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La humedad genera condiciones óptimas para la presencia de patógenos en los cultivos
Son brotes similares a los causados por El Niño en los años noventa
La ola de ríos atmosféricos que azotó todo el estado el invierno pasado creó las condiciones perfectas para los patógenos de plantas que no se habían visto en California durante décadas. Florent "Flo" Trouillas, patólogo de plantas de la Universidad de California en Davis, está recibiendo más llamadas de agricultores y asesores de granjas preocupados por el potencial daño a sus cultivos.
"Por lo general, cuando hay condiciones de lluvia, habrá problemas", dijo Trouillas, especialista de Extensión Cooperativa, con sede en el Centro de Investigación Agrícola y Extensión de Kearney en Parlier. "Durante años lluviosos estamos muy ocupados porque a la mayoría de los patógenos les gusta el agua".
Trouillas es como un detective de enfermedades. Divide su tiempo entre el campo y el laboratorio, trabajando para diagnosticar patógenos, enfermedades y otros problemas que afectan a los cultivos de frutas y nueces, almendras, cerezos, aceitunas y pistachos.
En una visita a un huerto de almendros cerca de Fresno, Trouillas se unió a Mae Culumber, asesor de cultivos de nueces para los agricultores de Extensión Cooperativa de UC en el condado de Fresno. Unas semanas antes, habían caminado por el huerto y observado que algunos árboles tenían una sustancia espesa similar una la gelatina llamada goma, lo que indicaba la presencia de un patógeno.
"Gran parte de lo que Florent está haciendo es tratar de evaluar las áreas afectadas", mencionó Culumber. "A veces las cosas pueden parecer una cosa, pero puede tratarse de otro problema".
Cuando regresaron semanas después, la goma color ámbar se había extendido por el dosel y parecía bolas de chicle pegadas a las ramas, algunas de las cuales ya se habían secado. "Esto se salió de control desde entonces", señaló Trouillas. "Esta rama se ha secado. La enfermedad se ha extendido ampliamente".
Del campo al laboratorio
Las pruebas de laboratorio confirmaron lo que Trouillas sospechaba: el responsable de la enfermedad era el Phytophthora syringae, un patógeno que puede afectar los cultivos de almendros, pero rara vez se encuentra en California. Cuando se encuentra, generalmente está en lesiones causadas por la poda, pero en este caso la infección comenzó en las ramillas del dosel o ramas pequeñas.
Esto representa una amenaza para un cultivo importante que genera anualmente 5 mil millones de dólares, según el Departamento de Alimentos y Agricultura de California. La última vez que el Phytophthora syringae afectó a California fue en los 90, después de una serie de tormentas relacionadas con El Niño. Trouillas, con memoria fotográfica, recuerda haber leído sobre esto en un viejo manual.
"Es raro en California y generalmente solo se registra después de inviernos extremadamente húmedos", expresó el experto, "la enfermedad solo se presenta después de estos inviernos con condiciones muy húmedas".
El Phytophthora se encuentra principalmente en la tierra y generalmente se encuentra en las raíces de los árboles, no en las ramas. Pero las intensas tormentas crearon las condiciones adecuadas para que el patógeno “nadará” hasta los troncos y los vientos lo esparcieran por el aire, y la lluvia lo dejó caer nuevamente en el dosel, dijo Trouillas.
Algunos árboles de este huerto morirán, pero otros pueden salvarse si se les cortan las ramas infectadas y se les aplica un fungicida adecuado, dijo el experto.
Identificación, diagnóstico y educación
Trouillas es uno de los más de cincuenta especialistas de Extensión Cooperativa de UC Davis, cada uno encargado de identificar problemas y desarrollar soluciones para la agricultura, el ecosistema y las comunidades en todo el estado.
En este papel, Trouillas no solo se enfoca en la patología e investigación, sino también en educar a los agricultores, personal de viveros, asesores de plagas y otros en cómo manejar posibles amenazas y prevenir daños a los cultivos.
"Su papel es muy importante", señaló Mohammad Yaghmour, asesor de sistemas de huertos de Extensión Cooperativa de UC en el condado de Kern. "No solo cumple con su misión de educar a los agricultores, sino que también es una fuente de educación para nosotros".
