- Author: Alberto Hauffen
En la temporada invernal se reportan unas 200,000 hospitalizaciones en Estados Unidos a causa de contagios con virus y bacterias. Según una científica de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, un gran número de ellas podrían evitarse con una simple pero vital medida; lavarse bien las manos.
“Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que la medida más básica e importante que la gente puede seguir para prevenir enfermedades es lavarse muy bien las manos y con mayor frecuencia”, sostiene Christine Bruhn, especialista en seguridad alimentaria de Extensión Cooperativa de la UC.
La científica hace notar que los niños son los más propensos a los contagios con patógenos que pueden poner en peligro la salud, incluidos los que causan la influenza, o gripe.
Los CDC calculan que alrededor de 36,000 personas mueren anualmente en Estados Unidos por complicaciones de esas enfermedades respiratorias. A nivel mundial, el lavado de manos, realizado adecuadamente, podría reducir en gran medida las enfermedades gastrointestinales; se calcula que cada año más de 3.5 millones de niños menores de 5 años mueren a causa de contagios diarreicos y neumonía.
Aunque se ha incrementado la práctica de limpiarse las manos con agua, los organismos internacionales de salud señalan que pocas personas usan suficiente jabón o el tiempo necesario para eliminar gérmenes causantes de enfermedades. Eso motivó a declarar el Día Mundial del Lavado de Manos que se observa el 15 de octubre desde el 2008, especialmente en las escuelas.
En sus campañas, los CDC, el organismo federal estadounidense a cargo de la protección de la salud también señala al lavado de manos como una importante medida preventiva, como enfatiza Bruhn.
“Ayuda a proteger a su familia no sólo de los resfriados o influenza típicos de esta temporada, sino contra todo tipo de enfermedades causadas por la contaminación bacterial”, afirma Bruhn, del Centro de Ciencias y Tecnología de los Alimentos, de la UC en Davis.
Bruhn y sus colegas constantemente buscan maneras de evitar la contaminación bacterial en la cadena alimenticia, desde los campos de cultivo hasta la mesa del consumidor. Según ella, aunque las rigurosas medidas de seguridad alimentaria han logrado reducir considerablemente ese peligro en la industria de los alimentos, la contaminación bacterial es un peligro aun mayor en el hogar. Por ejemplo, muchos consumidores no prestan la atención adecuada a la higiene al preparar y consumir alimentos. *file134805* Haga clic aquí para leer el guión.
“Primero que nada, asegúrese de lavarse las manos siempre que vaya a comer o preparar alimentos. Láveselas con agua y jabón y frótese bien las partes entre los dedos y la parte superior de la mano por no menos de 20 segundos”, recalca Bruhn.
Como ejemplo del tiempo mínimo requerido en el lavado de manos, los CDC aconsejan cantar el Happy Birthday; cantar un par de veces esa tradicional tonadilla de celebración de cumpleaños equivale a esos 20 segundos de aseo personal.
Sin embargo, la eliminación de riesgos de exposición a patógenos resulta incompleta sin este otro paso:
“Debe secarse las manos con una toalla limpia, para asegurarse de que no contenga bacterias de alguien que la haya usado antes. O use toallas desechables de papel”, añade la científica de la UC. “Es importante secarse bien las manos porque las bacterias se desarrollan donde hay humedad”.
La especialista en seguridad alimentaria recalca que los organismos patógenos están presentes en cualquier sitio y objetos que entran en contacto con las manos. Incluidos, por supuesto, cualquier superficie, juguetes y otras cosas que los niños tocan con las manos.
Sin las medidas de higiene adecuadas, esos patógenos entran al organismo al llevarse la mano a la boca, o al comer alimentos.
Entre los adultos, eso puede ocurrir con un simple saludo de manos, una costumbre muy arraigada en la cultura latinoamericana; ese tipo de contagio podría repetirse muchas veces a lo largo del día.
En otras palabras, la falta de higiene personal y los contagios van de mano en mano. Y esto puede ocasionar contagios que ponen en peligro la vida, como señala Bruhn haciendo eco de las recomendaciones de los CDC en sus campañas de prevención de contaminación bacterial.
“Podría ser por unas cuantas horas o días. Pero también podría resultar tan grave que tengan que hospitalizarnos; y las consecuencias quizás sean mucho peor”, advirtió la científica de la Universidad de California.
A continuación algunos recursos que pueden ayudarle a mantenerse y mantener a su familia gozando de buena salud:
- El sitio del Servicio de Información en Español de la UC, (http://espanol.ucanr.org).
- El sitio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades o llame al 1800CDCINFO.
- Blog de Alimentos de UC ANR: