Recupérese de la pérdida repentina de ingresos

Sep 12, 2005

Un desastre natural, una enfermedad seria, la pérdida del empleo o una reducción de ventas en el negocio pueden resultar en una pérdida total o en una baja súbita de fondos para los gastos del hogar, un problema que afecta seriamente a personas y familias cuyo presupuesto ya era limitado para empezar. Es posible salir adelante en estas situaciones, pero requiere del esfuerzo de todos aquellos afectados y posiblemente de la ayuda de terceros.

 

“Para sobrellevar los problemas económicos, su familia tendrá que tomar ciertas decisiones importantes y trabajar juntos para llevarlas a cabo”, precisa Anna Martin, especialista en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

 

La especialista brinda cinco pasos para recuperarse después de perder el ingreso.

 

1.       Controlar la situación a la mayor medida posible. Aún en el caso de un desastre natural, al ir poco a poco normalizándose la vida, aumentará su capacidad de ejercer control de la situación. No deje que le invada la ansiedad ni malgaste su energía culpándose o culpando a los demás. Después de que haya pasado el choque inicial, empiece a hacer planes para recobrar el bienestar económico del hogar. Concéntrese en lo pueda cambiar. Esté atento a las situaciones que pueden ocasionarle  estrés y contrólelas. Duerma suficiente y asegúrese de que cada miembro de la familia cuide de su salud.

 

2.       Enterarse de beneficios y servicios disponibles y ver cuanto antes si cumple con los requisitos para recibir pagos por desempleo, estampillas de alimentos, dinero en efectivo, servicios médicos o cualquier otro tipo de ayuda federal o estatal. Recuerde que hay también fuentes locales de dinero para emergencias, alimentos u otras fuentes de apoyo. Considere la posibilidad de aceptar servicios de capacitación así como asesoría financiera y orientación en su búsqueda de un nuevo empleo. Tenga paciencia y no se desanime si le indican que hable con más de una persona o tenga que ir a más de una oficina. Puede tomar tiempo y perseverancia encontrar y aprovechar este tipo de recursos, especialmente si mudarse a otra localidad resulta ser parte de la resolución de sus problemas.

 

3.       Hablar con su familia acerca de la nueva realidad financiera en el hogar. Analicen juntos la situación, hablen acerca de las opciones que tengan a su disposición y formulen un plan. Sus familiares, amistades y representantes de agencias legítimas de servicio social pueden también brindarle apoyo e ideas.

 

4.       Consultar con sus acreedores antes de que lo llamen a usted. No haga caso omiso de sus facturas y cuentas si es que no las puede pagar a tiempo. Calcule su nuevo nivel de ingresos y sus gastos y decida la cantidad y frecuencia con que puede enviar pagos. Llame luego a sus acreedores a comunicarles su plan para pagar sus deudas. Explíqueles la situación en que se encuentra. Sea realista y no prometa algo que no pueda cumplir. Trate de presentar un plan para el pago de las deudas con el que todos los involucrados estén de acuerdo. La mayoría de los acreedores prefieren recibir pagos pequeños de manera regular que dar inicio al proceso de cobro de deudas morosas.

 

5.       Cambiar su manera de vivir si la situación misma no le ha forzado ya a hacerlo.Esté dispuesto a reducir su estándar de vida, al menos por un tiempo. ¿Qué puede hacer la familia para aumentar los ingresos y reducir los gastos? ¿Tienen algo que pueden ofrecer hacer por alguien o bienes que pueden usar para solventar los gastos? ¿Cuáles gastos son los más importantes actualmente y durante los seis meses venideros? Aplace toda compra que no sea absolutamente necesaria.

 

En los tiempos difíciles y aún en el caso de pérdidas por desastres naturales, se puede salir adelante, pero requiere del compromiso y trabajo en conjunto de toda la familia y posiblemente de la ayuda de organizaciones federales, estatales, locales y caritativas. Acepte todo el apoyo que se le ofrezca sin culparse de necesitarlo. Así, en menos tiempo de lo que piensa, usted y su familia volverán a gozar de la tranquilidad perdida.


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager