- Author: Norma De la Vega
Los insectos son una fuente de alimento en muchos países donde se consumen como una alternativa de nutrición o bocadillo exótico. Pero más allá de la necesidad o el gusto, está la ciencia, y dos expertos de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California (UC ANR) efectuaron una investigación para evaluar si los grillos podrían ser la nueva fuente de proteína que el mundo necesita.
“El mensaje principal de nuestra investigación fue que el cultivo de insectos podría aumentar el suministro de proteína en la alimentación; sin embargo, un gran número de aseveraciones recientes respecto a la sustentabilidad han sido exageradas”, señaló, el agrónomo Mark Lundy quien realizó el estudio junto con el entomólogo Michael P. Parrella.
Según el experto, los grillos podrían ser una fuente sustentable de proteína siempre y cuando se encuentre el mecanismo que permita reciclar desperdicios que no están siendo utilizados en la actualidad y que podrían servir como alimento para los grillos u otros insectos; pero se necesita más investigación.
“Si tan solo sustituyéramos el consumo de algo que comúnmente comemos como proteína, como pollo por grillos, en realidad no estamos obteniendo un aumento neto de proteína en el sistema alimentario, a menos que los grillos u otros insectos puedan aportar fuentes de alimento que sea únicas. Si alimentamos a los grillos con los mismos materiales con que ya se alimenta a los pollos, no hay un incremento en la efectividad de comer estos materiales”, indica Lundy. “Nuestro estudio demuestra que los beneficios de sostenibilidad asociados con el cultivo de grillos, como una fuente alternativa de proteína, dependerá, en gran parte, de qué se da de comer a los grillos y con qué tipo de producción de ganado se les compara”.
Encontrar nuevas fuentes sustentables de proteína es importante debido a la creciente demanda mundial de alimentos. En el 2030 se tendrá que alimentar a más de 9 mil millones de personas, y se teme que no habrá suficiente alimentos si no se encuentran nuevas formas sustentables de producción.
“Definitivamente creo que tenemos que estar abiertos a la exploración de alternativas. El cambio climático va a alterar fundamentalmente el ciclo de los nutrientes en el planeta, por lo que creo que tenemos que estar abiertos a nuevas opciones para la producción de alimentos y el cultivo de los insectos es sin duda un tema poco explorado y estudiado que quizás podría ser beneficioso o no serlo para nosotros en el futuro”, sostiene Lundy.
El reto consiste en producir más alimentos pero sin exacerbar los recursos naturales, es decir respetando el aire, agua y tierra. Y hay quienes consideran las ventajas del cultivo de insectos, entre ellas: pueden alimentarse de residuos biológicos transformándolos en proteínas de alta calidad y utilizan menos agua y generan menos gases de efecto invernadero que el ganado.
Según Lundy, su estudio ha demostrado que las ganancias en sustentabilidad asociadas con el cultivo de grillos como una fuente alterna de proteína dependen en gran medida de lo que se dé a comer a los grillos y con qué sistemas de producción de ganado se les compara. Y para esto se debe encontrar la manera de alimentar a los insectos con desperdicios que no están siendo aprovechados.
Es algo que ya se hace en la crianza de algunos animales comestibles con el pienso. Un ejemplo de esto son los granos de cerveza, concretamente el bagazo que se desecha, después de que la bebida ha sido procesada, y que sirve de alimento a cerdos, aves de corral y otros.
Actualmente hay toneladas de desechos biológicos que no se están utilizando. “Si pudiéramos usar a los insectos como un mecanismo para tomar desperdicios y convertirlos en proteína que pudiéramos consumir nosotros mismos o dárselos a ganado, pollo y cerdos, eso podría ayudarnos a aumentar la cantidad total de proteína disponible en el sistema alimentario”, asevera Lundy.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en todo el mundo se consumen más de 1,900 especies de insectos. En Estados Unidos la entomofagia –el consumo de insectos por seres humanos- está captando la atención debido a programas culinarios que muestran insectos como alimentos exóticos. Entre los insectos que más se consumen están: los escarabajos, grillos, orugas, hormigas, avispas y saltamontes. En México se han identificado 549 especies comestibles, entre ellas el gusano de maguey, escamoles, jumiles, chapulines y escarabajos; se comercializan cerca de 95 de estas especies.
Lundy sostiene que es posible que muchas personas hayan comido una pequeña porción de grillos sin saberlo, pues hay empresas que los usan para producir harina de grillos secos o incluso en algunas barras de proteína, pero la porción es tan pequeña que ni siquiera puede percibirse en el sabor. Por su parte, el investigador ya ha comido grillos.
“Saben bien y también he comido chapulines en México; son buenos y traté de hacer chorizo con ellos, pero no he tenido mucho éxito. Saben sabrosos y se sienten como otras fuentes de proteína, se mastican bien y cuando se muerde sale un poco de jugo si no se les ha sobre cocido”, indica el experto.
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Los grillos son el insecto que más se cultiva en el mundo para el consumo humano; en los Estados Unidos se usan como alimento para ganado, pero en Asía se destinan al consumo humano. “Los grillos, desde el punto de vista evolucionario, son similares a los camarones y hay quienes los comercializan como camarones de tierra, en lugar de camarones de mar y tienen características nutritivas similares”, sostiene Lundy.
Investigadores de UC ANR van a continuar explorando el tema, y de hecho, ya han desarrollado un método para evaluar posibles desperdicios que no se aprovechan en la actualidad y que pudieran servir de alimento a los insectos como los desechos agrícolas. Sin embargo se ha cambiado el estudio de los grillos por la mosca soldado negra porque el tipo de desperdicios utilizados en la investigación encaja mejor con la conducta y ciclo de vida de la mosca, la cual consume mejor los desperdicios que los grillos.
Finalmente, Lundy anima a todos a aventurarse y probar insectos.
“Yo exhortó a las personas a que mantengan una mente abierta y prueben cosas nuevas que sean una aventura y algo divertido; y si nos puedan ayudar a despertar más el interés por este tema, sería algo bueno”, concluye el experto.
Una iniciativa para mejorar sistemas alimentarios sustentables y competitivos es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.
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