FRESNO
– (UC)—El acaloramiento se debe al calentamiento de los músculos y
otros órganos del cuerpo. Cuando esto ocurre, la persona puede sufrir de
insolación u otros malestares ocasionadas con el calor. Es responsabilidad del
patrón, al igual que del trabajador del campo, evitar que esto ocurra.
“La insolación y los malestares a causa del calor ocurren con más
frecuencia cuando hay poco viento, mucha humedad, altas temperaturas y se está
expuesto directamente a los rayos del sol”, explica Steve Sutter, asesor
agrícola especializado en administración laboral agrícola.
El riesgo de una insolación está relacionado con el estado de salud,
incidentes previos de acaloramiento, hábitos, responsabilidades y tiempo que se
lleva trabajando. La insolación puede conducir a caídas y accidentes con
maquinaria y equipo.
El proceso de aclimatación que toma el cuerpo para ajustarse a un
nivel más intenso de trabajo o de calor toma de 7 a 14 días, trabajando bajo los
rayos del sol 2 horas por día. Una buena condición física disminuye el tiempo de
ajuste. La aclimatación significa un aumento menor en la temperatura del cuerpo
y el pulso, mayor producción de sudor y una mayor tolerancia
al
calor.
Los trabajadores que trabajan de planta normalmente se acostumbran
con naturalidad a las temperaturas más calurosas, a menos que ocurra un aumento
repentino de temperatura, humedad o exceso de trabajo. Una vez que el cuerpo se
ajusta al calor, se mantiene así, siempre y cuando la persona trabaje por lo
menos 4 días seguidos en condiciones calurosas.
La aclimatación se reduce si el empleado pasa 4 días sin trabajar en
condiciones calurosas y se pierde totalmente en 3 semanas. Si la persona ha
estado enferma o no ha trabajado durante 3 semanas, necesitará aclimatarse
nuevamente. Los supervisores deben cambiar la asignación de labores y el horario
de trabajo y descanso cuando hace mucho calor.
Con la aclimatación aumentará también la necesidad de beber agua. La
insolación a menudo ocurre debido a la deshidratación, la cual reduce la
capacidad del cuerpo de refrescarse con sudor.
“El trabajador debe beber agua a menudo. Dependiendo de la
temperatura, humedad y cantidad de trabajo, puede necesitar de 6 a 10 cuartos de
galón de agua al día”, precisa el especialista. Se debe beber suficiente agua
para mantener el peso. La pérdida de peso puede indicar que no se está bebiendo
suficiente agua. Otras señales son: orines de color amarillo oscuro y orinar
menos que de costumbre.
“Es
más fácil beber un poquito de agua con frecuencia que consumir grandes
cantidades a la vez. Usualmente, un trabajador debe beber de 2 a 3 galones de
agua (a una temperatura de 50º
a
60º
F)
por día cuando hace calor”, dice Sutter.
La sed no refleja la necesidad de beber agua. Los trabajadores que
beben agua para calmar la sed toman menos de dos tercios de la cantidad que
necesitan, y pueden perder de 2 a 4 libras de peso en un día caluroso. No se
debe dejar de beber agua para evitar tener que estar orinando. Cuando hace
calor, el beber agua generalmente no aumenta la necesidad de
orinar.
Sutter recomienda que los trabajadores agrícolas beban por lo menos
una taza de agua cada media hora; y, cuando hace un calor extremado, que lo
hagan cada 10 a 15 minutos, aun si no tienen sed. También es una buena idea
beber varios vasos de agua antes de empezar a trabajar cuando hace calor. Se
debe tener y seguir un horario estricto para beber
agua.
Las bebidas gaseosas no son tan buenas como el agua para reemplazar
los líquidos del cuerpo. Es más difícil beber varias botellas debido al gas que
contienen. Se debe evitar consumir bebidas alcohólicas, drogas y medicinas que
no hayan sido recetadas por un médico. El alcohol y sus efectos después de una
borrachera aumentan el riesgo de insolación y lesiones. La deshidratación
crónica puede desarrollarse gradualmente, durante el transcurso de varios días
sin que se sienta sed. Y puede causar problemas como cálculos en los riñones e
infecciones urinarias.
