DAVIS (UC) – Con la ayuda de investigaciones de la Universidad de California, la producción de almendras sobrepasó a la de uvas y ahora ocupa el segundo lugar, luego de los productos lácteos, en el orden de rubros agrícolas del estado.
En el 2011, por vez primera, el valor de la producción de almendras sobrepasó al de las uva de mesa, uva de vino y uva pasa, según el reporte de productos agrícolas de California que se publicará en noviembre.
En los últimos 20 años, el rendimiento de cosecha de almendras por acre casi se ha multiplicado, gracias a descubrimientos científicos y al ingenio de los agricultores. En la década de los 80, una buena cosecha era de 1,400 libras por acre. El promedio en producción en el 2011 fue de 2,670 libras por acre.
Hace 40 años, se producían menos de 100 millones de libras de almendra en unos 200,000 acres. La mecanización y mejoras en las prácticas de cultivo: plantío, poda, fertilización y manejo de insectos y enfermedades han impulsado la producción de almendras, cuya demanda sigue creciendo a raíz de estudios que indican su gran valor nutricional.
Una tremenda cantidad de investigación de la Universidad de California respalda el éxito de la producción de almendras, dijo Bruce Lampinen, especialista de Extensión Cooperativa de la UC (UCCE) en el Departamento de Ciencias Botánicas en el plantel de la UC en Davis. “Una mayor densidad en el plantío de almendros y una tendencia a reducir la poda, junto con el mejoramiento en el manejo del agua de riego, han resultado en mayores cosechas”, dijo.
En el Valle Central de California se cultivan 760,000 acres de almendros que producen cerca de 2,000 millones de libras cada año - el 100 por ciento de la almendra producida en Estados Unidos y entre el 75 y 80 por ciento de la producción mundial – con un valor de $3,870 millones en el 2011; sobrepasó a la uva, cuyo valor se estimó en $3,860 millones.
Muchos productores han sustituido la irrigación tradicional de suelo con el uso de micro aspersores o irrigación de goteo, indicó Larry Schwankl, especialista de Extensión Cooperativa de la UC en el Departamento de Recursos de Tierra, Aire y Agua, en UC Davis. Eso aumenta la precisión en la aplicación de agua y fertilizantes.
“Hace 20 años, simplemente tanteábamos la cantidad de agua que los árboles necesitaban y la aplicábamos en base a un calendario”, dijo Joe Macllvaine, presidente de la Paramount Farming Company en el condado de Kern. “Hoy en día, aplicamos el agua y los nutrientes directamente en la zona de la raíz cuando son necesarios”.
Hace dos décadas, se aplicaba un fertilizante de nitrógeno en forma granular en el otoño para permitir que la lluvia invernal y el riego lo movieran en el suelo y los árboles lo usaran en la primavera y comienzo del verano. La eficiencia del nitrógeno era como en 40 por ciento. Ahora, se aplica a través del sistema de irrigación en la temporada de crecimiento.
“Hoy en día, nuestra eficiencia en el uso de nitrógeno puede ser tan alta como 85 por ciento”, dijo Blake Sanden, asesor de UCCE en el condado de Kern, un experto en irrigación.
Otra área en que la investigación de la UC ha conducido al aumento notable en la cosecha es en el manejo de la copa de los árboles y el espacio entre estos.
“Muchos de los agricultores que ahora producen almendras habían experimentado con frutas frescas, donde uno tiene que podar para que la luz solar llegue a la fruta para que obtenga un buen color. En la almendra, más follaje generalmente significa un mayor rendimiento”, indicó Lampinen.
Los huertos plantados con más espacio entre los árboles no los hacía más eficientes en el uso de la luz solar. Los huertos más viejos tenían de 60 a 70 árboles por acre. Hoy, los almendros se plantan con una densidad promedio de unos 110 árboles por acre, en base a resultados de la investigación de la UC.