A medida que el clima continue cambiando, los riesgos a la agricultura seguirán creciendo.
Ese es el punto principal de un reciente reporte publicado por un equipo que incluye a investigadores de UC Merced y la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC. El documento profundiza en lo que son estos desafíos, la forma en que están trabajando los agricultores para abordarlos y lo qué debe venir después.
El reporte "Agricultura climáticamente inteligente: evaluando las necesidades y percepciones de los granjeros de California", fue escrito por primera vez por Samuel Ikendi, coordinador académico, junto con Tapan Pathak, especialista en adaptación climática en la agricultura de Extensión Cooperativa de UC, como autor correspondiente. Ambos tienen sus bases en UC Merced. Pathak es también director del Proyecto "Multifaceted Pathways to Climate-Smart Agriculture through Participator Program Development and Delivery" (Vías polifacéticas hacia una agricultura climáticamente inteligente mediante el desarrollo y la ejecución de programas participativos), el cual fue financiado por el Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura. El proyecto apoyó la realización del estudio, el cual fue publicado en el acceso abierto del diario Frontiers in Sustainable Food Systems.
La evaluación de necesidades fue diseñada para entender las percepciones y experiencias al ser expuestos al clima, las prácticas de gestión de riesgos que utilizan actualmente y cuáles herramientas y recursos les ayudarían para tomar decisiones estratégicas.
De los granjeros que respondieron a la encuesta, aproximadamente dos terceras partes estuvieron de acuerdo en que el cambio climático está ocurriendo y requiere de acción. Muchos más indicaron estar interesados en aprender más sobre el impacto del cambio climático en la industria agrícola. La mayoría de los participantes señalaron está experimentando un mayor impacto por el cambio climático en sus granjas hoy en día que hace 10 años.
Los granjeros se mostraron muy preocupados con los problemas relacionados con el agua, especialmente los que se ubican en las áreas del Valle de San Joaquín, Costa Central y Inland Empire y mayormente preocupados sobre la reducción en la disponibilidad de aguas subterráneas. Un incremento en la severidad de las sequías es una preocupación significativa entre los granjeros de Inland Empire, Costa Central y regiones del sur. Los granjeros en la Costa Norte y regiones del sur se mostraron preocupados sobre el creciente daño causado por los incendios forestales.
Los problemas relacionados con la temperatura, incluidos los daños a las cosechas por el calor extremo, estaban estrechamente relacionados.
Los que cultivan verduras estaban más preocupados sobre la disponibilidad del agua para riego. Los productores de frutas se mostraron más preocupados sobre el creciente estrés hídrico de sus cultivos y el incremento en el daño sufrido por los cultivos debido al calor extremo.
Los investigadores reportaron que muchos de los participantes dijeron estar implementando prácticas de adaptación al clima incluyendo la gestión de recursos hídricos, mantener suelos saludables y hacer mayor uso de fuentes de energía renovable. Mencionaron estar buscando la ayuda de las aseguradoras y gobierno para ayudarles a pagar estas adaptaciones e incrementar su resiliencia agrícola.
Los granjeros expresaron interés en aprender más sobre las medidas que pudieran tomar para mitigar los efectos del cambio climático. Pero citaron barreras significantes para llevar a cabo este trabajo, incluyendo los reglamentos gubernamentales, el alto costo de implementación, costo de mano de obra, acceso a agua y la disponibilidad de dinero para pagar por ello.
"El cambio climático está alterando significativamente el paisaje agrícola altamente diverso, planteando retos como el incremento en el estrés hídrico y los cambios en las temporadas de cultivo", manifestó Pathak. "Las prácticas de agricultura climáticamente inteligente pueden aliviar algunas de esas tensiones". Pero, dijo que los esfuerzos de Extensión Cooperativa de UC solo tienen valor si conducen a una toma de decisiones mejor informada sobre el clima a nivel local.
"Una evaluación de su nivel de conocimientos, percepción y necesidades ayudará a adaptar las investigaciones y actividades de extensión que sean relevantes para los granjeros sobre el terreno", indicó Pathak. "Los resultados de este estudio podría también aportar importantes ideas políticas sobre incentivos financieros y asistencia técnica”.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes