No sea víctima de la nueva fiebre del oro

Apr 14, 2009

BAKERSFIELD (UC)- Causada en parte por la incertidumbre financiera, una nueva fiebre del oro está orillando a muchas personas a vender sus alhajas para salir de apuros. Otras están tratando de adquirir ese preciado metal como una medida de solvencia económica.

En cualquier caso, una especialista en asuntos del consumidor advierte que "no todo lo que brilla es oro" y que no debe confiarse abiertamente de quienes se dedican a la compra y venta de ese metal.
"Uno no sólo debe asegurarse de saber con quién hace trato, sino también del valor real de lo que está comprando o vendiendo", enfatiza Margaret Johns, de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
En particular, Johns hace ver que el valor de las alhajas de oro depende básicamente del nivel de pureza de ese metal que ahora se cotiza alrededor de $900 por onza.
La calidad del oro se determina por su nivel de pureza, denominada en quilates. Varía desde 24 quilates (24K), pero raramente se encuentran alhajas de oro con ese grado de pureza. Por su alto grado de maleabilidad o ductilidad, el oro se alía con otros metales para darle dureza al confeccionar alhajas y otros artículos.
El contenido de oro podría ser mucho mayor en alhajas antiguas, como las que han pasado de generación en generación. Eso suele ocurrir entre familias originarias de México, Centroamérica y partes de América del Sur donde la artesanía del oro ha tenido una gran importancia desde las culturas precolombinas.
En esos casos, la calidad del oro podría ser muy superior a la de las alhajas que se venden comúnmente en las joyerías. No obstante, seguramente le ofrecerán menos dinero del que usted espera obtener, anota Johns.
En la joyería moderna, el contenido de oro más alto que suele encontrarse en el mercado es 18K. O sea, contiene 18 partes de oro y las otras 6 podrían ser de otros metales. Además de quilates, cuya unidad equivale a 200 mg, la proporción del oro se mide en milésimas de gramo por parte para determinar su pureza. Al venderse en lingotes y monedas como objetos de inversión, 0.995 se considera como muy puro.
Las autoridades urgen precaución ante el auge de comercios que compran y venden oro y de cualquier tipo de transacción relacionada con él. Ese tipo de ofertas a través de la televisión y otras formas de promoción comercial podría resultar en fraude o, por lo menos, en transacciones injustas para el consumidor.
De la misma forma, están aumentando las llamadas "gold parties", o reuniones tipo social en casas particulares en las que se invita a que los participantes vendan sus alhajas de oro. Usualmente, los anfitriones reciben comisiones de las compañías que comercian oro.
En particular, se aconseja tener mucho cuidado con las ofertas de compra y venta de oro a través del Internet. Aunque algunos son comercios bien establecidos, muchos otros podrían ser de estafadores.
Algunos compradores piden que se les envíen las alhajas para ellos evaluarlas y luego ofrecen su precio de compra, que podría ser muy por debajo del valor de las joyas, basado sólo en el contenido de oro.
"Usted podría pensar que sus alhajas valen $500, pero podrían ofrecerle sólo $200 por ellas" señala Johns. "Antes de tratar de venderlas, uno debe informarse bien de cuánto realmente vale el oro que piensa vender".
También están aumentando las estafas, incluyendo el trillado truco de personas que asechan a sus víctimas a la entrada de centros comerciales; se dicen estar en graves apuros económicos y ofrecen vender sus alhajas de oro, supuestamente de gran calidad, a precios sumamente rebajados.
Las autoridades advierten que la calidad del oro en esos artículos es muy inferior al que las víctimas esperaban obtener. En muchos casos, ni siquiera es oro lo que compran en ese tipo de transacciones. De ahí que Johns recomiende comprar sólo de comercios bien establecidos.
"Es muy importante hacer trato con alguien que tiene su reputación bien establecida. Muchas joyerías están comprando oro y podrían resultarle mejor que vender o comprar sus joyas a través del correo", aconseja ella.
Las joyerías locales, según Johns, son una buena fuente para investigar el valor de las alhajas antes de ponerlas a la venta.
Para más seguridad, Johns aconseja tratar con comercios afiliados al Better Business Bureau. Esta organización no lucrativa recaba información que ayuda a determinar si éstos se adhieren a las normas de la ética comercial, basándose en quejas y recomendaciones presentadas por clientes.
La importancia del oro, ayer y hoy.
El brillo dorado que ha fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales ha hecho del oro la norma de poder adquisitivo en turbulencias políticas o económicas, como está manifestándose nuevamente a raíz del caos en los mercados financieros.
"En tiempos de crisis, el oro es una moneda internacional", anota Johns. "Uno puede usarlo para comprar alimento. El dinero puede perder su valor, pero el oro usualmente no lo pierde".
Para la mayoría de los estadounidenses, desde hace muchos años el oro ha tenido un valor principalmente estético, sobre todo en forma de alhajas. Para los inmigrantes el oro es mucho más importante.
"Eso lo aprendí de unos refugiados cubanos a quienes conocí en los años 60", contó Johns de su interés al preguntar por qué esos exiliados de la revolución cubana solían portar tantas alhajas de oro.
"Dijeron que todo su dinero lo invirtieron en oro para usarlo en tiempos de crisis, porque el oro es como dinero en cualquier parte del mundo", contó Johns. "Tuve otro vecino, de la Isla de Malta, para quien las joyas de oro eran muy, pero muy importantes como reserva en casos de problemas económicos".
Johns también aprendió del valor sentimental que las alhajas tienen para muchas familias de inmigrantes que las han heredado de sus antepasados. "De verdad, si realmente atraviesan por una crisis, desearía que sus alhajas familiares fueran lo último que tuviesen que vender", dijo.
El oro, como objeto de valor, ha ocupado un sitio preponderante en las culturas más importantes a lo largo de la historia. Se le describió como tal en jeroglíficos egipcios 2600 años antes de la Era Cristiana. Se le menciona igualmente en múltiples ocasiones en escritos bíblicos judeo-cristianos.
En la América precolombina el oro también tuvo una gran importancia, principalmente en las culturas prehispánicas de México y Centroamérica, Colombia y Perú, como consta en la gran abundancia de joyas arqueológicas de oro puro esparcidas en museos y colecciones privadas. Su abundancia despertó la avaricia de los exploradores europeos y fue un factor determinante en la conquista y colonización del nuevo continente.
Desde el siglo pasado el oro ha servido como patrón en los mercados monetarios internacionales, especialmente luego de la Segunda Guerra Mundial. Desde 1968, el precio internacional del oro se cotiza en base a las fluctuaciones que se reportan al inicio y al cierre de las operaciones cotidianas de un mercado londinense, el London Gold Fixing.
Además de su valor como inversión financiera, el oro juega un papel importante en el desarrollo industrial y científico.
De casi 2,500 toneladas de oro que se procesan anualmente en todo el mundo, 500 toneladas se destinan a los mercados financieros en forma de lingotes o monedas de gran pureza. El resto se usa en joyería y fabricación industrial. Se usa extensamente en la electrónica y en el sector de salud porque, además de su maleabilidad, el oro tiene excelentes propiedades conductivas y anticorrosivas.
Todo eso no hace al oro el metal más valioso que produce la tierra. Pero sí el más codiciado.

By Alberto Hauffen
Author - Sr. Public Information Representative