Los niños aprenden mientras cocinan

May 7, 2008
AUBURN – (UC) – Muchas veces los padres se quiebran la cabeza tratando de encontrar una actividad que mantenga a sus hijos ocupados pero al mismo tiempo aprendiendo, sin darse cuenta de que la cocina es el lugar ideal para ambas cosas.
 
La mayoría de los niños aprenden rápido que comer es divertido. También les encanta ayudar a los adultos en la cocina. Combine ambas cosas y obtendrá la receta perfecta para ayudarles a aprender.
 
"Los niños aprenden más cuando se mantienen ocupados y les gusta los que están haciendo", indica Sharon Junge, consejera de nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. Cuando se entretienen fregando, mezclando, revolviendo, amasando, untando, exprimiendo y vaciando, no se dan cuenta que existe un ingrediente especial que usted está agregando: ¡Se llama aprendizaje!
 
El cocinar incluye leer y hablar. Hay mucho de qué hablar mientras se lee la receta, se siguen las instrucciones y se prepara. Los niños aprenden un poco de matemáticas mientras cuentan, miden y siguen las instrucciones de la receta paso a paso.
 
"Los niños también aprenden sobre ciencias mientras observan cómo cambian los alimentos durante el proceso de cocción", agrega Junge. Aprenden sobre frío y caliente, cómo flotan y se hunden los ingredientes y cómo se disuelven, derriten y congelan.
 
Los padres también pueden enseñarles a sus hijos sobre la buena nutrición y comidas de otros grupos étnicos mientras le ayudan en la cocina.
 
Los niños desarrollan su habilidad de pensar mientras aprenden a comparar y a relacionar los resultados al preparar alimentos. Por ejemplo, si usamos mucha harina en nuestra receta para galletas, el resultado nos dará galletas secas y duras. Aprenden también sobre proporciones. Sabrán que si se dobla la cantidad de ingredientes en una receta, se obtendrán también más galletas.
 
Por otro lado, los niños también practican sus habilidades sociales cuando trabajan juntos en la cocina, toman turnos, comparten utensilios y resuelven problemas.
 
"Pero lo más importante", según la especialista, es que cuando los niños saben que pueden preparar alimentos para sí mismos y para otros, adquieren más confianza y su autoestima mejora.

By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager