Noviembre es el Mes Nacional de Cuidadores de Envejecientes
SAN DIEGO (UC) – Para muchos estadounidenses la crianza de sus hijos es una etapa que ha terminado, y ahora se aprestan a dejar atrás su vida laboral. Millones de baby boomers están planeando la jubilación y en cómo usar y disfrutar su tiempo de ocio. Pero según una especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, los hijos de la post guerra -la generación que nació entre 1946 y 1964- podrían enfrentar un nuevo reto: el cuidado de sus padres ancianos.
“Sorprendentemente, la mayoría de las personas, a medida que envejecen, reciben ayuda, remunerada o no, de algún familiar o amigo”, indica, Patti Wooten Swanson, especialista en asuntos de la familia y del consumidor en el condado de San Diego. “Tenemos la percepción errónea de que la mayoría de ancianos va a una especie de ancianato, cuando en realidad, continúan viviendo en casa con la ayuda de familiares. Así, dada la edad de la población, probablemente muchos nos convertiremos en cuidadores”.
Investigaciones indican que la población de personas en la tercera edad se duplicará para el 2030, alcanzando 72 millones; esto significa que habrá muchas más personas en la tercera edad y se necesitarán más cuidadores que nunca antes en la historia del país. Millones de hijos adultos ya están cuidando de sus padres, muchas veces, haciéndose cargo de una tarea para la que no están preparados física, económica o emocionalmente.
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El término ‘cuidador’ se refiere a todo individuo –ya sea que reciba paga o no- que asiste a otra persona en las actividades de su vida diaria.
Wooten Swanson explica que la tarea de cuidador es un proceso gradual; y muchos hijos adultos que están haciéndose cargo del cuidado de sus padres no saben, siquiera, que son cuidadores porque han ido asumiendo este rol poco a poco. Muchos empiezan haciendo pequeños mandados, como la compra de alimentos, pero a medida que transcurre el tiempo y la salud del padre anciano se debilita, las responsabilidades aumentan.
“El cuidado de una persona mayor comprende un espectro muy amplio. Puede abarcar cosas tan simples como llevar al padre de edad avanzada al médico, o algo tan agotador y que demanda de 12 a 24 horas de trabajo, como el cuidado de alguien que tiene Alzheimer”, señala la especialista.
Muchos cuidadores tienen hijos en su hogar y un empleo, al mismo tiempo que cuidan a sus padres; esto conlleva días muy ocupados y estresantes.
Wooten Swanson indica que entre los principales estresores que afectan el bienestar de los cuidadores se hallan la falta de sueño y ejercicio y una mala alimentación, lo que puede causar enfermedades. De hecho, un estudio encontró que los cuidadores tienen más probabilidades, que otras personas de la misma edad, de tener enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades del corazón debido a las múltiples ocupaciones. “Es esencial que los cuidadores mantengan su buena salud para que puedan continuar cuidando a su ser querido”, señala la especialista.
Wooten Swanson ofrece algunos consejos prácticos para quienes se encargan del cuidado de personas mayores:
Duerma lo suficiente
La mayoría de las personas necesita dormir de 7 a 9 horas para evitar el estar irritable y conflictos y dificultades.
Aliméntese bien
Preste atención lo que come y trate de consumir alimentos saludables siempre que pueda. Coma más frutas y verduras, granos enteros y productos lácteos y carnes bajas en grasa.
“Comer alimentos nutritivos es muy importante para mantenerse saludable, combatir enfermedades y reducir el riesgo de enfermedades crónicas,” señala Wooten Swanson.
Manténgase activa
La mayoría de personas enfrentan problemas para integrar la actividad física en su rutina diaria, pero es importante hacerlo porque ayuda a combatir el estrés. Caminar 20 minutos, tres días a la semana es una excelente opción. Puede empezar a caminar poco a poco. Por ejemplo, estacione su auto lejos de la entrada de un centro comercial y así se verá obligada a caminar un poco más.
“Es un pequeño cambio que puede hacer una diferencia enorme en cómo se siente, como duerme, e incluso, puede ser de beneficio para su salud en general; además, le ayudará a lidiar mejor con las dificultades y retos que representa el cuidado”, enfatiza la especialista.
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Tome tiempo libre
Es recomendable que tome tiempo libre para dedicarle a sus pasatiempos y a lo que le agrada: leer un libro, salir a tomar un café, ir al cine. Son pequeñas auto recompensas que recargan el nivel de energía para poder seguir proporcionando los buenos cuidados que el ser querido necesita.
Establezca rutinas
Estas ayudan a organizar mejor las tareas lo cual beneficia tanto al anciano como al cuidador. Por ejemplo, establecer un día para la compra de alimentos o procurar tener varias citas médicas en un solo día. Si varias personas participan en el cuidado, anote en un pizarrón las tareas realizadas y los pendientes. Así evitará duplicar el trabajo y estresarse.
Mantenga un registro
Algo bastante útil es llevar un registro en donde pueda anotar los cuidados y necesidades del anciano, así como las cosas que tienen que hacerse en el futuro; por ejemplo, escribir las recomendaciones del doctor, horario para tomar los medicamentos, qué tipo de alimentos puede consumir.
Busque apoyo
Muchos cuidadores procuran cubrir todas las necesidades por sí mismos, sin percatarse que hay muchos recursos útiles, gratuitos o a bajo costo, disponibles en la comunidad: transporte, comidas, centros para personas en la tercera edad, etc. También hay ayuda para que los cuidadores puedan contar con un ayudante para tener un descanso por algunas horas, y otros servicios legales y financieros como la preparación de la declaración de impuestos. Para obtener más información, visite el sitio Medicare.gov.
Reconozca sus límites
Es importante que el cuidador reconozca que no hay un cuidador perfecto sino que está haciendo lo mejor posible, con los recursos a su alcance. También es importante aprender a decir ‘NO’ a más responsabilidades y ‘SÍ’ cuando otros ofrezcan ayuda.
“Piense en la manera en que usted hace las cosas y trate de ser positiva. Piense por ejemplo: ‘hoy tengo la oportunidad de preparar una comida nutritiva para mamá’. Sea positiva en sus actividades, en vez de dar cabida a la negatividad; los pensamientos negativos pueden ser una carga pesada para su salud física”, indica Wooten Swanson.