Los dedicados cultivadores y la labor investigativa de la Universidad de California han hecho de los aguacates de California una historia de éxito. Como parte de la Iniciativa Alimentaria Global de la UC, la cual está canalizando recursos de la UC a los esfuerzos por alimentar de manera sustentable a la creciente población mundial, la experiencia con el aguacate de California puede ayudar a aliviar la inseguridad alimentaria y pobreza en el extranjero.
Dos especialistas de Extensión Cooperativa de la UC descubrieron una forma de hacerlo en Tanzania, África, donde el 69 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza y un 16 por ciento de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición. En marzo del 2017, el especialista en bio control de la UCCE, Mark Hoddle y la especialista en cultivos subtropicales de la UCCE, Mary Lu Arpaia, viajaron hasta el este de la nación africana para ayudar a los cultivadores con su incipiente industria de aguacates.
A finales del siglo 19, los misioneros alemanes introdujeron los aguacates a Tanzania cuando fue colonizada por esa nación europea. Alemania perdió su influencia sobre el país africano tras la Primera Guerra Mundial, pero los enormes árboles de aguacate no comerciales siguen creciendo en el paisaje local.
Recientemente, los intentos por cultivar de manera comercial la popular variedad de aguacate Hass están ganando fuerza.
Ante la proximidad con el mercado europeo hambriento por aguacates frescos, la compañía Rungwe Avocado plantó 250 acres de la variedad Hass en las zonas montañosas alrededor de Mbeya cerca del lago Malawi, el cual delinea la frontera del suroeste de Tanzania con Zambia y Malawi. Para poder producir al nivel que haría práctica la exportación a Europa y apoyar a los residentes rurales con una opción empresarial viable, aproximadamente 3,700 pequeños agricultores terratenientes, conocidos como subcontratistas, fueron reclutados para cultivar aguacates. Ellos manejan pequeñas parcelas que pueden ser tan pequeñas como 20 árboles hasta superficies más grandes con más de 200 árboles; las granjas participantes se localizan a una elevación de 1,200 a cerca de 6,000 pies.
Sin embargo, esta incipiente industria está experimentando desafíos en su producción, provocando que la compañía contactara a Extensión Cooperativa de la UC. Académicos, especialista y asesores de la UC han conducido investigaciones acerca de los aguacates Hass durante décadas en California y trabajando en estrecha colaboración con los agricultores para ampliar la información que ha apoyado el desarrollo de una industria de alto rendimiento, con árboles que producen frutos de alta calidad, valorados en más de 400 millones de dólares al año.
“Uno de los objetivos de la Iniciativa Alimentaria Global es desplegar las mejores prácticas investigativas y de extensión de la UC para abordar el principal desafío de mejorar la producción alimentaria”, dijo Arpaia. “Por eso fuimos a Tanzania”.
Hoddle y Arpaia visitaron a los cultivadores, técnicos de extensión, gerentes de las empacadoras y expertos en logística. Identificaron los desafíos que enfrenta la industria del aguacate en cuanto a producción, manejo de plagas y frutos.
“La situación en Tanzania es bastante diferente a la de California y también diferente comparada con Centro y Sudamérica, donde también trabajamos con problemas relacionados con la producción de aguacates”, manifestó Hoddle. “Pero identificamos problemas familiares que afectan la administración para los cuales existen soluciones”.
Hoddle examinó, en Tanzania, los árboles de aguacate y sus frutos y recogió especímenes de insectos. Dijo que el daño causado por los insectos era mínimo en el momento de su visita de una semana.
“Eso me sorprendió debido a la biodiversidad de insectos en África”, señaló el experto. “Había muy poca evidencia de hojas consumidas. Había alguna evidencia de daño en los frutos causado por insectos alimentándose de la cáscara, no parece que tienen el gorgojo perforador del fruto u orugas que vemos comúnmente en partes de México, Centro y Sudamérica”.
Un asunto crítico es extender la información entomológica a las granjas de la periferia para mejorar su habilidad para identificar y manejar a los insectos benéficos y plagas del cultivo.
“No cuentan con los lentes de aumento, los viales para muestras y cajas para insectos que por lo general usamos para la identificación de insectos”, manifestó Hoddle. “Les enseñé mi navaja Leatherman, la cual puede ser usada para cortar el fruto y detectar el daño. Ellos necesitan de estas herramientas básicas”.
Siendo una experta en la post cosecha, Arpaia pudo identificar distintas maneras para mejorar las prácticas de recolección, manejo, almacenamiento y transportación que pueden dar como resultado la llegada de fruta de alta calidad a Europa.
Los dos científicos elaboraron un informe, el cuan enfatiza la necesidad de proveer a los cultivadores de la periferia con equipo básico e información agronómica.
“Queremos ayudarles a ser mejores agricultores de aguacates, para que la cosecha pueda contribuir a la economía del país”, dijo Arpaia. “El impulsar esta industria también dará a al pueblo de Tanzania la oportunidad de agregar los aguacates nutritivos a su alimentación”.