Para los jardineros del hogar, la primavera es una época del año muy ocupada y no existe un tomate con mejor sabor que el que crece y se madura en su propia planta. Pero existen muchas medidas de seguridad que deben seguirse para prevenir la contaminación de las frutas y verduras con patógenos que causan serias enfermedades.
Michele Jay-Russell, veterinaria y microbióloga del Instituto Western para la Seguridad y Protección Alimentaria (Western Institute for Food Safety and Security - WIFSS) y gerente del Centro Western para la Seguridad Alimentaria (Western Center for Food Safety - WCFS), recientemente colaboró en un estudio que resalta la necesidad de estar consientes de los peligros asociados con el uso de estiércol crudo de animal para fertilizar los jardines caseros.
La base del estudio se originó en julio de 2010 cuando una yegua percherona de una granja rural del Norte de California fue llevada al William R. Pritchard Veterinary Medical Teaching Hospital para ser tratada de cólico. Siguiendo el protocolo, los veterinarios del hospital le realizaron pruebas de laboratorio para detectar la bacteria Salmonella con el fin de evitar la posible contaminación de otros caballos durante la hospitalización. Las pruebas resultaron positivas y después de aplicársele un tratamiento para el cólico a la yegua, se le envió de regreso a casa. Los dueños notificaron entonces a los veterinarios que algunos de los otros caballos de tiro se encontraban también enfermos — se realizaron pruebas a los ocho, y seis resultaron positivos con la misma cepa de Salmonella Oranienburg, incluyendo a la yegua que todavía tenía la infección.
Jay-Russell oyó del caso por boca de su colega John Madigan, profesor de medicina y epidemiología de citada escuela. Los dueños de la granja invitaron a Jay-Russell y Madigan a visitar la granja para ver si podían descubrir la causa de la infección con Salmonella. Los veterinarios tomaron muestras del agua de los abrevaderos, de las pilas de estiércol almacenado, de las heces de pavos silvestres y de la tierra del huerto familiar donde se había utilizado estiércol crudo de caballo como abono. Cada uno de esos sitios presentó un porcentaje de muestras positivas durante el periodo comprendido entre agosto 2010 a marzo 2011.
“Les mostramos a los propietarios como seguir obteniendo muestras y les proveímos un número de FedEx para enviárnoslas a UC Davis”, dijo Jay-Russell. “Durante todo ese tiempo, las muestras de tierra del huerto continuaron saliendo positivas, lo cual demuestra que esta cepa de Salmonella puede persistir por meses.”
A pesar de que los investigadores no pudieron estar completamente seguros sobre la fuente original de la Salmonella en la granja, sospechan que un reciente brote entre la población de pavos silvestres de la propiedad introdujo la bacteria a los caballos al defecar en los corrales y abrevaderos. Especularon que los pavos silvestres introdujeron la Salmonella a la propiedad, sin embargo no pudieron descartar la posibilidad de que los pájaros pudieran haber sido expuestos en la misma granja, ni otras fuentes potenciales de Salmonella.
“Lo más claro de todo es que el estiércol crudo de caballo aplicado como fertilizante fue la fuente mas probable de la contaminación de la tierra del huerto”, explicó Jay-Russell. “Sospechamos que el clima húmedo del condado de Mendocino pudiera haber contribuido a la longevidad de esta bacteria en la tierra mucho tiempo después de que los dueños dejaron de aplicar el estiércol de caballo en el huerto. Por fortuna, los dueños no se enfermaron, pero nuestra investigación demostró el potencial que existe para una diseminación más amplia de Salmonella en el ambiente de una granja tras la infección de caballos”.
Con el fin de promover prácticas seguras de jardinería, Jay-Russell se ha unido a Trevor Suslow, un especialista en seguridad alimentaria de Extensión Cooperativa en el Departamento de Botánica, para hablar a pequeños grupos de granjeros en todo el estado sobre estas prácticas. Ellos también utilizan un folleto en inglés y español titulado Consejos sobre seguridad alimentaria en su jardín comestible (Food Safety Tips for Your Edible Home Garden) que incluye información sobre el uso seguros de estiércol de origen animal y la maneras de minimizar la contaminación fecal de origen animal.
“Es bueno informar a la gente sobre los riesgos y corregir la desinformación sobre las maneras de tratar la pila de abono antes de usarla en el jardín”, indicó Jay-Russell. “El principal mensaje que se pueden llevar a casa sobre esta experiencia es que hay que tener mucho cuidado de no usar estiércol de caballos enfermos — y ser precavidos cuando se le ofrece estiércol gratis — usted no sabe qué contiene. El abono comercial debe comprarse de una fuente respetable”.
La experta urge a los jardineros a tomar una clase y aprender a producir abono de manera correcta y segura. Cada condado de California cuenta con consejeros de Extensión Cooperativa de la Universidad de California y muchos cuentan con programas de jardineros maestros que ofrecen información sobre seguridad alimentaria.