En septiembre y octubre se celebra el Mes Nacional de la Herencia Hispana
DAVIS – (UC) – El idioma español y las riquezas culinarias del país de origen son algunos de los valores culturales que los inmigrantes deberían de conservar en los Estados Unidos, a la par que aprenden el inglés y a navegar la cultura estadounidense, señala una especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
“Tenemos que valorarnos, mantener nuestra autoestima y nuestro valor como persona y usarlo en beneficio de nosotros y nuestras familias. Nosotros debemos sentirnos orgullosos de ser latinos y tener la cultura que tenemos”, indica Conchita Mendoza, especialista en nutrición y bienestar familiar.
Con motivo del Mes de la Hispanidad, Mendoza habla sobre la importancia de que los inmigrantes enseñen a sus hijos a hablar español para que la cultura de los padres siga viva en este país. También recomienda seguir cocinando en casa comidas tradicionales porque los platillos del país de origen suelen ser sabrosos y saludables.
Mendoza aclara que no es necesario renunciar a los valores de la cultura latina para aprender un nuevo lenguaje y otras costumbres.
“Cuando nosotros venimos a Estados Unidos, tenemos la tendencia a perder nuestra identidad, tratamos de seguir los valores que hay aquí, pero perdemos los nuestros. Creo que debemos primero conocer bien cuáles son nuestros valores, apreciarlos y entender que son un tesoro que traemos de nuestros países”, señala Mendoza quien es oriunda de Colombia.
Los padres son los encargados de enseñar a los hijos a valorar su cultura, hablando español con sus hijos y aprendiendo ellos mismos el idioma inglés para ser personas bilingües, biculturales que puedan contribuir a la prosperidad dentro del marco de una gran diversidad étnica de este país.
“Hablar dos lenguajes y no importa el tener acento, porque hablar dos idiomas le puede abrir muchas otras oportunidades para desarrollarse más como persona y como profesional. Pero creo que el mensaje aquí es que para tener dos lenguajes y dos culturas usted tiene que valorar lo que tiene”, añade Mendoza.
Los latinos en los Estados Unidos son un grupo numeroso cuya influencia en distintos aspectos de la vida diaria, como la comida, música y deportes, sigue extendiéndose por diferentes áreas del país.
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De acuerdo a datos del 2012 de la Oficina del Censo, en los Estados Unidos viven 53 millones de latinos que representan el 17 por ciento de la población total del país. En California, la cifra es del 38 por ciento. La edad promedio es de 27 años. Es una población joven y en búsqueda de oportunidades de desarrollo, pero su nivel educativo es bajo. Según datos del Censo, en el 2010 el 62.2 por ciento de los hispanos mayores de 25 años de edad solo había llegado hasta la preparatoria.
“Como latinos tenemos que organizarnos, ayudarnos unos a otros para superarnos porque investigaciones que comparan entre las diferentes culturas indican que el hispano viene a trabajar muy duro, pero no le dedican el tiempo necesario a sus hijos para que estudien, se desarrollen y avancen ”, indica Mendoza.
Ella sugiere a los latinos aprender de otras culturas el valor tan alto que los padres le dan a la educación de los hijos. “Por ejemplo, en la cultura asiática, los padres trabajan duro, pero los hijos van al colegio para ir a la universidad, para ser profesionales y desarrollarse. Así es como se ayuda a los hijos a tener éxito; no basta con darle de comer a los hijos y trabajar horas y horas”, precisa la especialista.
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Añade que la educación superior es indispensable, no sólo para obtener poder adquisitivo, sino además para cuidar mejor de la salud; investigaciones científicas asocian el nivel educativo con la salud. “Si usted no tiene educación hay mayor riesgo de enfermedades, hay más obesidad, enfermedades crónicas y la expectativa de vida se reduce”, indica Mendoza.
Estudios de Extensión Cooperativa de la UC han encontrado que la alimentación tradicional de la mayoría de los inmigrantes suele ser muy saludable. Sin embargo, muchos latinos están cambiando la comida casera por comidas rápidas –que carecen de valor nutritivo y causan sobrepeso– porque son prácticas.
Mendoza recomienda a los inmigrantes mantener la alimentación de sus países de origen, reservando tiempo para la preparación de los alimentos. “Los hispanos tenemos mejor dieta, mejor estilo de vida, salimos al parque con nuestra familia, comemos nuestros frijoles, arroz y tortillas y nos relacionamos muy bien con nuestra familia; tenemos nuestros valores, ¿por qué perderlos? Nosotros debemos sentirnos orgullosos de ser hispanos”, concluye Mendoza.