“Se deben asignar labores menos pesadas o descansos más largos a los
trabajadores nuevos”, explica Sutter. “Para volver a acostumbrarse a trabajar
cuando la temperatura o humedad aumentan marcadamente, se debe limitar cualquier
trabajo pesado a la mitad del trabajo que se realiza normalmente, aumentando el
tiempo de trabajo en incrementos de 1 hora por día”, subraya.
Los supervisores deben cambiar la asignación de labores y el horario
de trabajo y descanso cuando hace mucho calor.
La
pizca de cosechas o el tener que mover tubos de riego bajo un sol
candente—90º
F o
más— aun si hay poca humedad y viento, es agobiante para muchos trabajadores
adultos menores de 40 años, y en buena condición física. Cuando se trabaja en
estas condiciones es de vital importancia beber agua y descansar adecuadamente.
No se debe tomar un descanso más corto de lo debido. El trabajador necesita
disminuir su pulso y palpitaciones y refrescarse. El que se sienta fresco no
quiere decir que la temperatura interna del cuerpo ya ha bajado y el pulso ha
disminuido lo suficiente.
Los calambres ocasionados por el calor pueden ser una de las primeras
señales de malestar. Estos calambres son contracciones musculares dolorosas en
las extremidades y abdomen, que en ocasiones, incapacitan a la persona. Si
alguien tiene calambres, se debe hacer que la persona descanse en un lugar donde
haya sombra y beba agua.
Las primeras señales de malestar por el calor son: mareo, cansancio,
irritabilidad y pérdida de concentración. Si tiene estos síntomas, déjeselo
saber a su supervisor. Afloje la ropa de la víctima y haga que beba agua y
descanse en la sombra por lo menos 30 minutos.
Cuando el calor es intenso, puede ocurrir un aumento rápido de la
temperatura del cuerpo y el pulso. Tal vez no se dé cuenta de lo que está
ocurriendo porque no siente ningún dolor.
Los síntomas del agotamiento causado por el calor incluyen: piel
húmeda, pálida, fresca o enrojecida, escalofrío, cosquilleo en las manos y pies,
desorientación, pérdida de coordinación, desmayo, pulso rápido, dolor de cabeza,
náusea, vértigo, debilidad, irritabilidad, dificultad para hablar, sudor
profuso, sed excesiva y boca reseca.
Lleve la víctima a un lugar fresco y sombreado inmediatamente.
Coloque paños húmedos en el cuerpo, usando toallas o sábanas o rocié el cuerpo
con agua. Dele un masaje en las piernas y brazos. Asegúrese que la víctima
descanse cómoda y tranquilamente. Si se niega a beber agua, tiene vómito o
pierde el conocimiento, su condición ha empeorado. Si aún no lo ha hecho, llame
y pida una ambulancia inmediatamente.
La insolación es el malestar menos común relacionado con el calor,
pero es el más peligroso. Los síntomas son parecidos a los del agotamiento por
calor. Estos incluyen: convulsiones, palabras incoherentes, comportamiento
agresivo, disminución o cese total de sudor, piel enrojecida, caliente y seca,
pulso rápido y débil, y respiración entrecortada y
rápida.
Lleve a la víctima a la sombra. Quítele la ropa: camisa, pantalones,
calcetines y zapatos. Llame al número de emergencia. Haga que beba agua, si no
está inconsciente. No le dé sal. Envuelva a la víctima en una sábana húmeda,
échele agua y échele aire. Súbale las piernas unas 12 pulgadas. Siga rociándole
agua y ventilándolo.
El calor puede también ocasionar salpullido bajo la ropa. Por eso es
recomendable que los trabajadores se laven con frecuencia, tomen descansos y
usen ropa que no len apriete. Si la irritación continúa, se debe consultar a un
médico.
Para evitar problemas de salud y accidentes, Sutter recomienda que los trabajadores beban agua cuando trabajan y fuera del trabajo, practiquen buenos hábitos de higiene, no usen drogas, duerman bien, y reporten a su supervisor cualquier trastorno debido al calor.