Trouillas suele realizar una o dos visitas por sitio a la semana, generalmente después de que un asesor de granjas solicita ayuda para resolver un problema que no puede resolver por su cuenta.
"Esto nos permite estar a la vanguardia de la detección de enfermedades en California", explicó Trouillas.
Le gustan estas visitas cuando lo llaman, como lo haría un médico, pero en este caso en los campos de cultivo. Y una de esas llamadas lo llevó a un huerto de cerezos en Lodi.
"Estos muchachos me ayudan mucho", dijo Andrew Vignolo, asesor de control de plagas de Wilbur-Ellis, quien solicitó la consulta. "Los molesté bastante".
La visita comienza como cualquier visita en el consultorio de un médico, solo que las preguntas llegan rápidamente mientras caminan por el huerto de Lodi, donde algunas ramas se están secando, hay goma y los árboles parecen estresados. Algunos parecen quemados por el sol. Las viejas lesiones de poda muestran cancro, lo que indica que los tratamientos anteriores no lograron eliminar lo que afectaba a los árboles.
Trouillas pregunta sobre los cultivares de los árboles, ya que algunas variedades son más susceptibles a plagas o enfermedades. Se enfoca en el estrés porque es algo que abre la puerta a las enfermedades.
"Estoy tratando de descubrir cómo fueron afectados de esta manera", manifestó Trouillas mientras caminaba por el huerto, “la bacteria del cancro es una enfermedad muy misteriosa".
Corta un poco de corteza para llevarla al laboratorio y examinarla. Quiere regresar el próximo invierno para tomar algunas muestras y ver dónde hiberna el patógeno.
"Dentro de unas semanas sabremos si tenemos posibilidades de combatirlo", agregó Vignolo.
Ya sea en Fresno u en cualquier otra parte del estado, Trouillas se enfoca en las condiciones locales. Pero lo que se aprende en un campo puede aplicarse a otros, proporcionando alertas tempranas o asesoramiento a aquellos que se encuentren en situaciones similares. "Todos estos esfuerzos de colaboración desde el campo hasta el laboratorio y los proyectos de investigación tienen un objetivo común: ayudar a los agricultores de California".
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Ricardo Vela
Descubren genes resistentes a enfermedad en la fresa y UC Davis recibe fondos para impulsar la producción mediante herramientas genéticas.
El subsidio de 6.2 millones de dólares se enfoca en proteger los cultivos a futuro.
Con su color rojo intenso y su corona de reina, la fresa se mantiene entre las frutas preferidas y es un cultivo importante en California. Aquí se producen aproximadamente 1,800 millones de libras de esa fruta anualmente, lo que representa alrededor del 88 por ciento de la cosecha en Estados Unidos.
Es un alimento clave en la dieta de los estadounidenses con alto contenido de vitamina C, fibra, minerales, antioxidantes y más.
Sin embargo; durante los últimos años la producción de esta fruta ha enfrentado pérdidas importantes debido a las enfermedades de la planta. Un ejemplo, es el marchitamiento por fusarium una amenaza constante para los productores, especialmente después del 2005 tras la eliminación del fumigante bromuro de metilo. Desde entonces, las cosas cambiaron, la enfermedad se encontraba en la tierra y sin ese fumigante, la incidencia del marchitamiento aumentó, especialmente en áreas en donde no se practica la rotación de cultivos.
“Una vez que se presenta el marchitamiento, la planta simplemente se colapsa y se seca por completo”, dijo Glenn Cole, reproductor y gerente de campo del Programa de Reproducción de Fresas de la Universidad de California en Davis.
Para resolver este reto, científicos de UC Davis, han estado investigando y descubrieron, recientemente, ciertos genes resistentes a la enfermedad letal transmitida por la tierra.
La investigación, de varios años, se publicó en la revista científica Theoretical and Applied Genetics, y la expectativa es que el descubrimiento ayudará a proteger a los cultivos de las pérdidas ocasionadas por la enfermedad, mencionó Steve Knapp, director del Programa de mejoramiento de fresas en UC Davis.
