RIVERSIDE- (UC)- Descongelar el pavo, preparar el relleno, rellenar el pavo...todos pasos de una deliciosa cena tradicional para el Día de Acción de Gracias que pueden poner en riesgo su salud y la de sus seres queridos debido a que el pavo y el relleno pueden contener bacterias que pueden provocar una intoxicación.
Las economistas del hogar de Extensión Cooperativa de la Universidad de California enfatizan la importancia de tomar las debidas precauciones al preparar y rellenar el pavo para asegurarse de que el guajolote que servirá sea suculento y saludable.
Si compra un pavo crudo, refrigérelo o congélelo tan pronto llegue a casa. Si lo refrigera, debe cocinarlo en los próximos dos días.
Si congeló un pavo fresco o compró uno congelado, debe empezar a descongelarlo teniendo en cuenta que toma 24 horas por cada 5 libras de peso. Así que un ave de 16 a 20 libras tomará de 3 a 4 días para descongelarse en el refrigerador. También puede descongelarlo en agua fría, calculando 30 minutos por libra y cambiando el agua cada media hora. Si el pavo tiene instrucciones sobre cómo descongelarlo en el horno de microondas, puede hacerlo así también. No se recomienda este método si el pavo es bastante grande. Recuerde que debe prepararlo tan pronto lo descongele.
Es primordial que tenga un termómetro para carnes si va a rellenar el guajolote. Asegúrese de revisar la temperatura del relleno ya que puede no ser lo suficientemente alta; aunque el pavo ya haya alcanzado los 180° F en la parte interna del muslo, quizás el relleno aún no haya alcanzado los 165° F que se recomiendan para destruir posibles bacterias. Si el resto del ave ya está bien cocido, pero el relleno no registra los 165° F, necesitará cocerlo por más tiempo, corriendo el riesgo de cocer demasiado la carne. Para mayor precaución y para asegurar un cocido parejo, hornee el relleno por separado.
Algunos pavos congelados han sido rellenados en la planta procesadora bajo inspección del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Si sigue las instrucciones del empacador, puede disfrutar de estos pavos sin ninguna preocupación.
Para preparar el relleno, mezcle los ingredientes justo antes de rellenar el pavo. Puede preparar los ingredientes secos o líquidos con anticipación y tenerlos refrigerados, por separado, hasta que vaya a mezclarlos, ya sea para rellenar el ave o para cocerlos en un recipiente.
Al rellenar el pavo, deje que el relleno quede un poco suelto, no muy apretado; calcule como 1/4 de taza por cada libra de pavo. Debe quedar húmedo y no seco ya que el calor destruye las bacterias más rápidamente cuando hay humedad.
Una vez que tenga relleno el pavo, colóquelo inmediatamente en un horno que ya tenga una temperatura mínima de 325° F. Aunque el pavo tenga uno de esos termómetros que "saltan" cuando se supone que el ave está cocida, es recomendable que use un termómetro especial para carnes para probar la temperatura del pavo en varios lugares, especialmente en la parte más interna del muslo y en el centro del relleno.
El guajolote estará listo cuando el termómetro llegue a los 180° F en el muslo y el relleno registre 165° F. Espere luego unos 20 minutos para sacar el relleno del pavo y rebanar la carne.
Después de la cena, recuerde que no debe dejar pasar más de dos horas antes de refrigerar lo que sobre del pavo. Quite los huesos y coloque la carne en recipientes poco profundos. Refrigere el relleno por separado. Congele los sobrantes o use el pavo y el relleno que le quedo en los próximos cuatro días; la salsa del pavo deberá consumirse en uno o dos días.