Son muchos los beneficios de los huertos escolares

Aug 25, 2015

Un nuevo año escolar comienza y padres e hijos están preparados para el inicio de clases. En muchas escuelas, además del enfoque en los libros y el aprendizaje en clase, se han implementado programas que integran los huertos escolares, y la tierra está lista y fértil para que los estudiantes aprendan de manera práctica acerca de ciencias, lenguaje, historia, medioambiente, nutrición y cuidado de la salud.

“Yo creo que el aprendizaje basado en un huerto es una excelente opción”, indica Sheri Zidenberg-Cherr, experta en nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California y codirectora del Centro para la Nutrición en las Escuelas de UC Davis. Junto con Jennifer Morris, estudiante de posgrado en el Departamento de Nutrición de UC Davis, y en colaboración con el Departamento de Educación de California, las investigadoras desarrollaron Nutrition to Grow On (La nutrición para crecer) un plan de estudio que cumple con los estándares escolares y que se enfoca en el aprendizaje basado en huertos escolares para alumnos en los grados del 4º al 6º. En la actualidad, muchas escuelas en California utilizan este currículo en sus clases.

ENGLISH SUMMARY

A new school year is starting: Parents, students, and teachers are ready, as well as school gardens where students will enjoy hands-on learning about sciences, math, nutrition and health. Sheri Zidenberg-Cherr, UC Cooperative Extension nutritionist at UC Davis, explains the many benefits of school gardens.

“Yo estoy muy entusiasmada porque sé que funciona bien, y no es porque estemos trabajando en esto, sino porque las investigaciones han mostrado que los niños que participan en los huertos, que plantan las semillas, ven crecer los alimentos y los prueban, tienden más a escoger las verduras en los almuerzos escolares, y cuando están fuera de la escuela piden a sus padres que compren verduras como bocadillos”, señala Zidenberg-Cherr,

Nutrition to Grow On está diseñado para enseñar a los niños y sus familias acerca de la nutrición y fomentar su preferencia por alimentos sanos como las frutas y verduras. Cada una de las 9 lecciones se enfoca en una actividad en el huerto; el plan de estudios se puede descargar en inglés, libre de costo.

El huerto, como un laboratorio de aprendizaje, ayuda a los estudiantes a desarrollar muchas habilidades y aporta muchos beneficios:

  • aumento en los conocimientos de nutrición, preferencia por alimentos sanos y consumo de frutas y verduras
  • Integración de varias materias
  • desarrollo de habilidades sociales y de liderazgo
  • incremento de la auto estima
  • mejoría del rendimiento académico
  • mejor comprensión de la agricultura y el medioambiente

Adoptar hábitos alimenticios saludables es importante porque ayuda a prevenir la obesidad, un problema de salud que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, problemas cardíacos, colesterol alto y algunos tipos de cáncer.

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Según datos de los Centros para el Control de Enfermedades, en los últimos 30 años la obesidad infantil se ha duplicado entre los niños, y cuadruplicado entre los adolescentes. El porcentaje de niños obesos de 6 a 11 años aumentó del 7% en 1980 a casi el 18% en el 2012. Asimismo, el porcentaje de adolescentes obesos entre los 12 y 19 años aumentó de 5% a casi el 21% en el mismo período.

“El tema del que oímos hablar es la epidemia de obesidad infantil, y francamente sé que los directores de servicios de nutrición y maestros en el sistema escolar están probablemente cansados de escuchar sobre la obesidad infantil. Y quizás desean escuchar más acerca de comportamientos saludables, y qué podemos hacer para lograrlos, no solo excluyendo ciertos alimentos de los salones de clase o de donde se reúnen a almorzar, sino qué hacer para que nuestros niños disfruten de otros tipos de alimentos y bebidas saludables”, explica Zidenberg-Cherr.

Según la experta, las escuelas son el mejor lugar para promover los hábitos alimenticios saludables porque ahí confluyen todas las personas que son fundamentales en la vida de los menores: los padres, los maestros y los amigos. Además, es una gran ventaja que los niños y sus padres puedan aprender durante el horario escolar ya que las familias están muy ocupadas y es difícil que tengan tiempo para actividades adicionales. Otras opciones son los programas después de la escuela en huertos comunitarios o en el programa de desarrollo juvenil 4-H que ofrece Extensión Cooperativa de la UC a niños entre los 5 a 19 años de edad en todo el estado.

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Zidenberg-Cherr enfatiza que el primer paso para adoptar buenos hábitos alimenticios es mejorar los conocimientos sobre nutrición y crear un entorno saludable que los fomente, y esa es precisamente la misión de los huertos escolares.

“Lo que es importante es que [los huertos escolares] no funcionan independientemente. Tienen que combinarse con la educación y un cambio total del entorno escolar. O sea que hay huertos escolares pero también hay que introducir nuevos alimentos en el programa de almuerzos escolares que pueden conectarse al huerto. El huerto escolar también debe estar ligado al salón de clases, y además  contar con la participación de la familia”, sostiene la experta.

Cuando los niños y sus padres aprenden acerca de los nutrientes que son esenciales para crecer sanos, aprender y estar saludables, entonces empezarán a poner más atención a lo que comen.

“La gente siempre habla de comportamiento, pero aumentar los conocimientos sobre nutrición es el primer paso para mejorar los hábitos y enriquecer sus vidas con diferentes alimentos”, precisa Zidenberg-Cherr.

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Sabemos que la nutrición está ligada a la salud y al aprendizaje; por ejemplo, los niños que no tienen suficiente hierro en su alimentación no pueden concentrarse o tienen problemas para aprender en el salón de clases. Por otra parte, los niños que no desayunan antes de ir a la escuela suelen tener problemas de concentración y faltan más a la escuela. “Así que la comida en general puede ayudar a los niños a aprender porque les permite asistir a la escuela y les da la energía para concentrarse”, señala la experta.

Los padres pueden contribuir al éxito escolar de los hijos enseñándolos a consumir una variedad de frutas y verduras, evitando la comida chatarra, no recompensándolos con comida y cenando en familia.

“En realidad nos gusta comer y podemos disfrutar comiendo juntos, incluso cuando hay prisa porque todos estamos muy ocupados. Creo que los más importante que los padres pueden hacer por sus hijos es pasar tiempo con ellos, al practicar actividades físicas y al comer”, concluye Zidenberg-Cherr.

Una iniciativa para mantener y mejorar la salud de comunidades y familias es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.


By Norma De la Vega
Author - Broadcast Communications Specialist III