Feb 2, 2004
Los titulares de periódicos han creado preocupación entre los consumidores acerca de un posible contagio con la llamada enfermedad de vacas locas, un tipo de encefalopatía bobina detectada en reses en la costa oeste de Estados Unidos. Pero Jerry Gillespie, director del Instituto Occidental para la Seguridad de Alimentos, de la Universidad de California en Davis, dice que el temor se ha exagerado demasiado.
Gillespie: “That doesn’t mean that there is no likelyhood, but that it’s incredibly low … Eso no quiere decir que no haya la posibilidad, pero es increíblemente baja. Y hay muchas otras razones por las que uno podría preocuparse acerca del riesgo de contaminarse con algo que podría causarle daño”.
No obstante, Gillespie ofrece esta recomendación:
Gillespie: “I think that one can improve the likelihood of not getting the disease is by not... Creo que uno puede mejorar las probabilidades de no enfermarse no comiendo sesos o tejidos de la cabeza de reses. Creo que es un paso que podrían tomar quienes se sienten preocupados ante la posibilidad de contraer esa enfermedad”.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.
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