“Lo que hemos logrado aquí es importante y valioso para la industria y va a proteger a los agricultores”, agregó Knapp.
Los científicos analizaron miles de plantas de fresas en el invernadero de la universidad y tomaron muestras de ADN. Luego llegaron a cabo exámenes genéticos y desarrollaron un diagnóstico de ADN para identificar qué genes son resistentes al marchitamiento por fusarium.
“Los genes han estado flotando alrededor del germoplasma de la fresa durante miles de años”, señaló Cole, pero nadie se dio a la tarea de identificarlos.
Este último desarrollo trae a la “fresa al siglo 21 en términos de solucionar este problema”, añadió Knapp.
Protección para los cultivos
Este trabajo significa que los productores podrán introducir el gen resistente en las futuras variedades de fresa. Y en este otoño, el programa lanzará el nuevo tipo de cultivo que contiene el gen resistente al marchitamiento del fusarium. Las herramientas para el diagnóstico del ADN ayudarán a los productores a combatir las nuevas variantes de Fusarium que surjan.
“Habrá nuevas amenazas y queremos estar preparados para ellas”, manifestó Knapp. “Queremos entender cómo funciona esto en las fresas para que, si surgen nuevas amenazas, podamos abordarlas tan rápido como sea posible”.
“Si no cuentas con resistencia contra el fusarium, estás acabado”, dijo Cole. “La enfermedad puede estar presente más de lo que piensas”.
Todo el trabajo se llevó a cabo en UC Davis. Dominique Pincot, Mitchell Feldmann, Mishi Vachev, Marta Bjornson, Alan Rodríguez, Randi Famula y Gitta Coaker del departamento de Ciencias de la Plantas y Thomas Gordon del Departamento de Patología de las Plantas contribuyeron a la investigación, así como Michael Hardigan y Peter Henry quienes se encuentran ahora con el Servicio de Investigación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y Nicholas Cobo quien está en la Universidad de la Frontera en Chile.
La investigación fue financiada por UC Davis y subsidios del Instituto Nacional de Alimentos y la Iniciativa para la Investigación de Cultivos de Especialidad de la USDA.
UC Davis recibe fondos para producción y uso de herramientas genéticas
El gobierno federal otorgó 6.2 millones de dólares a la Universidad de California en Davis, para estudiar cómo pueden utilizar la información reproductiva y genética para proteger los cultivos de fresa de enfermedades y plagas.
El subsidio de cuatro años del Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura (NIFA) se enfoca en abordar las crecientes y emergentes amenazas contra las fresas.
Mejorar la producción de plantas, la edición de genes y otras tecnologías son aspectos claves para asegurar que los cultivos de fresas sean sustentables ante el cambio climático y la restricción de químicos, manifestó Knapp.
“Necesitamos tener la tecnología para poder hacer frente a los retos a los que se enfrentan las fresas en todo el mundo”, indicó Knapp. “Podemos utilizar el conocimiento genético para cambiar el ADN en un modo específico para obtener la resistencia que necesitamos.”
La industria de la fresa se ha quedado rezagada en comparación a otros cultivos como el tomate y trigo cuando se trata de innovación genética y técnica, indicó Knapp y el subsidio significa que “ahora quieren el pie en el acelerador”.
Una prioridad importante es identificar si al cambiar las moléculas de ADN se puede mejorar la resistencia a las enfermedades e identificar qué tecnologías se necesitarían. Parte del análisis será entender que algunos genes están expresados mientras que otros están suprimidos.
“Estamos tratando de crear una resistencia natural a los patógenos a través de los genes que ya existen, pero pueden ser modificados con este conocimiento”, dijo Knapp. “Si pudiéramos editar un gen que mejore la resistencia a los patógenos, a la gente le gustaría que usemos eso en la producción”.
La intención es producir cultivos resistentes a enfermedades e identificar mejores formas de diagnosticar, prevenir y controlar enfermedades de la planta.
El proyecto de investigación también incluirá una evaluación económica para valorar en el costo los cambios en la producción y comunicar a los granjeros los avances logrados en el laboratorio.
Gitta Coaker, de patología de las plantas y Mitchell Feldmann, Marta Bjornson y Juan Debernardi de ciencias de las plantas participan en esta investigación y son científicos del Politécnico de la Universidad del Estado de California, la División de Agricultura y Recursos Naturales, UC ANR, UC Berkeley, la Universidad de Florida y del Servicio de Investigación agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, USDA.
Expertos analizan costo y rendimiento en los cultivos de la fresa orgánica
¿Piensa cultivar fresas orgánicas comercialmente en la Costa Central?
Para ayudar a los agricultores a evaluar su viabilidad financiera, la Universidad de California calculó el costo de la producción y cosecha de la fresa orgánica fresca en los condados de Santa Cruz, San Benito y Monterey.
Es importante porque las bayas son frutas delicadas que requieren condiciones especiales de empaque para su transportación y la cosecha es manual, lo que puede reflejarse en el costo.
“El estudio revisa los últimos costos de producción, incorporando lo más reciente en el valor de la mano de obra, así como las actualizaciones a las técnicas agrícolas”, señaló Mark Bolda, coautor del estudio y asesor sobre fresas y arándanos de Extensión Cooperativa de UC para los condados de Santa Cruz, San Benito y Monterey.
El estudio “Sample Costs to Produce and Harvest Organic Strawberries in the Central Coast Region-2022” es una estimación del costo para producir y cosechar fresa orgánica en el área de la Costa Central-2022 y fue dado a conocer por la División de Agricultura y Recursos Naturales, UC ANR y el Departamento de Agricultura y Recursos Económicos de UC Davis.
Es un análisis basado en una granja hipotética, bien administrada, de fresas orgánicas que utiliza las prácticas agrícolas más comunes de la región; sin embargo, el precio de los materiales y las prácticas que se muestran en el estudio no se pueden aplicar a todas las granjas. Los productores, asesores y especialistas de Extensión Cooperativa de UC, y asesores en plagas aportaron sus opiniones y analizaron los métodos y resultados del estudio.
“Los productores pueden usarlo como referencia durante la comparación de sus propias estimaciones en costo y rendimiento, y para asegurarse que tienen una idea precisa de la rentabilidad de su empresa de fresas orgánicas”, manifestó la coautora Brittney Goodrich, especialista en economía agrícola de Extensión Cooperativa de UC. “Muchos prestamistas agrícolas usan este tipo de estudios para determinar la aprobación de solicitudes de préstamos operativos o de inversión para productores de fresas establecidos o potenciales”.
Los investigadores, basaron su análisis, en una granja agrícola de 30 acres, adyacentes de tierra en renta, en donde se sembraron 27 acres de fresas. El estudio incluye una lista de las variedades de fresas adecuadas para la región, pero no indica si se usó alguna variedad específica. La cosecha se ejecuta manualmente, desde abril hasta principios de octubre, con un pico en la cosecha de junio hasta agosto, y la fruta se empacan en bandejas que contienen ocho cajas de una libra cada una.
Los autores describen el tipo análisis que se usó para identificar el costo actual de los insumos de producción y pagos en efectivo, así como gastos generales que no son en efectivo. Las gráficas de análisis de rangos muestran los beneficios netos en una gama de precios y rendimientos. Otras gráficas muestran los gastos mensuales en efectivo, los costos y utilidades por acre, costo de equipo por hora y la inversión anual del equipo de toda la granja y los gastos generales de la empresa.
El estudio contiene una amplia sección sobre el costo de la mano de obra, bajo la nueva ley de California incluyendo tiempo extra.
“En esta ocasión ha llegado a una audiencia mucho más amplia a través de las presentaciones sobre este material a los estudiantes de Cal Poly, en San Luis Obispo, y también a un grupo de funcionarios de la USDA en la Comisión de Fresas de California”, mencionó Bolda.
“Todo esto destaca el valor de estos estudios para los productores de California y otros que trabajan en la agricultura”, agregó Bolda.
