Una razón más para consumir verduras crucíferas
BERKELEY - (UC)- El papel que el consumo de verduras frescas juega en mantener la salud no es ningún secreto. Pero, según un científico de la Universidad de California, comer las de un grupo en particular podría proteger al cuerpo de enfermedades letales como el cáncer.
Se trata de las crucíferas, encabezadas por el brócoli, que el catedrático en toxicología Len Bjeldanes ha estudiado por años en su laboratorio de la Universidad de California en Berkeley.
El brócoli es una rica fuente natural de un compuesto químico conocido como diindolilmetano, o DIM. Este, según Bjeldanes, actúa como un potente supresor de células cancerígenas en pruebas con ratones; él piensa que podría tener el mismo efecto en combatir cáncer de próstata y de los senos.
"Realmente nos sorprendió ver que logramos reducir en un 80 por ciento la cantidad de virus que podría proliferarse en esos animales, luego de administrarles DIM", dijo el científico de los experimentos que realiza junto con su colega, el experto en biología molecular Gary Firestone.
"Hemos estado estudiando los efectos que el consumo de verduras podría tener en el desarrollo de cánceres de las glándulas mamarias", dijo. "Y, sí, tenemos una buena cantidad de información que confirma que tienen un efecto protector".
Bjeldanes piensa que ese efecto puede obtenerse también al consumir otras verduras crucíferas, como la col o repollo, col rizada, col de Bruselas y coliflor. El científico ha observado estas propiedades en los patrones alimenticios típicos de los países asiáticos.
El consumo de brócoli, repollo, bok choy y otras verduras crucíferas con alto contenido de DIM parecen influir en la baja tasa de cáncer de la próstata en esos países, según Bjeldanes. Los índices de cáncer prostático se elevan en los hombres asiáticos al emigrar a Estados Unidos y cambiar sus hábitos alimenticios.
"El cáncer de próstata en su primera etapa es susceptible al andrógeno, una hormona masculina. Y por eso su tratamiento consiste típicamente en medicamentos antiandrógenos", explicó el científico. "Eso hace que nuestro hallazgo de esa sustancia química antiandrógena en las plantas crucíferas sea un mayor augurio".
El siguiente paso será comprobar si el efecto encontrado en experimentos con ratones se manifiesta en ensayos con humanos.
"El DIM es el primer ejemplo de la presencia natural de este compuesto antiandrógeno en las plantas que conocemos, lo cual es algo maravilloso", dijo Bjeldanes.
Sin embargo, el científico señala que comer más verduras de ese tipo no significa una cura milagrosa ni inmediata contra el cáncer, sino que su consumo resulta en una gran aportación nutricional para el cuerpo. Le da un gran impulso a su sistema inmunológico para combatir cualquier tipo de virus.
De hecho, el efecto anticancerígeno del DIM se logra al masticar y digerir las verduras que lo contienen, sobre todo el brócoli; el compuesto curativo se sintetiza como otros compuestos benéficos de los nutrientes que deben incluirse en una buena alimentación.
No obstante, Bjeldanes enfatiza incluir verduras ricas en DIM en la alimentación. No le cabe duda de que estas sean una importante arma para que el cuerpo pueda defenderse.
"Esos compuestos químicos son importantes en activar la respuesta inmunológica y ayudar al cuerpo a combatir los organismos villanos, las bacterias o virus", afirmó el científico de la UC.
Para lograr el mejor aprovechamiento de nutrientes en el brócoli y otras verduras crucíferas, los expertos en nutrición aconsejan consumirlas crudas, en ensaladas, o cocinarlas al vapor. Al hervirlas, se destruye más de la mitad de sus nutrientes.