Tengo que admitir que no soy una gran admiradora del sabor de los persimones con una excepción…secos. Los persimones secos tienen un sabor más intenso y son una maravillosa y saludable botana. Yo he deshidratado los persimones Fuyu simplemente cortando la fruta de manera horizontal en rebanadas de mas o menos un cuarto de pulgada y metiéndolas en un deshidratador de alimentos. Es un método muy fácil para preservar la fruta. Son una golosina sabrosa pero pueden resultar un poco correosos y quebradizos.
La fruta es típicamente cosechada desde finales de septiembre a principios de noviembre. Asegúrese que deja el peciolo en la fruta cuando la cosecha; lo necesitará para colgarla. Se pela la fruta y se cuelga completa para secarla en un área tibia con buena circulación de aire y protegida de la lluvia. La fruta se deja colgando durante tres a siete días hasta que forma una cáscara en la parte exterior. Luego la fruta se masajea suavemente para romper la pulpa dura interna. El proceso de masajeo se repite cada tres a cinco días durante tres a cinco semanas. Cuando la fruta está lista, se le forma una pelusa de azúcares en la superficie, creando una sofisticada cubierta blanca.
Usted puede saber que la fruta está lista cuando la pulpa se ha fijado y ya no puede rodarla. Si es así, retírela del gancho donde la ha colgado. A mi me gusta aplanar la fruta usando un palote o rodillo y luego colocarla en capas y guardarla. Si la empaqueta en un bonito contenedor sirve como regalo para un invitado o para las fiestas decembrinas.