- Author: Pam S Kan Rice
Modificar la Ley Agrícola puede reducir las barreras a las que se enfrentan los estudiantes
En el 2015, un estudio reveló que 4 de cada 10 estudiantes de UC carecían de suficiente dinero para comprar alimentos que les permitieran mantener una alimentación saludable y a pesar de los esfuerzos por mejorar el acceso de los estudiantes universitarios a programas de asistencia alimentaria, un 78 por ciento de los que son elegibles continúan sin solicitar ese beneficio.
El acceso inadecuado a alimentos puede dañar la salud de los estudiantes universitarios y su desempeño académico, reveló un estudio reciente de la Universidad de California publicado en el Journal of Nutrition Education and Behavior, el cual investigó las razones por las que los estudiantes de UC que son elegibles para recibir el Programa Suplemental de Asistencia Nutricional (SNAP, por sus siglas en inglés), no lo solicitan o reciben.
“Basado en los resultados de nuestro estudio, si eliminamos los requisitos extras para que nuestros estudiantes universitarios califiquen para SNAP, ello contribuiría a garantizar que más estudiantes obtengan el apoyo que necesitan para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas”, manifestó la coautora del estudio Lorrene Ritchie, directora del Instituto de Políticas sobre Nutrición, el cual forma parte de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC (UC ANR, por sus siglas en inglés).
Un estudio del 2015 por el NPI reveló que 4 de cada 10 estudiantes de UC no tenían suficiente dinero para comprar los alimentos necesarios para llevar un estilo de vida saludable. Para promover una mejor salud, UC ha tomado los pasos necesarios para garantizar que los estudiantes conozcan sobre la existencia de SNAP, estableciendo centros de comida y otros recursos de necesidades básicas en los campus.
"En California, a SNAP se le conoce como CalFresh y a pesar de las políticas y la comunicación para mejorar el acceso de los estudiantes universitarios a CalFresh, la participación se mantiene baja, pues aproximadamente un 78 por ciento de quienes son elegibles no reciben los beneficios", indicó la autora principal del estudio Suzanna M. Martínez, profesora asociada del Departamento de Epidemiologia y Bioestadísticas en UC San Francisco.
Para obtener una perspectiva sobre por qué los estudiantes de UC de recursos limitados no están recibiendo los beneficios, Martínez, Ritchie y colegas de UC San Francisco y del Instituto de Políticas sobre Nutrición consultaron con agencias condales encargadas de procesar las solicitudes de CalFresh de los estudiantes. Los investigadores entrevistaron al personal de los nueve condados donde se ubican los campus de UC: Alameda, Los Ángeles, Merced, Orange, Riverside, San Francisco, Santa Barbara, Santa Cruz y Yolo.
Mientras que los beneficios de CalFresh han sido pagados principalmente por el gobierno federal a través de la Ley Agrícola, los condados contribuyen también y las agencias condales son responsables de la implementación de políticas, de determinar la elegibilidad, procesar aplicaciones y distribuir fondos.
“Aunque la reautorización de la Ley Agrícola sigue pendiente, estos resultados pueden aportar una perspectiva sobre cómo fortalecer las políticas de SNAP relacionadas con los estudiantes elegibles”, dijo Martínez.
Los investigadores condujeron grupos de discusión y entrevistas con personal del condado para conocer la forma en la que los empleados de la agencia interpretan el complejo criterio bajo el cual los estudiantes deben ser elegibles para recibir CalFresh.
Sus preguntas se centraron en las diferencias entre las solicitudes de los estudiantes y las de los miembros de la comunidad, los pasos que se toman cuando se procesan las solicitudes de los estudiantes, capacitación específica para estudiantes y mejoras al proceso sugeridas.
Cinco temas centrales fueron identificados en las entrevistas:
- Se necesita una diseminación de las políticas y administración del programa de manera consistente.
- Las exenciones y el proceso de solicitud son percibido como un reto por los estudiantes.
- El apoyo clave para obtener solicitudes estudiantiles exitosas incluye la revisión cuidadosa en busca de potenciales exenciones que proporcionen recursos útiles a estudiantes y colaboradores en los campus.
- Mantenerse al tanto de los cambios en las políticas es algo complicado.
- Eliminar los reglamentos para los estudiantes y tratarlos como clientes regulares sería más equitativo.
Los investigadores concluyeron que los reglamentos de CalFresh son un reto para los estudiantes y el personal de las agencias del condado.
Por otra parte, los requisitos de elegibilidad, escritos hace más de 50 años, están basados en la asunción de que los estudiantes universitarios cuentan con el apoyo de sus familias de la clase media.
La investigación apoya la simplificación del proceso de CalFresh para estudiantes con el fin de incrementar la participación entre los que son elegibles, especialmente los que pertenecen a grupos étnicos y son de recursos limitados, los cuales han estado históricamente subrepresentados y para quienes es crítico contar con un acceso equitativo a los beneficios de CalFresh.
“Una vez que los estudiantes se confunden o desconocen lo que deben hacer, no continúan con el proceso de solicitud”, mencionó un empleado de elegibilidad de CalFresh a los investigadores.
Durante la pandemia del COVID-19, se eximió o relajó el cumplimiento de algunos de los requisitos federales o estatales para los estudiantes.
“Este estudio resultó en un experimento natural desde que las modificaciones al SNAP relacionadas al COVID-19 agilizaron el proceso de solicitud de los estudiantes y redujeron la carga administrativa”, expresó Martínez. “Estas modificaciones aliviaron algunos de los retos mencionados por los empleados del condado, confirmando las opiniones existentes para que se eliminen los reglamentos para los estudiantes”.
Ritchie dijo: “Esperamos que nuestra investigación ofrezca información para una política que retire las barreras y los estudiantes no tengan tanta dificultad para obtener los alimentos que necesitan”.
El estudio fue financiado por la Legislatura del Estado de California, la cual proporcionó fondos para que la Universidad de California aborde las necesidades básicas de los estudiantes (Iniciativa de Necesidades Básicas de UC).
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes
- Author: Mike Hsu
El programa CalFresh Healthy Living y Jardineros Maestros de UC se unen a la organización no lucrativa MORE en el condado de El Dorado
Cosechan frutas y verduras, aprenden sobre las partes comestibles de una planta y plagas y participan en una serie de clases sobre cocina saludable y segura, todo con el objetivo de desarrollar sus destrezas dirigidas a vivir una vida más independiente y sana.
Ellos son un grupo de adultos con discapacidades intelectuales y de desarrollo que participa en los programas que ofrece la organización no lucrativa MORE, en el condado de El Dorado.
Pero MORE no lo hace sola, ha descubierto en el personal y voluntarios de los programas Jardineros Maestros de la Universidad de California y de CalFresh Healthy Living, UC, a sus almas gemelas en la tarea de ayudar a sus clientes a vivir vidas más plenas y saludables.
Desde el 2018, estos programas – afiliados a la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC – han ayudado a enriquecer las vidas de aproximadamente 60 clientes de la organización MORE, la cual ofrece servicios que van desde el desarrollo de destrezas para una vida independiente hasta capacitación laboral y colocación de empleos.
“Esta es exactamente el tipo de colaboración con la comunidad que nos gusta”, señaló Susie Davies, directora general de MORE, quien ha trabajado con la organización ubicada en Placerville durante 40 años. “Esto ha sido increíble; nuestra gente ha aprendido sobre nutrición y jardinera más allá de lo que pudiéramos habernos imaginado”.
Durante una de las sesiones, los clientes de MORE disfrutaron preparando una “ensalada con partes de plantas”, dando continuidad a la lección de botánica sobre los componentes comestibles de las plantas – frutas, raíces, hojas, semillas y tallos.
“Fue divertido cortar el apio y broccoli”, expresó Jared (se usan solo los nombres para proteger su privacidad). “Me gusta verter la salsa”.
“Me gusta todo sobre crear la ensalada”, mencionó por su parte Deanne, otra participante.
“MORE es el sitio soñado, el mejor al que jamás podría aspirar, con el programa y los clientes que son encantadores y realmente siempre dispuestos a todo”, dijo McLaughlin, educadora de nutrición de CalFresh Healthy Living de la oficina de Extensión Cooperativa de UC en Central Sierra. “Es un lugar para estar, realmente genial”.
CalFresh Healthy Living UC es una de las organizaciones en California que enseña sobre nutrición a las personas que son elegibles a los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido por sus siglas en inglés como SNAP). UC Davis administra el subsidio de SNAP-Ed y los educadores de Extensión Cooperativa de UC ofrecen las clases en todo el estado.
‘Parte de nuestra familia MORE'
A través del programa de nutrición y jardinería, los clientes aprenden y aplican sus habilidades en el huerto e invernadero de las instalaciones de MORE en el cercano Huerto de Demostración Sherwood administrado por Jardineros Maestros de UC en el condado de El Dorado.
“Es un programa muy bueno”, indicó Tony, un cliente de MORE. “Puedo aprender cosas”.
Además de sentirse orgullosos de llevar productos frescos a sus casas o a la cocina de MORE para ser usados en el servicio de comida, los clientes también están llevando consigo recetas nutritivas y saludables. Jordan Postlewait, director de programas de acceso comunitario en MORE, dijo que los participantes ahora saben cómo usar ingredientes del huerto para crear platillos como la salsa de tomate y ensalada de frutas.
“Se llevan las recetas que Cailin les da y llegan a casa y sirven a todo su grupo en casa lo que hicimos como bocadillo”, dijo Postlewait. “Están poniendo atención a lo que están comiendo”.
Como resultado de esta consciencia y conocimiento sobre alimentos nutritivos, Davies señaló que los clientes de MORE están más saludables, más energizados y alertas y listos para aprender. Ella se apresura a dar crédito de ello a la experiencia y entusiasmo de McLaughlin, a la coordinadora del programa CalFresh Healthy Living de UCCE, Mariana García y al personal y voluntarios de Jardineros Maestros de UC.
“Tienen la misma dedicación y compromiso a la excelencia que nuestro personal en su preparación para cada sesión”, expresó. “Simplemente se convirtieron en parte de nuestra familia MORE”.
“Me gusta ver a Cailin y Tracy y todo el personal que son mis amigos”, expresó Kenion, cliente de MORE.
Las clases de cocina crean posibilidades para pasar tiempo en la cocina y encontrar empleo
En abril, dos grupos, cada uno compuesto por seis personas, empezaron a participar en un nuevo curso de seis sesiones que combina nutrición, seguridad alimentaria y técnicas básicas de cocina. Cada sesión de dos horas incluyo una lección de nutrición, una actividad física y tiempo en la cocina comercial de MORE.
“Fue divertido meterme a la cocina y aprender a preparar mis propias comidas”, dijo Jared. “Aprendí cómo usar una sartén pequeña”.
Kyle, otro participante, indicó que usa las recetas para cocinar para sus compañeros de vivienda. “Me gustó aprender nuevas destreza y recetas para cocinar”, manifestó.
McLaughlin tomó un currículo sobre alimentación saludable dirigido a jóvenes, aprobado por CalFresh Healthy Living de UC y lo adaptó para los adultos en MORE.
“Todo el objetivo es acercarlos más a una vida independiente, ya sea que vivan en instalaciones para grupos o cuenten con su propio departamento – aprender cómo cocinar e identificar recetas saludables, son un enorme componente en ello”, explicó McLaughlin.
Las experiencias culinarias guiadas – y equipo para cocinar como cuchillos de plástico seguros– no solo benefician a los participantes, sino que también les da a sus familiares la seguridad y confianza de incluirlos en la preparación de las comidas.
“En realidad el personal de MORE y también los padres de algunos clientes nos han preguntado que dónde obtuvimos los cuchillos, porque les gustaría incluir a su familiar en la cocina con ellos, si lo pueden hacer de manera segura”, dijo McLaughlin. “No sabían que existían cosas como los cuchillos seguros. No sabían que se puede adaptar un protector de silicona para alimentos para evitar que se quemen con el quemador”.
Además de mejorar el tiempo familiar de los clientes, las lecciones sobre cocina también los pueden preparar para un empleo en el futuro. Davies mencionó que está en pláticas con un chef local sobre la posibilidad de establecer un entrenamiento culinario para los clientes.
McLaughlin indicó que los participantes anteriores han expresado interés de servir como ayudantes y mentores de cocinas para las futuras sesiones de la serie de cocina y seguridad alimentaria.
