De
cada mil adolescentes anglosajonas, 30 quedan embarazadas y dan a luz. Entre la
población de origen asiático y de las islas del pacífico, la cifra es de 23 por
cada mil, mientras que entre los indios norteamericanos, el número de
nacimientos es de 65 por cada mil y para la población afroamericana asciende a
78 por cada mil nacimientos. Al examinar la situación entre las latinas, de cada
mil adolescentes latinas, 113 tienen un bebé.
Stephen
Russell, especialista en desarrollo juvenil con la Universidad de California y
Elizabeth Gong, coordinadora del proyecto, vienen analizando las recomendaciones
que propone el Consejo Nacional de La Raza para la prevención eficaz de
embarazos juveniles. Entre ellas se encuentra el que se involucre a la familia,
especialmente si la madre adolescente vive con su familia; se reconozca y
responda con sensibilidad a valores culturales respecto al papel del hombre y de
la mujer; se enfatice la educación escolar y se brinde apoyo para alcanzar las
metas. También se recomienda que se tengan estrategias específicas para
establecer contacto con los varones jóvenes y se involucre a la pareja de la
muchacha o al padre del bebé.
Resultados
preliminares del estudio indican que la mejor forma de prevenir embarazos entre
adolescentes varía de un grupo cultural a otro y aun dentro del mismo
grupo.
Los
resultados del estudio se compartirán con personal que trabaja en la prevención
de embarazos para fortalecer la capacidad de las escuelas y agencias
comunitarias de prevenir embarazos juveniles. Al concluir el estudio se
elaborarán materiales educativos y se organizarán sesiones de
entrenamiento.
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