DAVIS-(UC)— Un análisis reciente de la industria agrícola y sus
trabajadores por parte de investigadores de la Universidad de California y del
Departamento de Desarrollo de Empleos (siglas EDD en inglés) apunta a su
crecimiento, variabilidad de ingresos según el tipo de empleo y aumento en el
número de trabajadores empleados por contratistas laborales en vez de
agricultores o granjeros.
“Ya sea que se mida en
ventas, producción o acres, la industria agrícola en California creció durante
la década de los 90”, precisa Philip Martin, profesor de economía y recursos
agrícolas de la Universidad de California en Davis. Martin y sus colegas del EDD, Akhtar
Khan y Phil Hardiman, consideran que este crecimiento refleja un aumento en la
producción de cultivos de frutas y verduras que requieren de mano de obra
intensiva.
Los investigadores, usando
datos recabados de los números del Seguro Social reportados por empleadores al
EDD, encontraron que en 1991 había un total de 1,500,000 empleos, y diez años
después, más de 1,800,000 empleos en la agricultura. Sin embargo, muchos de
estos trabajos son por temporadas cortas.
Martin y sus colegas
hallaron que la industria agrícola suplió empleo anual al equivalente de 342,000
personas en 1991, 408,300 en 1996 y 388,000 en el 2001. Sin embargo, al considerar el total de
horas trabajadas y el total de trabajadores agrícolas, llegan a la conclusión de
que la mayoría de los trabajadores laboró menos de 1,000 horas anuales en el
2001, lo que equivaldría a poco más de cuatro meses de 20 días laborales de 8
horas. Los hallazgos de la investigación hacen entrever que quizás es posible
contratar a menos trabajadores agrícolas, quienes a su vez, trabajarían más
horas y recibirían mejores ingresos.
El empleo agrícola incluye
trabajos en la producción de cultivos, de ganado y en industrias relacionadas
con la agricultura. Esta última categoría incluye actividades desde la medicina
veterinaria hasta servicios de cuidado de césped y jardín. Apunta Martin que
entre 1991 y el 2001, se perdieron 54,000 trabajos en producción de cultivos y
se ganaron 313,000 trabajos en el campo de industrias relacionadas con la
agricultura.
La mayoría de los
trabajadores agrícolas reportaron un sólo trabajo anual, 26% reportaron dos y
12% reportaron tres empleos anuales. Se encontró también que hacia finales de la
década de los 90, una cuarta parte de trabajadores agrícolas suplía sus ingresos
con trabajos en otros sectores de la economía.
En el 2001, los
trabajadores agrícolas ganaron un promedio de $10,200. Aquellos en actividades
ganaderas ganaron un promedio de $13,800; los cultivadores, $6,400 y quienes
trabajaron en industrias afines a la agricultura, $5,500. El promedio de
ingresos que lograron los trabajadores agrícolas que tomaron trabajos en otras
industrias fue de $400 más que en trabajos en el sector
agrícola.
La fluctuación de ingresos
entre trabajadores en industrias relacionadas con la agricultura es grande:
quienes trabajan en la preparación del suelo ganaron un promedio de $21,100 en
comparación con el promedio de $4,400 para empleados que trabajan para
contratistas de mano de obra agrícola.
La cifra de trabajadores
agrícolas empleados por contratistas aumentó durante la década de los 90,
gracias al gran número de trabajadores que buscan empleo por temporadas. Esto se
observa particularmente en actividades relacionadas con la industria
agropecuaria, donde 70% de los trabajadores son empleados por contratistas; esta
cifra varía entre los distintos sectores agrícolas. Por ejemplo, en la
producción de cítricos, hay más trabajadores empleados por contratistas que en
la producción de ganado lechero.
En algunos ámbitos se
piensa que los empleadores agrícolas, particularmente los contratistas de
trabajadores, no reportan al gobierno sus ingresos o el total de trabajadores
que contratan. Apuntan Martin y sus colegas no haber encontrado evidencia de que
esta práctica sea más común en la industria agrícola que en otras que contratan
cantidades grandes de trabajadores de temporada, como la industria de la
construcción.
California tiene el mercado
laboral más grande y complejo de los EE. UU. debido a la demanda de trabajadores
de temporada, la dependencia en trabajadores migrantes y el papel importante que
juegan los contratistas de trabajadores agrícolas en conectar a los trabajadores
con empleos disponibles.
Una encuesta nacional
realizada durante el 2001 indica que los contratistas de trabajadores agrícolas
tienden a contratar a trabajadores recién llegados al país e indocumentados,
sirviendo así de punto de entrada a la industria agrícola para los trabajadores
inmigrantes.
En California, la mayoría de
trabajadores en granjas productoras de frutas, nueces, verduras y otras
hortalizas son inmigrantes mexicanos, y se estima que un porcentaje importante
es indocumentado.
“El impacto de programas de
legalización de trabajadores indocumentados o programas similares al antiguo
programa de braceros dependerá de las características particulares de cualquier
programa que autorice el gobierno”, indican Martin y sus colegas. Precisan que
de continuar la situación actual, es probable un aumento en el porcentaje de
trabajadores indocumentados.
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Este artículo se basa en una investigación publicada en la revista California Agriculture, http://calag.ucop.edu/, edición de enero-marzo del 2004.