DAVIS (UC) – A pesar de que los Estados Unidos cuentan con uno de los sistemas alimentarios más seguros en el mundo, cada año una de cada seis personas se enferma por comer un alimento contaminado. Para contrarrestar esta situación, las autoridades fitosanitarias están en proceso de implementar cambios profundos en la manipulación de alimentos.
ENGLISH SUMMARY: The United States has one of the safest food systems in the world; nevertheless, 1 in 6 Americans get sick from eating contaminated foods. The FDA is proposing strict standards for fruit and vegetables producers and food manufacturers aimed at preventing food-borne outbreaks. The new regulations will affect everyone, from growers to consumers. |
“Estamos entrando en un periodo muy importante en los Estados Unidos en términos de la inocuidad de todos los alimentos; pero en concreto, mi especialidad son las frutas y verduras frescas y la Administración de Alimentos y Medicamentos acaba de concluir el periodo de comentarios públicos sobre las regulaciones propuestas para todos los alimentos, incluyendo la salubridad de las frutas y verduras; y va a ser algo muy interesante a seguir de cerca porque impactará nuestras vidas como consumidores”, señala Trevor Suslow, experto en seguridad alimentaria de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en Davis.
En enero del 2011, el presidente Obama firmó una nueva ley que implementará el mayor cambio en más de 70 años, en materia de seguridad alimentaria. La Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria (FSMA, por sus siglas en inglés) busca ayudar a prevenir la distribución de alimentos peligrosos o insalubres para prevenir enfermedades relacionadas a los alimentos, como ha ocurrido en los últimos años a raíz de espinacas, crema de cacahuate y huevos contaminados.
“Como consumidores todo lo que queremos y esperamos es que si comemos algo, ese alimento no nos vaya a enfermar, y es bien reconocido que aunque nuestro suministro de alimentos es extremadamente seguro en términos del número de porciones que todos comemos cada día, cada semana y cada mes, han habido brotes y enfermedades serias, trágica pérdida de vidas o complicaciones a largo plazo debido al consumo de alimentos no cocinados u hortalizas con patógenos humanos. Y eso es lo que todos pretendemos: reducir los factores de riesgo”, indica el experto.
Esta es una ley extensa que abarca a quienes cultivan, procesan, transportan y almacenan alimentos, sin importar si estos se produjeron en el país o en el exterior. Según información de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), las nuevas reglas se implementarán en varias etapas y tomará varios años ponerla en marcha porque abarcan toda la cadena de suministro de alimentos, desde la granja hasta la mesa.
“Ya sea que esté involucrado en la agricultura o como consumidor, la seguridad alimentaria es de vital importancia: queremos alimentos de buena calidad, queremos que sean nutritivos y, por supuesto, queremos alimentos que no nos hagan daño, libres de peligros.Según Suslow hay varios tipos de contaminantes que se pueden encontrar en los alimentos:
- Químicos: pesticidas, fertilizantes o sustancias desinfectantes o lubricantes. Si no se manipulan y controlan adecuadamente pueden ocasionar enfermedades alimentarias.
- Físicos: son esos objetos que pueden causar daño al consumidor como vidrio, plástico duro, madera, metal, piedras, etc. Estos objetos representan un mayor reto cuando la recolección es mecanizada.
- Biológicos: parásitos, bacterias, toxinas y virus, como el E.coli, salmonella y norovirus.
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El especialista en seguridad agrícola recuerda a los consumidores que hay medidas sencillas que pueden tomar para prevenir enfermedades causadas por alimentos contaminados:
LIMPIAR:
Lavarse las manos con agua tibia y jabón antes y después de manipular alimentos crudos.
Lavar bien los utensilios, tablas de cortar y superficies en la cocina.
Lavar bien las frutas y verduras con agua de la llave antes de comerlas o prepararlas.
SEPARAR:
Mantener –tanto en el carrito de compras, como en el refrigerador- las carnes, aves, pescado y mariscos crudos, y sus jugos, lejos de los alimentos listos para comer.
Evitar la contaminación cruzada, es decir la transmisión de bacterias patógenas de un alimento a otro. Por ejemplo, al cortar carnes crudas y luego cortar verduras o frutas sin antes lavar muy bien el cuchillo y la tabla de cortar.
Usar una tabla de cortar para las frutas y verduras frescas y otra para las carnes.
No colocar alimentos ya preparados en el mismo plato donde colocó alimentos crudos.
COCINAR:
Usar un termómetro para alimentos para asegurarse de cocinarlos a la temperatura adecuada.
ENFRIAR:
Descongelar los alimentos en el refrigerador, microondas o en agua fría.
No dejar alimentos a temperatura ambiente por más de 2 horas; una hora si la temperatura ambiente es de más de 90º F.
Congelar o refrigerar los alimentos en recipientes poco profundos.
Suslow hace una recomendación que contradice lo que sabíamos hasta ahora: si un alimento tiene un pedazo en mal estado, es mejor no consumirlo.
“Ahora sabemos gracias a la investigación realizada, que cualquier deterioro, magulladura o pudrición que haya en alimentos o en verduras aumenta el riesgo de que tengan salmonella o E.Coli”, enfatiza Suslow.
“Cuando era chico, a nadie le gustaba tirar los alimentos y simplemente quitábamos el pedazo dañado y nos comíamos el resto. Si el alimento está en muy mal estado, probablemente es mejor tirarlo que arriesgarse a quitarle la parte dañada y comérselo, a menos que vaya a cocinarlo”, concluye el experto.
Extensión Cooperativa de la Universidad de California
Celebrando 100 años de ciencia y servicio.
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