Copias gratuitas de este y otros estudios sobre el costo de producción para muchos productos básicos están disponibles. Para descargar los estudios sobre costo, visite el sitio web del Departamento de Agricultura y Recursos Económicos de UC Davis en https://coststudies.ucdavis.edu.
Este estudio de costo y rentabilidad fue financiado por el Departamento de Agricultura y Recursos Económicos de UC Davis.
Para información adicional o una explicación de los cálculos utilizados en los estudios, puede contactar a Jeremy Murdock, del Departamento de Economía Agrícola y Recursos de UC Davis, escribiéndole a jmmurdock@ucdavis.edu o a Bolda de Extensión Cooperativa de UC en el (831) 763-8025.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega
Diez mil libras de alimentos frescos donados gracias al trabajo de adolescentes en riesgo
Sembrar, cosechar y combatir el hambre en su barrio, actividades que han ayudan a cientos de adolescentes a florecer.
A Xavier, de quince años de edad el coraje le brotaba a flor de piel. “Nunca podré librarme de esto”, expresó el adolescente.
“Siempre quería pelear sin razón alguna; simplemente tenía un problema de ira y perdía el temperamento con la gente rápidamente”, agregó el estudiante del noveno grado y residente en una comunidad de bajos recursos en el condado de San Diego.
Xavier, quien se ha enfocado en mantener bajo control sus emociones, encontró una sensación de calma mediante el trabajo voluntario en un jardín comunitario donde se cultivan alimentos para las familias del barrio. Ahí inició primero como aprendiz y luego se convirtió en supervisor del huerto juvenil Segunda Oportunidad.
En California hay miles de niños y adolescentes que enfrentan hambre y falta de oportunidades. La pobreza está ligada a un sinnúmero de consecuencias negativas incluyendo baja autoestima, problemas de ira, enojo y delincuencia.
Second Chance, por su nombre en inglés, es una organización, no lucrativa, con base en San Diego, que trabaja en colaboración con la Universidad de California para romper los ciclos de pobreza. Ayuda a los adolescentes a superar abandono, abuso, adicción y/o antecedentes penales, asesorándolos para que tengan acceso a la salud física y mental, servicios legales, vivienda y a los alimentos saludables mediante el programa CalFresh.
“Segunda Oportunidad trabaja principalmente con adolescentes en las comunidades de color, ofreciéndoles capacitación y ayudándoles a desarrollar confianza en sí mismos”, sostiene Gail Feenstra, directora del Programa de Investigación y Educación Agrícola Sustentable de la Universidad de California
“El proyecto utiliza el enfoque ‘de la granja a la mesa' de manera que los adolescentes no solo cultivan los alimentos, también aprenden a cocinar y comer de manera saludable”, sostiene Feenstra.
Con su trabajo los adolescentes ayudan a combatir el hambre en su comunidad
Caelli Wright, gerente del programa Segunda Oportunidad, indicó que el huerto juvenil opera gracias a la colaboración de SAREP, un programa de la División de Agricultura y Recursos Naturales UC ANR que lucha a favor de la agricultura sustentable y el acceso a los alimentos saludables, organización que proporciona subsidio para la compra de los suministros.
Segunda Oportunidad es un programa donde todos se benefician, los adolescentes en riesgo adquieren conocimientos prácticos para tener éxito en la vida, a la vez que proporcionan a su comunidad, mediante su trabajo voluntario, un mayor acceso a los alimentos frescos.
Los jóvenes han cultivado 10 mil libras de alimentos para donar en la comunidad a través del Centro para la Salud Comunitaria de San Diego y la Primaria Encanto , ubicada a una cuadra del huerto.
Las actividades en el huerto juvenil, ayudan a los adolescentes a crecer emocionalmente. Específicamente a Xavier, su labor de voluntario le ha abierto una nueva perspectiva y mejor entendimiento sobre la importancia de desarrollar relaciones positivas. Algo que antes, como estudiante de una escuela del programa charter, no estaba acostumbrado a interactuar con otras personas y grupos.
“Aprender a ser paciente con otras personas y aceptar algunas veces que, si no sé algo, necesito preguntarlo, porque antes solía estar muy en mi ego que creía saberlo todo”, explicó Xavier. “Pero no lo sé todo – solo he aprendido a aceptar algunas cosas…eso es simplemente parte de la vida. Y es algo en lo que el huerto me ha ayudado personalmente”.
Oportunidades para crecimiento personal y social
Desarrollar y volver a desarrollar las habilidades sociales es importante para los adolescentes que permanecieron aislados, por un largo periodo, debido a la pandemia.
En el sureste de San Diego es difícil de encontrar programas que proporcionen a los adolescentes, de bajos recursos, la oportunidad crecimiento personal y exploración profesional. Alrededor de 400 jóvenes han participado en el programa Segunda Oportunidad, inició en 2012, para proporcionar a los adolescentes experiencia laboral única y habilidades valiosas.
“Los jóvenes a los que servimos provienen de vecindarios de bajos recursos que no tienen recursos”, dijo Wright. “Simplemente no tienen acceso a las mismas oportunidades como aquellos que viven en áreas de mayor poder económico. Así es como nuestro programa entra a crear esos servicios tan indispensables”.
Xavier, quien entró al programa tras escuchar que el paisajismo podría ser una carrera lucrativa, recientemente terminó su segunda temporada como supervisor en el huerto juvenil. Actualmente, él y su primo están planeando, gracias a sus nuevas destrezas, iniciar un negocio propio podand césped y ofreciendo mantenimiento de jardinería en su comunidad.
Además, a finales del mes pasado, Xavier se transfirió a una preparatoria con un ambiente más tradicional.“Después de haber asistido a una escuela charter durante dos o tres años”, me he dado cuenta que extraño estar alrededor de más gente”.
Los jóvenes se expresan, nosotros escuchamos: jóvenes en la agricultura creando conexión con la UC
Steven Palomares es uno de esos jóvenes. Como interno en la Granja WOW del 2016, Steven creció cosechando frutas y verduras que entregaba a los restaurantes locales y participó en una clase semanal de administración de negocios.
"Me gusta pensar en este huerto como algo muy importante para la comunidad”, dijo Steven. “Ya que la mayoría en [Oakland] son vecindarios de bajos recursos, esta granja les da acceso a frutas y verduras frescas. También les enseña a los jóvenes habilidades laborales que pueden aplicar en otros trabajos y les instruye un poco más acerca de nutrición”.
Muchos jóvenes hacen eco a los sentimientos de Steven, al obtener habilidades, un propósito, una comunidad y buena comida en los sitios de los que forman parte.
El Programa de Investigación y Educación acerca de la Agricultura Sustentable de la UC conocido por sus siglas como UC SAREP y Extensión Cooperativa del Condado de Los Ángeles de la UC han estado trabajando conjuntamente para entender mejor la forma en la que la Universidad de California puede apoyar la agricultura urbana a través del lente de los participantes jóvenes.
En la actualidad, Extensión Cooperativa de la UC cuenta con dos asesores dedicados a trabajar en la agricultura urbana. Rob Bennaton trabaja como asesor de agricultura urbana en el área de la Bahía y Rachel Surls, como asesora de alimentos sustentables en las granjas urbanas del condado de Los Ángeles. UCCE ofrece un sitio Web con recursos para granjeros urbanos, defensores de la agricultura urbana y quienes establecen las políticas o reglas.
"Nuestra esperanza es que, al escuchar a las personas que trabajan en la agricultura urbana y establecer sociedades con ellas, podamos encontrar maneras significativas y a largo plazo para apoyar su trabajo”, señaló Gail Feenstra, subdirector de UC SAREP. “Ellos comparten muchos de los mismos objetivos de la UC — se enfocan realmente en formar líderes que harán de nuestras ciudades lugares saludables y prósperos para vivir".
Steven Palomares podría ser uno de esos líderes. Steven inició en el 2015 su primer año en la carrera de ciencias biológicas y políticas en la UC Davis y se muestra interesado en realizar un trabajo que integre a las ciencias y política. También en su mente: algún día Steven quiere tener un huerto donde pueda cultivar los ingredientes necesarios para hacer salsa y guacamole.