Los colaboradores nutren la relación de los clientes con la naturaleza y comunidad
Empoderar a los clientes con nuevas destrezas y fomentar el sentido de pertenencia del huerto son dos piedras angulares de los programas de colaboración. A principios del 2019, cada participante de MORE adoptó un árbol en el Jardín de Demostración Sherwood para cuidarlo y nutrirlo.
“Casi todo el tiempo que vienen al huerto, revisan esos árboles frutales”, manifestó Celio. “Estos árboles hacen muchas cosas durante todo el año, así que siguen el ciclo: ven caer las hojas; ven surgir la fruta; ven lo que una helada le hace a su árbol; ven lo que las plagas le hacen a su árbol”.
Los participantes experimentan los retos de la jardinería – desde el manejo de conejos y ardillas, hasta sufrir la pérdida de un peral debido a una enfermedad – además de sus muchas alegrías.
“Me gusta ver las mariposas y diferentes plantas; las mariposas beben de los arbustos”, señaló Jen, clienta de MORE. “Mi cosa favorita es el jardín de rosas”.
Al mismo tiempo, los clientes han construido relaciones sólidas con el grupo principal de voluntarios de Jardinero Maestro de UC y la docena de integrantes de la “cuadrilla” de voluntarios del huerto. Celio destacó que los programas de huertos, que fueron recientemente reconocidos por el programa estatal de Jardinero Maestros de UC con el Premio en Busca Excelencia, son realmente unos colaboradores.
Los participantes de MORE con frecuencia aportan sus propias ideas; uno de ellos, por ejemplo, se interesó en hacer composta y trabajó con el personal de MORE para establecer una caja con gusanos en el huerto de las instalaciones de MORE.
“Cada vez que veo a ese cliente, me cuenta cómo les va a los gusanos y lo saludables que son las plantas que crecen al lado de la caja de gusanos”, dijo Celio, para agregar que también trabajó en una de las mesas durante la feria de MORE, enseñando a otros clientes y sus familias sobre vermicultura.
Usando una herramienta en línea y una aplicación, 12 clientes han tomado fotos y compartidos comentarios sobre su experiencia de salud y bienestar en MORE, específicamente sobre su sendero para caminar. Con esa información, están trabajando para hacer más seguro y agradable ese recorrido.
Responder a sus comentarios, junto con los otros programas de colaboración que están construyendo habilidades vitales y comunidades, demuestra a los clientes de MORE que se les aprecia y respeta.
“La petición por parte de las personas que servimos es que desean ser vistos, escuchados y valorados por otros miembros de la comunidad”, manifestó Davies. “Y esto es realmente para demostrarles que se les valora y se les ve y escucha".
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés . Editado por Diana Cervantes.
- Author: Mike Hsu
Nueva ley ordena a escuelas públicas de California dar recesos de por lo menos veinte minutos a estudiantes de kínder a octavo grado
El año pasado, mientras trabajaba en una propuesta de ley que requeriría a las escuelas públicas de California conceder a los estudiantes un receso de por lo menos 30 minutos, el senador estatal Josh Newman buscó la información más reciente sobre la actividad física de los niños. Newman, cuyo Distrito incluye partes de los condados de Los Ángeles, Orange y San Bernardino, viajó al área de la Bahía para ver a una de las principales expertas en la materia.
Durante varias reuniones con Newman, Hannah Thompson – epidemióloga senior del Instituto de Políticas sobre Nutrición (NPI, por siglas en inglés) y profesora asistente de investigación en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de California en Berkeley – le compartió la información científica más reciente.
Tanto la Academia Americana de Pediatría y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que los niños tengan un receso escolar de veinte minutos o más diariamente. Pero, cuando a Thompson se le preguntó sobre cuál era la situación actual de receso en California, respondió que solo tenía conocimientos sobre evidencia anecdótica a nivel estatal.
“Dije, ¿sabes qué? En realidad, no sé qué está pasando en California'”, recordó Thompson. “Contacté a un par de colegas que han llevado a cabo más trabajo sobre recesos a nivel nacional, el cual incluye muestras sobre las escuelas de California – pero en realidad nadie pudo desglosar lo que pasa en California”.
Ella trajo a colación la propuesta de ley durante la reunión con sus compañeros investigadores del NPI, un instituto bajo la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC.
Y sucedió que Janice Kao, coordinadora académica de NPI, tenía exactamente lo que ella necesitaba.
El equipo de evaluaciones de CalFresh Healthy Living aportó importante información sobre los recesos escolares
Kao dirige un equipo de proyectos que evalúa los programas de CalFresh Healthy Living de los departamentos de salud locales – la versión en California del brazo educativo de SNAP (el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, apoyado por el gobierno federal).
Como parte del proceso de evaluación, el equipo de Kao coordina la administración de un cuestionario entre las escuelas que son elegibles para SNAP-Ed que colaboran con los departamentos de salud locales en las intervenciones de CalFresh Healthy Living, que van desde programas de nutrición a iniciativas para actividades físicas. La encuesta pregunta a los administradores escolares sobre sus políticas actuales, medio ambiente y prácticas – incluyendo los recesos escolares.
“Fue una suerte que todo se encontrara en el lugar preciso en el momento preciso para poderlo trabajar junto”, mencionó Thompson.
A petición de Thompson, Kao y sus colegas procesaron y limpiaron esa pieza crucial de información, que contenía respuestas de 153 escuelas ubicadas en zonas de bajos recursos durante el año escolar 2021-22.
“Solo un 56 por ciento de las escuelas reportadas proporcionaron más de 20 minutos de receso”, dijo Kao. “Así que esta fue una forma en la que la información apareció, ‘está bien, todavía hay cierto margen de mejora, quizás a nivel de políticas estatales'”.
Thompson y Rebecca London, una socióloga de UC Santa Cruz, escribió un resumen de la investigación con detalles de su análisis sobre la información. Las expertas describen las disparidades en el tiempo de recesos en base al tamaño de la escuela y el nivel económico de las familias, en donde los estudiantes en escuelas más grandes y menos afluentes generalmente reciben menos tiempo de descanso diariamente.
Thompson señaló que esas disparidades están relacionadas a desigualdades económicas y académicas, pues la urgencia de mejorar los resultados de los exámenes forzó a las escuelas a incrementar ciertas horas de clases a costa del tiempo para recesos escolares.
“Realizamos todo este trabajo para dejar la actividad física fuera del día escolar a pesar del tremendo cuerpo de evidencia que muestra que los niños físicamente activos no solo son más saludables, pero se pueden concentrar mejor; tienen un mejor rendimiento académico, menos interrupciones, mejor conducta en el salón de clases”, explicó Thompson, ex maestra de educación física en Oakland. “Tratando de abordar esa brecha académica, terminamos exacerbando muchas de estas disparidades en salud pública”.
El aprendizaje virtual durante la pandemia mostró a educadores y padres de familia – en primera instancia – los efectos dañinos que resultan cuando los niños se mantienen sedentarios frente a una computadora durante horas. Pero el impulso de haber restaurado el receso escolar y el tiempo para la actividad física quedó suspendido muy pronto en las escuelas que trataron de recuperar el “tiempo perdido” al regresar a los salones de clases, dijo Thompson.
Los recursos y la experiencia de NPI tienen un gran valor para los legisladores
La propuesta de ley SB 291 de Newman fue un intento por establecer esos minutos de receso que son cruciales para la salud, desarrollo y rendimiento escolar. Tanto Thompson como London testificaron ante el Comité de Educación del Senado en abril del 2023, ofreciendo a los senadores información basada en la ciencia y un contexto para guiarlos en su elaboración de políticas.
“Crear políticas basadas en la ciencia es algo crítico para los legisladores para garantizar que nuestras políticas tengan impacto”, mencionó Newman. “El trabajo del doctor Thompson y sus colegas de UC ofrecieron una orientación clara y útil sobre los beneficios de un juego no estructurado y de cómo mejorar la salud y los resultados educativos en las escuelas de California”.
El gobernador Gavin Newsom promulgó la ley SB 291 el pasado mes de octubre. Al inicio del próximo año escolar, a las primarias y secundarias públicas de California se les requerirá otorgar por lo menos 30 minutos de receso a los estudiantes de kínder a quinto grado – y prohíbe que se niegue el receso como una forma de castigo.
Kao expresó que su equipo se siente muy emocionado de que su evaluación de la información de CalFresh Healthy Living haya sido útil para los legisladores, destacando la importancia del papel jugado por el NPI en informar sobre políticas basadas en evidencia.
“Tengo esperanza de que podamos usar esta misma información para proveer también piezas importantes de información en otro tipo de legislación que está en proceso o recién aprobada”, dijo Kao.
Thompson indicó que el reto ahora será asegurarse que las escuelas cuentan con los recursos y fondos para ofrecer tiempo de calidad para los jovencitos.
“Si solo cuentan con un patio escolar y está casi dedicado a educación física, qué hacen ahora, si necesitan incrementar tu tiempo para un receso y no cuentan con el espacio”, agrego la experta.
Thompson agregó que en estos momentos está solicitando un subsidio para estudiar cómo las escuelas en California están haciendo ajustes para cumplir con los nuevos requisitos.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés . Editado para su publicación por Diana Cervantes.
- Author: Michael Hsu,
Estudiantes del condado de Tehama fueron liderados por el programa CalFresh Healthy Living, un educador de UCCE y sus maestros
Estudiantes de sexto grado de una secundaria en el condado de Tehama vieron que necesitaban más espacios y equipo para hacer actividad física en su plantel y aceptaron el reto de un asesor de UCCE, para investigar cuáles eran las necesidades de sus compañeros y plasmar en un reporte los resultados.
El grupo de estudiantes puso en marcha una encuesta en la que participaron más de 80 estudiantes de la secundaria Evergreen y con un reporte en mano con los resultados y recomendaciones para implementar mejoras, se presentaron ante la Junta de Educación del Distrito Escolar Unido de Evergreen.
El proyecto estudiantil fue parte de las clases de salud durante el año escolar 2022-23.
“Aprendimos que no existen muchos otros sitios – a excepción de la secundaria Evergreen y algunos parques alrededor [de nuestra comunidad de] Cottonwood – que cuenten con muchos lugares para actividad física a los que se pueda llegar o tener acceso fácilmente”, señaló Bailey, una de los estudiantes.
Los chicos fueron guiados por Mario Monroy-Olivas, educador de nutrición de CalFresh Healthy Living, de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en los condados de Tehama, Shasta y Trinity. Administrado localmente por la División de Agricultura y Recursos Naturales, el CFHL, UCCE es una de las agencias en California que imparte clases de nutrición a las personas que son elegibles para el Programa de Asistencia Suplemental sobre Nutrición o SNAP por sus siglas en inglés – conocido como CalFresh Food en California.
Trabajando junto con los maestros de Evergreen, Roxanne Akers y Albert Estrada, Monroy-Olivas retó a los estudiantes de sexto grado a realizar un proyecto de “Investigación de Acción Participativa Juvenil” – una actividad de un año de duración que consta de varios pasos diseñada para adolescentes de más edad,
“El hecho de que estamos haciéndolo con estos chicos de menos edad, empezando mucho antes, creo que tiene un super impacto para ellos saber que, juntos, colectivamente pueden hacer grandes cambios que tendrán resultados positivos – no solo para ellos mismos sino para la comunidad entera”, manifestó Monroy-Olivas.
Estudiantes de secundaria hablan ante la junta escolar
En febrero del 2023, ocho representantes de la clase presentaron los resultados de su investigación ante la Junta de Educación del Distrito de Escolar Unido de Evergreen. Al dirigirse a los cinco miembros de la junta escolar durante 20 minutos, los jóvenes se encontraban naturalmente, un poco nerviosos.
“Al principio nos pusimos un poco nerviosos, pero no estuvo tan mal una vez que nos paramos allí y lo hicimos”, expresó Lilah, una de los presentadores. “Yo y un par de mis amigos realizamos pláticas de motivación y practicamos lo que íbamos a decir”.
Los estudiantes mostraron un mapa que ellos mismos dibujaron en base a la investigación sobre los espacios para realizar actividad física en el área y compartieron un tríptico con información sobre su investigación y los resultados de la encuesta. El 92 por ciento de los 80 estudiantes que participaron en la encuesta indicó que necesitaban más acceso a equipo para realizar actividad física durante los recesos entre clases y el almuerzo.
“Los miembros de la junta estaban super impresionados con los estudiantes por haber llegado a la junta escolar y hacer esto”, mencionó Monroy-Olivas. “Dijeron que no habían tenido a estudiantes hacienda este tipo de trabajo de promoción; para ellos, fue realmente algo muy bueno”.
