Los consumidores que compran frutas y verduras en tiendas localizadas en vecindarios de bajos recursos de California podrían pagar más por esos productos que quienes los adquieren en otros vecindarios, según reveló un estudio que analizó los precios en una amplia muestra de tiendas de todo el estado.
El estudio, conducido por investigadores del Instituto de Políticas sobre Nutrición de UC (NPI, por sus siglas en inglés) y publicado en línea en marzo del 2018 en el diario Public Health Nutrition, incluye a más de 200 tiendas de abarrotes grandes, 600 tiendas pequeñas y 600 tiendas de conveniencia en 225 vecindarios de bajos recursos (donde al menos la mitad de la población se ubica por debajo de un 185 por ciento del nivel federal de pobreza). Los expertos compararon los precios observados con información sobre precios de tiendas de abarrotes pertenecientes a cadenas comerciales en los mismos condados durante los mismos meses.
El estudio determinó que los precios de las frutas y verduras que fueron examinadas (manzanas, plátanos, zanahorias y tomates) eran más altos en las tiendas ubicadas en vecindarios de bajos recursos que los precios promedio de esos mismos productos que se vendían en otras tiendas en los mismos condados durante el mismo mes. Las frutas y verduras de venta en tiendas de conveniencia en vecindarios de bajos recursos eran significativamente más altos que los que se vendían en mercados pequeños o tiendas de abarrotes grandes. Pero aún en las tiendas de abarrotes más grandes ubicadas en barrios de bajos recursos, los precios eran más altos que los precios promedio de las tiendas del mismo condado durante el mismo mes.
“Los estadounidenses comen muy pocas frutas y verduras para mantener una salud óptima y sabemos que las disparidades dietéticas entre los grupos socioeconómicos van en aumento”, señaló la autora del estudio, Wendi Gosliner. “Este estudio sugiere que un tema importante puede ser el precio de las frutas y verduras — no es solo el hecho de que, caloría por caloría las frutas y verduras son más caras que muchos alimentos no saludables, sino también que existen asuntos de equidad en términos de precios relativos en vecindarios donde viven californianos de bajos recursos”.
Asimismo, el estudio analizó la calidad y disponibilidad de las frutas y verduras en las tiendas y encontró que mientras que menos de la mitad de las tiendas de conveniencia (41 por ciento) vendían frutas y verduras frescas, aún menos (1 de cada 5) vendía una amplia variedad de frutas y verduras y pocos de los productos a la venta fueron clasificados por los observadores capacitados como de alta calidad (25 por ciento de las frutas y 14 por ciento de las verduras).
“Este estudio sugiere que las tiendas de conveniencia en los vecindarios de bajos recursos no proveen acceso a frutas y verduras frescas de alta calidad y precios competitivos", dijo Pat Crawford, experta en nutrición y autora del estudio. “Una dieta saludable puede prevenir enfermedades y reducir los costos por atención médica en el estado. Los estados necesitan explorar nuevas formas para ayudar a asegurar que las familias, particularmente aquellas que viven en vecindarios de bajos recursos donde las tiendas de conveniencia son las únicas minoristas en alimentos, tengan acceso a alimentos saludables, de alta calidad y económicos”, agregó Crawford.
El estudio también reveló que las tiendas de conveniencia que participan en los programas federales de alimentos (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria [SNAP, por sus siglas en inglés] y/o el Programa de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños [WIC, por sus siglas en inglés] tienden más a vender frutas y verduras frescas y a ofrecer una mejor variedad y calidad de estos productos que las que no participan en ninguno de los dos programas.
El estudio se realizó bajo contrato con el Departamento de Salud Pública de California. Los fondos para este estudio provienen de USDA y SNAP. USDA es un proveedor y empleador de oportunidad igualitaria.
Author - Broadcast Communications Specialist II