MODESTO-(UC)— Muchas
plantas que se usan como cobertura para el suelo pueden llegar a crecer
demasiado densas e interferir con el riego, albergar roedores y aumentar el
riesgo de incendio. Podarlas de vez en cuando ayuda a mantenerlas atractivas y
vigorosas.
“Para obtener
los mejores resultados”, aconseja Ed Perry, asesor de horticultura con Extensión
Cooperativa de la Universidad de California, “hay que cortar las plantas a la
altura y en el momento adecuados y fertilizarlas y regarlas profundamente
después para que se recuperen con rapidez”. Algunos tipos de cobertura se pueden
cortar con la cortadora de césped casero, otros requerirán una de tipo
comercial; y ciertas plantas de cobertura no se deben
cortar.
Las plantas de
cobertura que responden mejor a la poda o corte son aquellas de tallos herbáceos
o fibrosos, como la hiedra (ivy), lantana rastreadora (trailing
lantana), la hierba doncella, vincapervinca, pervencha o pervinca
(periwinkle) y la verbena de jardín (garden verbena). Se recuperan
con rapidez, usualmente en uno o dos meses y sus tallos se pueden cortar con
poca dificultad y recoger o dejar caer, pues no dejan residuos desagradables a
la vista.
“Las plantas
de cobertura se deben cortar justo a la altura del tallo donde empiezan a salir
las ramas o un poco más arriba. En la mayoría de los casos, es a una altura de
cuatro a seis pulgadas”, precisa Perry. “Si se corta por debajo de esta altura,
se dificulta la recuperación de las plantas y algunas no lo logran. Cortar por
arriba de esta altura no produce los beneficios citados anteriormente. Tal vez
sea necesario experimentar para encontrar la altura que más convenga al jardín y
gusto del lector”.
El momento en
que se lleva a cabo el corte o poda es importante también para la recuperación
de las plantas de cobertura y para
evitar la invasión de maleza. La cobertura que florece al inicio de la
primavera, como las plantas escarchadas color de rosa (pink ice plant);
la margarita africana rastrera (trailing African daisy); la hierba
doncella, vincapervinca, pervencha o pervinca (periwinkle) y la búgula o
consuelda media (bugle weed), se recuperan mejor si se cortan poco
después que florezcan, en el verano.
En el caso de
la cobertura que florece no en la primavera sino hasta el verano, como la rosa
trepadora (creeping rose); la madreselva, diervilla, azalea viscosa o de
ciénega de Hall (Hall’s honeysuckle) y la lantana rastreadora
(trailing lantana), es mejor cortarlas justo cuando empiezan a salir los
brotes nuevos en la primavera.
La lantana
rastreadora y la verbena de jardín, así como otros tipos de cobertura para el
suelo de tallos delgados no fibrosos, pueden podarse con una cortadora de césped
rotatoria casera. Para cortar cobertura con tallos más gruesos y fibrosos, como
la ceanothus, el arbusto conocido en inglés como coyote bush, los
enebros tendidos o procumbentes (prostrate junipers) y el romero
(rosemary), especialmente la primera vez, se necesita usar una cortadora
más grande, de tipo comercial. Después puede usarse la cortadora casera aún para
cobertura de tallo fibroso, especialmente si se corta de manera regular, por lo
menos una vez al año.
Por último, no corte las plantas de cobertura que no estén en condiciones vigorosas, pues se recuperan con lentitud, dan a la zona una apariencia desagradable y dan paso al crecimiento de maleza. Tampoco se deben cortar plantas de cobertura que no hayan sido cortadas por primera vez antes de desarrollar tallos carnosos o leñosos. Para entonces es difícil podarlas ya que los brotes carnosos se aplastan y los tallos leñosos pueden trabar la segadora. Si se espera demasiado para corta las plantas de cobertura que ya se han establecido, aún las del tipo que responden bien a la poda, puede ser difícil y no dar los resultados deseados, especialmente si se ha permitido que crezcan mucho. Las plantas de cobertura para el suelo responden mejor a la poda cuando son jóvenes y vigorosas.