- Author: Pam S Kan Rice
Modificar la Ley Agrícola puede reducir las barreras a las que se enfrentan los estudiantes
En el 2015, un estudio reveló que 4 de cada 10 estudiantes de UC carecían de suficiente dinero para comprar alimentos que les permitieran mantener una alimentación saludable y a pesar de los esfuerzos por mejorar el acceso de los estudiantes universitarios a programas de asistencia alimentaria, un 78 por ciento de los que son elegibles continúan sin solicitar ese beneficio.
El acceso inadecuado a alimentos puede dañar la salud de los estudiantes universitarios y su desempeño académico, reveló un estudio reciente de la Universidad de California publicado en el Journal of Nutrition Education and Behavior, el cual investigó las razones por las que los estudiantes de UC que son elegibles para recibir el Programa Suplemental de Asistencia Nutricional (SNAP, por sus siglas en inglés), no lo solicitan o reciben.
“Basado en los resultados de nuestro estudio, si eliminamos los requisitos extras para que nuestros estudiantes universitarios califiquen para SNAP, ello contribuiría a garantizar que más estudiantes obtengan el apoyo que necesitan para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas”, manifestó la coautora del estudio Lorrene Ritchie, directora del Instituto de Políticas sobre Nutrición, el cual forma parte de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC (UC ANR, por sus siglas en inglés).
Un estudio del 2015 por el NPI reveló que 4 de cada 10 estudiantes de UC no tenían suficiente dinero para comprar los alimentos necesarios para llevar un estilo de vida saludable. Para promover una mejor salud, UC ha tomado los pasos necesarios para garantizar que los estudiantes conozcan sobre la existencia de SNAP, estableciendo centros de comida y otros recursos de necesidades básicas en los campus.
"En California, a SNAP se le conoce como CalFresh y a pesar de las políticas y la comunicación para mejorar el acceso de los estudiantes universitarios a CalFresh, la participación se mantiene baja, pues aproximadamente un 78 por ciento de quienes son elegibles no reciben los beneficios", indicó la autora principal del estudio Suzanna M. Martínez, profesora asociada del Departamento de Epidemiologia y Bioestadísticas en UC San Francisco.
Para obtener una perspectiva sobre por qué los estudiantes de UC de recursos limitados no están recibiendo los beneficios, Martínez, Ritchie y colegas de UC San Francisco y del Instituto de Políticas sobre Nutrición consultaron con agencias condales encargadas de procesar las solicitudes de CalFresh de los estudiantes. Los investigadores entrevistaron al personal de los nueve condados donde se ubican los campus de UC: Alameda, Los Ángeles, Merced, Orange, Riverside, San Francisco, Santa Barbara, Santa Cruz y Yolo.
Mientras que los beneficios de CalFresh han sido pagados principalmente por el gobierno federal a través de la Ley Agrícola, los condados contribuyen también y las agencias condales son responsables de la implementación de políticas, de determinar la elegibilidad, procesar aplicaciones y distribuir fondos.
“Aunque la reautorización de la Ley Agrícola sigue pendiente, estos resultados pueden aportar una perspectiva sobre cómo fortalecer las políticas de SNAP relacionadas con los estudiantes elegibles”, dijo Martínez.
Los investigadores condujeron grupos de discusión y entrevistas con personal del condado para conocer la forma en la que los empleados de la agencia interpretan el complejo criterio bajo el cual los estudiantes deben ser elegibles para recibir CalFresh.
Sus preguntas se centraron en las diferencias entre las solicitudes de los estudiantes y las de los miembros de la comunidad, los pasos que se toman cuando se procesan las solicitudes de los estudiantes, capacitación específica para estudiantes y mejoras al proceso sugeridas.
Cinco temas centrales fueron identificados en las entrevistas:
- Se necesita una diseminación de las políticas y administración del programa de manera consistente.
- Las exenciones y el proceso de solicitud son percibido como un reto por los estudiantes.
- El apoyo clave para obtener solicitudes estudiantiles exitosas incluye la revisión cuidadosa en busca de potenciales exenciones que proporcionen recursos útiles a estudiantes y colaboradores en los campus.
- Mantenerse al tanto de los cambios en las políticas es algo complicado.
- Eliminar los reglamentos para los estudiantes y tratarlos como clientes regulares sería más equitativo.
Los investigadores concluyeron que los reglamentos de CalFresh son un reto para los estudiantes y el personal de las agencias del condado.
Por otra parte, los requisitos de elegibilidad, escritos hace más de 50 años, están basados en la asunción de que los estudiantes universitarios cuentan con el apoyo de sus familias de la clase media.
La investigación apoya la simplificación del proceso de CalFresh para estudiantes con el fin de incrementar la participación entre los que son elegibles, especialmente los que pertenecen a grupos étnicos y son de recursos limitados, los cuales han estado históricamente subrepresentados y para quienes es crítico contar con un acceso equitativo a los beneficios de CalFresh.
“Una vez que los estudiantes se confunden o desconocen lo que deben hacer, no continúan con el proceso de solicitud”, mencionó un empleado de elegibilidad de CalFresh a los investigadores.
Durante la pandemia del COVID-19, se eximió o relajó el cumplimiento de algunos de los requisitos federales o estatales para los estudiantes.
“Este estudio resultó en un experimento natural desde que las modificaciones al SNAP relacionadas al COVID-19 agilizaron el proceso de solicitud de los estudiantes y redujeron la carga administrativa”, expresó Martínez. “Estas modificaciones aliviaron algunos de los retos mencionados por los empleados del condado, confirmando las opiniones existentes para que se eliminen los reglamentos para los estudiantes”.
Ritchie dijo: “Esperamos que nuestra investigación ofrezca información para una política que retire las barreras y los estudiantes no tengan tanta dificultad para obtener los alimentos que necesitan”.
El estudio fue financiado por la Legislatura del Estado de California, la cual proporcionó fondos para que la Universidad de California aborde las necesidades básicas de los estudiantes (Iniciativa de Necesidades Básicas de UC).
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes