DAVIS-(UC)— Encuestas recientes muestran un aumento en la cantidad de escuelas en California que usan medidas alternas a los pesticidas y métodos menos tóxicos para controlar plagas en sus planteles. En respuesta a nuevas leyes y a programas educativos del Departamento de Reglamentación de Pesticidas del estado que incorporan materiales del Programa de Control Integrado de Plagas (IPM) de la Universidad de California, muchos niños y empleados escolares corren un riesgo menor de enfermarse por reacciones a pesticidas.
La Ley de Escuelas Saludables (Healthy Schools Act) aprobada en el 2000 exhorta a los distritos escolares a nombrar a un coordinador para el control integrado de plagas, mantener registros del uso de pesticidas, avisar a los padres y al personal y colocar avisos antes y después de tratar alguna zona con pesticidas. Aunque no exige específicamente el uso de métodos alternos, lo fomenta por medio de esfuerzos educativos del Departamento de Reglamentación de Pesticidas (DPR por sus siglas en inglés), agencia que frecuentemente recurre al uso de materiales desarrollados por investigadores de la UC.
“El papel de la universidad es absolutamente esencial”, apunta Chris Geiger, científico investigador que trabajaba en el DPR. “El Programa de Control Integrado de Plagas de la UC es el único programa de esta naturaleza que brinda un recurso único de información generada por científicos”.
Encuestas llevadas a cabo en el 2002 y en el 2004 muestran que las escuelas públicas en California han progresado en establecer una metodología de control integrado de plagas. Los datos más recientes indican que 64 por ciento de los distritos escolares encuestados cumplen por completo con la ley y 68 por ciento han adoptado programas de control integrado de plagas. Los niveles de cumplimiento más altos, (92%) se encontraron en cuanto al uso de avisos antes y después de la aplicación de pesticidas.
Los especialistas atribuyen el aumento en cumplimiento a los talleres educativos que ofrece el DPR con materiales de la UC y a la presión de los padres, posiblemente en respuesta a reportes médicos como aquel publicado en julio pasado en la Revista de la Asociación Estadounidense de Medicina, JAMA, en el que se hacía notar el aumento en enfermedades agudas asociadas a la exposición de pesticidas por parte de estudiantes y empleados escolares. Los autores recomiendan la adopción de prácticas de control integrado de plagas y otras medidas para asegurar la reducción del uso de sustancias tóxicas en las escuelas.
En referencia a los talleres educativos, Geiger los describe como “muy efectivos”, especialmente en vista del presupuesto reducido con que operan. Su enfoque es el entrenamiento de entrenadores encargados de regresar a las escuelas con los conocimientos y materiales necesarios para entrenar a su propio personal. En el 2005, el enfoque fue el control de las hormigas por ser un problema común en las escuelas. Este año, se ofrecerán programas acerca del control de maleza, cucarachas y principios generales del control integrado de plagas.
Este artículo se basa en la nota "Public school districts learning to reduce pesticide risks to children", publicado en la revista California Agriculture, http://calag.ucop.edu/, edición de octubre-diciembre del 2005.