La
incidencia de diabetes en mujeres embarazadas aumentó de 3% a 9% en los últimos
20 años. Y eso eleva el riesgo para estas mujeres y sus hijos, de acuerdo con
una especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de
California.
“La madre
corre un riesgo mayor de tener una cesárea”, indica la nutricionista Gloria
Espinosa-Hall. Aparte del peligro que involucra ese tipo de cirugía, hay más
riesgo de desarrollar diabetes permanente cinco o diez años después del
parto.
La
diabetes del embarazo, o gestacional, se caracteriza por un aumento inusual de
peso. Algunos bebés nacen pesando hasta nueve
libras.
“Y este
bebito tiene más dificultad al nacer, corre riesgo de que la clavícula se
quiebre en el nacimiento”, dijo Espinosa-Hall.
En
cualquier persona, el sobrepeso predispone a la diabetes Tipo 2, que a su vez
causa problemas renales, cardíacos, amputaciones y
ceguera.
“O sea que es una enfermedad realmente bien terrible”, advierte la especialista. “La buena noticia es que durante el embarazo, como la diabetes Tipo 2, se puede controlar con una alimentación adecuada y con actividad física”.