La buena salud es el regalo que más anhelan los padres para sus hijos; sabemos que en la buena salud influyen muchos factores, además de la herencia y factores genéticos. Expertos de Extensión Cooperativa de la Universidad de California indican que aspectos tales como el lugar donde se vive, los ingresos y el nivel educativo de los padres tienen un rol determinante en la salud y bienestar.
ENGLISH SUMMARY: Low income families face serious challenges to eat a healthful diet and maintain a healthy life style. UCCE researchers have found that environmental and social factors such as where a person lives, income and educational level impact health and wellbeing. |
“Yo trabajé con el Dr. Tony, en el condado de Alameda, haciendo estudios para buscar cuáles son los factores que influyen en la salud total del individuo. Lo que encontramos es que la gente que vive en lugares donde hay más afluencia económica, son un poquito educadas, tienen acceso a productos más naturales, los precios son mejores, la calidad de vida y el número de años de vida se alarga. Cuando la gente vive en lugares en donde hay más pobreza, menos educación, menos acceso a los productos saludables, cuando se tienen problemas con los colegios, entonces el riesgo de vivir menos años aumenta”, indica Lucrecia Farfán, especialista emérita de nutrición.
Expertos en el tema indican que las familias de bajos ingresos enfrentan mayores obstáculos para mantener un estilo de vida saludable y citan como ejemplo el problema de obesidad.
Dorina Espinoza, asesora de nutrición en el condado de Mendocino sostiene que mientras el problema del sobrepeso se considere solamente como una responsabilidad individual será difícil encontrar soluciones duraderas. “El lugar de residencia importa, el tipo de alimentos que se elijen y las políticas que determinan el lugar donde uno vive, trabaja o estudia, también importan”.
Explica que cuando una persona desea tener una vida saludable, pero el entorno donde vive no es propicio para este estilo de vida, difícilmente podrá tener éxito duradero. “Uno de los mayores retos de por qué la obesidad prevalece entre familias de bajos ingresos está relacionado con la comunidad en donde viven. En los vecindarios de bajos ingresos hay muchos más restaurantes de comida rápida que en los vecindarios con ingresos altos; sabemos esto por la investigación. Y lo que pasa es que muchas personas de bajos ingresos tienen más de un trabajo y tienen, además, responsabilidades en casa y cuando se trata de comer, elijen alimentos rápidos porque donde viven están rodeados de esas opciones”, señala Espinoza.
La obesidad afecta a niños en todo el país, pero una investigación de la UC halló que existen disparidades étnicas, y los niños mexicoamericanos de 2 a 5 años de edad son más propensos a tener sobrepeso que los anglosajones o negros.
Haga clic aquí para leer el guión.
“El problema es que cuando los niños tienen sobrepeso o son obesos, son más propensos a tener otros problemas de salud muy graves, y pueden vivir toda la vida con un riesgo mayor de enfermedades del corazón, alta presión, niveles elevados de grasa en la sangre, es decir, están comenzando su vida con desventajas”, indica Pat Crawford, directora del Centro Robert C. y Veronica Atkins para el Estudio del Peso y la Salud en UC Berkeley.
Para cambiar esta situación, el programa de Educación sobre Nutrición UC CalFresh lleva a cabo ambiciosos programas dirigidos a personas de bajos ingresos. El objetivo es enseñar a elegir mejores opciones alimenticias, hacer rendir más el dinero e incluir el ejercicio en la rutina diaria.
En el año en curso, unas 275 mil personas recibirán información acerca de nutrición, indirectamente a través de páginas de internet de Extensión Cooperativa, blogs de alimentos y videos educativos o directamente mediante la enseñanza en clases de nutrición que se imparten en centros comunitarios, iglesias, escuelas y entre los adolescentes a través del programa de liderazgo juvenil 4-H.
La educación sobre nutrición se enfoca en entender las porciones de alimentos, aprender a leer etiquetas de los alimentos, planear comidas y reducir grasas, sal y azúcar. Pero hay otros componentes importantes, como el empoderar a familias de bajos recursos para que se conviertan en agentes del cambio e influyan en sus gobernantes para construir comunidades saludables con acceso a frutas y verduras frescas a precios asequibles, zonas recreativas para hacer ejercicio, libres del crimen y violencia.
“En nuestras clases de nutrición esa es una oportunidad para traer estas ideas, estos cambios de que no solamente es comer lo que nos enseñan, pero también traer los problemas de por qué no podemos consumir esos productos que la Universidad está recomendando, y entonces, nuestras trabajadoras que son expertas en la comunidad pueden facilitar la comunicación con otras agencias que están trabajando en esos cambios”, explica Farfán.
Espinoza citó algunas políticas que ya están promoviendo una vida saludable. “Por ejemplo en las escuelas públicas de California ya no se venden refrescos; esta es una ley que apoya el bienestar de nuestros niños. Otra política adoptada es que donde quiera que se construya un nuevo fraccionamiento en los condados o ciudades se requiere que haya andenes o banquetas en las calles o carriles para ciclistas; estas son medidas que promueven un estilo de vida saludable”.
La experta enfatiza que cambiar el medioambiente es tan importante como optar por hábitos alimenticios saludables; por eso Extensión Cooperativa de la UC también participa en el cambio. Por ejemplo, participó en el movimiento Safe to our Schools, (Seguridad al ir a la escuela) un movimiento que promueve que los niños caminen o usen su bicicleta para ir a la escuela. “Participar en esta política es nuestra manera de decir que los hábitos son importantes, pero también sabemos que es necesario cambiar el entorno en las escuelas”, recalca Espinoza.
Desde hace más de una década, especialistas de nutrición de Extensión Cooperativa han venido formaron coaliciones con organizaciones comunitarias para promover comunidades saludables. He aquí algunos de los resultados.
- El condado de Riverside trabajó con 4,400 estudiantes en nueve escuelas intermedias y preparatorias para enseñarles a evaluar sus hábitos alimenticios y guiarlos al establecer metas personales para su alimentación y actividad física.
- En el condado de San Diego, dado que muchas familias de inmigrantes sucumben a la mala dieta estadounidense, se trabajó con refugiados de Somalia para enseñarlos a planear, comprar y preparar alimentos saludables.
- En los condados de San Joaquín y Sacramento, y en colaboración con el programa First 5, educadoras de nutrición entrenaron a padres de familia para que pudieran compartir con sus niños información relacionada con nutrición.
Para gozar de buena salud y reducir el riesgo de tener sobrepeso u obesidad y padecer enfermedades crónicas, Crawford insta a los padres a inculcar buenos hábitos alimenticios desde una temprana edad.
“Es durante la niñez cuando los humanos desarrollamos las células en nuestro cuerpo que nos protegerán mas tarde contra las enfermedades crónicas como cáncer, enfermedades del corazón y diabetes. Estas son las cosas que nosotros sabemos y eso es lo que queremos prevenir, pero algunas veces olvidamos que debemos fortalecer nuestro cuerpo, darle durante la infancia la protección que necesita antes de que las enfermedades lleguen”.
Extensión Cooperativa de la Universidad de California
Celebrando 100 años de ciencia y servicio.
PRÁCTICA | CONECTADA | DE CONFIANZA