BERKELEY-(UC)— La ley exige que los empleadores provean agua potable para beber a los trabajadores agrícolas. Pero investigadores de la Extensión Cooperativa de la Universidad de California han encontrado que, debido a varios factores, los trabajadores del campo no beben suficiente agua. “Los trabajadores beben menos agua y menos frecuentemente de lo que debieran”, observa Howard Rosenberg, especialista en administración laboral agrícola con la Universidad de California y quien está llevando a cabo el estudio. “Es cuestión del costo de acceso físico”, aclara, pues el contenedor en que se provee el agua, llamado comúnmente “igloo”, generalmente no se encuentra muy cerca. Los trabajadores prefieren no ir a beber agua con la frecuencia adecuada porque el tiempo que les toma caminar hasta donde está el agua reduce la cantidad de piezas que cosechan y, por lo tanto, sus ingresos. Pero se están arriesgando a sufrir malestares causados por el calor. Beber agua sólo cada dos o tres horas aumenta el riesgo de sufrir agotamiento o malestar causado por el calor porque el cuerpo se calienta más rápido de lo que puede enfriarse. “Para cuando uno se entera de que tiene sed, ya ha perdido 3-4% del peso corporal”, explica Rosenberg. Puede presentarse la fatiga, retortijones y malestar que, cuando son graves, pueden hasta afectar al cerebro y causar la muerte. El especialista recomienda una solución sencilla: llevar el camión de agua cerca al lugar donde están laborando los trabajadores en vez de dejarlo donde iniciaron las labores ese día. Ajustes de este tipo mejoran el desempeño de los trabajadores, quienes beben con mayor frecuencia y reportan sentirse mejor al final del día.