continuaban consumiendo más frutas y verduras.
A casi todos los niños que asisten a escuelas públicas se les brinda almuerzos escolares. Muchas escuelas en California han iniciado programas para llevar alimentos de las granjas a las escuelas, trabajando con agricultores locales para ofrecer a los estudiantes barras de ensaladas frescas. Estudios previos de la UC han mostrado que si se les da a los estudiantes la opción de frutas y verduras frescas, se las comerán.
“Unir la política con la educación es la manera de hacerlo,” señala Woodward-López.
A pesar de mi constante dieta de comida chatarra en mi adolescencia, mi peso no alcanzó triple dígitos sino hasta mediados de mi tercera década. Ahora hago ejercicio, me abstengo de comer chips y malteadas y como muchas frutas y verduras frescas, pero he engordado. ¿De quién es la culpa?
Las presentaciones de Alston, Woodward-López, Kaiser y otros ponentes en la conferencia sobre política agrícola y obesidad se pueden ver en http://aic.ucdavis.edu/obesity/index.htm.
Preparado por Pam Kan-Rice
Adaptado al español por Myriam Grajales-Hall
