Septiembre: Mes Nacional de Concientización sobre la Obesidad Infantil.
En la lucha contra la obesidad, hay avances importantes, especialmente en las escuelas en donde actualmente se sirven comidas nutritivas con más verduras y frutas. Se han eliminado las sodas y cambiado el tipo de alimentos de las máquinas expendedoras; sin embargo, aún queda mucho por hacer para establecer una cultura de la salud en todos los ámbitos de la sociedad.
“Lo que estamos tratando de averiguar es cómo crear un ambiente en donde lo saludable sea la opción más fácil, indica Lorrene Ritchie, directora del Instituto de Políticas de Nutrición de la Universidad de California. “Queremos crear una cultura de la salud en la que los padres no tengan que preocuparse sobre qué dar a sus hijos porque los alimentos nutritivos serían los más convenientes, los más fáciles de preparar, los menos costosos y accesibles. Pero aún estamos muy lejos de eso y continuamos viviendo en lo que mucha gente llama obesidad endémica.”
Ritchie quien encabeza un grupo de expertos dedicados al estudio de la obesidad y sus graves consecuencias para la salud -como son diabetes, colesterol, presión alta y enfermedades cardiovasculares- realizó una reseña sobre los avances y retos en torno a este problema de salud.
ENGLISH SUMMARY In the fight against obesity there are many advances; especially in schools where lunches tend to be healthier; however, we continue to live in a society where junk food prevails, according to Lorrene Ritchie, NPI director, ANR. |
Avances:
En los últimos diez años, en las escuelas públicas ha mejorado bastante la calidad de los alimentos que se ofrecen a los niños y adolescentes, y en base a la investigación científica se han implementado diferentes reformas estatales y federales para incluir alimentos nutritivos, disminuir el consumo de sal, grasas y azúcar y combatir el hambre en la niñez. He aquí algunos de los logros que subraya la experta:
- Los desayunos, almuerzos y bocadillos que se proporcionan a los niños y estudiantes son alimentos nutritivos que están alineados con la Guía Alimenticia para los Estadounidenses que promueve un mayor consumo de verduras y frutas, granos enteros, proteína y leche baja en grasa .
“La guía es un tipo de Biblia de la nutrición, y en los últimos casi diez años las escuelas han hecho cambios enormes y mejoras en los alimentos escolares, aunque no siempre parecerán saludables porque sigue habiendo “chips”. Pero esos “chips” serían horneados, bajos en sodio y de grano entero” indica Ritchie.
- Para calmar la sed, el agua debe ser la opción y por esto en las instalaciones educativas se han sustituido las sodas y bebidas azucaradas por agua. Investigaciones de Extensión Cooperativa de la UC han encontrado que el alto consumo de azúcar está asociado a una gran cantidad de problemas de salud y tan solo una lata de soda de 20 onzas excede la cantidad de azúcar recomendada por día.
- Se han establecido programas para combatir el hambre en la niñez y en numerosas escuelas se ofrece el desayuno a los niños. En California hay alrededor de 3.2 millones de estudiantes de bajos ingresos y más del 60 por ciento de esos estudiantes no desayunan regularmente antes de asistir a la escuela, según información de California Food Policy Advocates.
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Ritchie sostiene que los niños tienen necesidades nutricionales increíbles no solo porque son muy activos durante todo el día sino además porque están creciendo y para aprender necesitan un desayuno nutritivo. No desayunar está asociado con obesidad y problemas en el aprendizaje. “Una gran cantidad de estudios han demostrado que cuando los niños llegan a la escuela con hambre y sin desayunar, es más difícil para ellos poder concentrarse. Es posible que no se sientan bien y se distraigan de lo que el maestro está tratando de enseñarles”, enfatiza la experta.
Ella recomienda a los padres de familia investigar si en la escuela de sus hijos se ofrecen desayunos, y aprovechar este beneficio porque es la manera más fácil y conveniente que el niño tenga un desayuno saludable. “Hemos encontrado que los desayunos y almuerzos que se ofrecen en la escuela tienden a ser más saludables que los alimentos que los niños traen de casa, y que son por lo general alimentos convenientemente empacados y manufacturados que son fáciles de llevar en la lonchera pero que no son necesariamente los más nutritivos,” indica Ritchie.
Y los retos:
La lucha contra la obesidad se enfocó en las escuelas porque ningún otro entorno tiene el potencial de influir en la nutrición de más niños y el propósito era trabajar con niños más grandes y adolescentes porque pronto empezarían a tomar sus propias decisiones, y lo ideal sería que ellos supieran en qué consiste una alimentación saludable. Sin embargo, nuevos descubrimientos en la investigación marcan la necesidad de empezar desde muy temprana edad.
Una investigación realizada en 2008 por expertos de UCCE encontró que uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso u obesidad antes de ingresar al kínder. “Ahora sabemos que incluso nuestro porcentaje de bebés con sobrepeso está aumentando y no podemos esperar a que los niños asistan a la escuela para empezar a mejorar su ambiente, y ayudarles a ellos y a sus padres a entender cómo comer saludable porque es demasiado tarde”, señala Ritchie.
La meta de los expertos es promover ambientes saludables en donde las alimentos nutritivos sean la mejor opción, pero reconocen que falta mucho porque prevalece la comida chatarra de manera que los padres deben ayudar a sus hijos a combatir las influencias negativas. “Los padres deben limitar el tiempo de televisión, pues la mayoría de los alimentos que ahí se anuncian son chatarra. La publicidad los presenta a los niños como los mejores alimentos que deberían comer, cuando de hecho, la mayoría de los alimentos que los niños deben comer son aquellos que no tienen ningún tipo de etiqueta. Esto es una cosa critica”, sostiene la experta.
En la actualidad, los expertos están enfocando sus esfuerzos en los centros de cuidado infantil con licencia para ayudar a niños de 0 a 5 años de edad porque un número importante de menores pasan la mayor parte del día en esos centros, y ahí consumen de dos a tres comidas al día. En 2012 una nueva ley estableció que en todas las instalaciones de cuidado infantil debe haber agua todo el tiempo, porque el agua debe ser la mejor opción para calmar la sed. Para los niños de dos años y más se les debe ofrecer también lecha baja en grasa 1 por ciento y sin sabor y el jugo debe ser 100 por ciento de fruta y solo deben tomar una porción al día. Las bebidas con azúcar agregada, natural o artificial, están prohibidas, sin incluir la formula de bebé u otros alimentos diseñados para los infantes.
Una iniciativa para mejorar sistemas alimentarios sustentables y competitivos es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.