RIVERSIDE- (UC) - La meta original del programa de clubes juveniles 4-H era incentivar a los jóvenes de familias campesinas a preservar la tradición agrícola; era necesario ayudarlos a resistir la tentación de buscar mejores oportunidades que les ofrecía la industrialización en áreas urbanas a comienzos del siglo pasado. 108 años más tarde, el enfoque es simplemente ayudarlos a aprovechar cualquier oportunidad de progreso, dondequiera que se les presente.
La necesidad de mantener a la juventud conectada con el agro es todavía parte integral de esos programas de desarrollo juvenil, que en California operan bajo la dirección de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
Los miembros de 4-H, de 5 a 19 años de edad, siguen aprendiendo las técnicas de criar animales de granja y cultivar la tierra. Son inconfundibles en eventos públicos; visten uniformes blancos con un trébol de cuatro hojas con las 4 haches como emblema. Y puede vérseles en las ferias agropecuarias exhibiendo el producto de su labor, que suelen vender para beneficio de sus clubes.
"Esta es sólo una manera en que puede apreciarse la importancia que la agricultura tiene en nuestra comunidad", señala Jeanne Lothridge, educadora de 4-H en los condados de Riverside y Orange. "Es muy importante que la gente se dé cuenta del papel que los adolescentes juegan en el futuro de nuestras granjas, no sólo en la crianza de animales o en la producción de cultivos".
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Bajo la tutela de los educadores de Extensión, los jóvenes no sólo aprenden las destrezas necesarias típicas de la industria agropecuaria: cómo mejorar la cría de animales y cultivos de siembra sino también el aspecto financiero de ese tipo de operaciones.
Siguiendo los principios del juramento del programa 4-H, establecido en 1902 bajo los auspicios del Departamento de Agricultura, se incentiva a sus miembros a que aprovechen al máximo sus talentos y habilidades para que tengan éxito en cualquier meta que se propongan, para su propio beneficio y el de sus comunidades.
"La mayoría de nuestros miembros continúan sus estudios en universidades y luego regresan a servir en sus comunidades. Luego de graduarse, muchos se convierten en maestros; tenemos algunos que ahora enseñan ciencias agrícolas", añadió Lothridge.
Los clubes 4-H operan ahora tanto en comunidades rurales como urbanas en coordinación con escuelas públicas. Sus actividades están encaminadas a motivar a los adolescentes a tener éxito en sus estudios; se les provee una amplia gama de experiencias para que desarrollen sus habilidades de aprendizaje y para comunicar sus inquietudes e intereses de la manera más productiva posible.
Muchos hombres y mujeres que son líderes en sectores industriales, financieros y políticos se han beneficiado y beneficiado a sus comunidades con la capacidad de liderazgo que se inculca en los jóvenes de 4-H. Su aprendizaje se enriquece con la variedad de actividades de los clubes, que incluyen visitas a centros de gobierno.
"Aprenden cómo se crean las leyes y de esa forma se interesan más en ser parte activa de la comunidad", explicó la educadora de 4-H. "Uno de los senadores estatales a quien tuvieron la oportunidad de conocer les contó que uno de sus asistentes internos era miembro de 4-H, como él mismo lo fue cuando era adolescente. Así que, 4-H los expone a una gran variedad de carreras a las que pueden aspirar".
Todo eso se adhiere a los principios básicos del juramento que se administra a los nuevos miembros basado en el significado de las cuatro haches, las iniciales de las palabras inglesas head, heart, hands, y health. Ellos juran dedicar su cabeza para pensar mejor; su corazón para mayor lealtad; sus manos para mejor servicio; y su salud para mayor beneficio de ellos, sus clubes, sus comunidades, su patria y el mundo.
4-H en el desarrollo de las ciencias
En respuesta al continuo descenso en las tasas de estadounidenses que estudian ciencias en las universidades, los clubes 4-H están poniendo más énfasis en despertar su interés por ese campo de estudios desde una edad temprana.
"4-H está tomando la iniciativa de proveer a estos adolescentes las oportunidades que puedan ayudar a elevar esos índices", explica Cynthia Barnett, asesora de 4-H en el condado de San Bernardino. "Confiamos en que esto les haga ver el impacto que esto tiene en sus comunidades y cómo ellos podrían ayudar a sus comunidades a tener un mejor nivel de vida".
Para ello, Barnett visita escuelas periódicamente para enfrascar a los alumnos en todo tipo de experimentos sencillos y divertidos; usualmente estos incluyen el uso de fuentes de energía naturales: el viento, aire y agua. En particular, se les hace ver la necesidad de aprovechar los recursos naturales de la manera más efectivamente posible para preservar la calidad del medioambiente.
"4-H es la organización juvenil más grande el mundo. En todo el país, cuenta con unos siete millones de adolescentes" explicó Barnett. "Y este tipo de actividades enfocadas en las ciencias es una buena manera de que no sólo participen en lo clubes 4-H sino de ayudar a sus comunidades y aprendan acerca de las fuentes de energía que ofrece el medioambiente", añadió la especialista en desarrollo juvenil de la UC.
Como en el pasado, el éxito de los clubes 4-H depende en gran medida de la participación de padres y madres de familia que contribuyen su tiempo y talentos en las actividades enfocadas en el desarrollo juvenil de sus hijos.
"Dependemos mucho en voluntarios para poder implementar nuestros programas educativos", enfatiza Barnett. "Ahora estamos enfocándonos en las ciencias y la tecnología. Pero los padres no deben sentirse intimidados si no saben mucho de eso; nosotros les proveemos entrenamiento, sin costo alguno, y tenemos a otros voluntarios que pueden asistirlos para que se integren a nuestro grupo”.
Para más información acerca de los clubes juveniles 4-H, contacte la oficina de Extensión Cooperativa de su condado. O visite el sitio del Programa 4-H http://www.ca4h.org/.