Al final, los jóvenes presentaron un caso muy sólido sobre la necesidad de incrementar las estaciones de agua para llenar botellas, tener equipo de bádminton y balones para otros deportes y esténciles para llevar a cabo actividades en el patio escolar como rayuela, cuatro cuadros y caracol (un tipo de rayuela).
“Obtuvimos casi todo lo que pedimos y el proyecto en que estamos trabajando ahora es obtener la ayuda para instalar las cosas que pedimos”, dijo Lilah, agregando que, durante el presente año escolar, los estudiantes (ahora en el séptimo grado) trabajan en adquirir los esténciles y la pintura.
Más que equipo, los estudiantes adquirieron habilidades y confianza
De acuerdo con Janessa Hartmann, asesora de nutrición y salud comunitaria de Extensión Cooperativa de UC para los condados de Tehama, Shasta y Trinity, aunque la promesa de un nuevo equipo es algo que emociona a los chicos, ellos están adquiriendo algo aún más valioso y perdurable – la sensación de que tienen el poder de marcar la diferencia en su comunidad.
“Es importante querer hacer los esténciles y tener estaciones de hidratación y más equipo”, manifestó Hartmann, “pero el mayor impacto para los estudiantes es que piensan: ‘ahora sé que mi salud es importante, ahora sé cómo abogar por mí mismo y ahora sé que puedo hacer eso'”.
Monroy-Olivas dijo que observó un tremendo crecimiento en todos los estudiantes y en especial en la confianza en sí mismos que muestran ahora los representantes de la clase.
“Crecí como líder, porque (antes) solía ser muy tímido y no me gustaba hablar frente a la gente, pero este proyecto que estamos haciendo me ha ayudado realmente a poder hablar en público – y escuchar a otros”, explicó Lilah.
En la encuesta al final del proyecto del sexto grado, el porcentaje de los chicos que respondieron “si, lo más probable”, a la frase “Deseo marcar la diferencia en hacer más saludable mi escuela/comunidad” subió de un 19 por ciento antes del proyecto a un 44 por ciento después. Y ese porcentaje de las respuestas de “Si, lo más probable” se incrementó de un 6 por ciento a un 31 por ciento para la frase “Puedo usar los resultados de la investigación para encontrar soluciones o recomendaciones para hacer de mi escuela/comunidad un lugar más saludable”.
“Aprendimos a promover lo que deseamos y a tratar de obtener lo más que podamos, para así contar con más actividades físicas y que más personas puedan ser incluidas”, indicó Brian, otro estudiante que trabaja en el proyecto.
“Es importante que, para cuando crezcamos más, sepamos expresar nuestras opiniones y comunicar a la gente lo que pensamos”, agregó su compañero Brooklynn.
Deseando haber tenido esa oportunidad cuando niño, Monroy-Olivas expresó que cree que los estudiantes conocen ahora el valor de su voz.
“De todo corazón creo que ese es la mayor ganancia de todo este programa, que aprendieron como abogar por su propia voz y cambio”, agregó.
No es raro que los estudiantes de preparatoria o universidad hablen y aboguen por mejoras en su ambiente escolar. Pero en la secundaria Evergreen en el condado de Tehama, más de cien estudiantes de sexto grado encabezaron un movimiento para crear cambios saludables en su escuela.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés.
Editado para su publicación por Diana Cervantes
- Author: Saoimanu Sope
Vivir con plagas o “invitados no deseados” como algunos le llaman, puede causar un desgaste físico, mental y económico. Para las personas que habitan en viviendas multifamiliares, como los complejos de departamentos donde todo mundo vive bajo el mismo techo, una simple infestación de insectos o roedores pueden exponer a todos los residentes.
Para detectar infestaciones en fases tempranas y controlar las que son más severas y proteger a las personas, los residentes y administradores de viviendas pueden poner en práctica el manejo integrado de plagas, conocido como IPM por sus siglas en inglés. Los programas IPM pueden también ahorrar dinero. El IPM le ahorró 11,121 dólares anuales a un complejo de 75 unidades en el condado de Contra Costa. Lo mismo sucedió con un complejo de 59 unidades en el condado de Santa Clara, donde pudieron ahorrar 1,321 dólares anualmente en el control de plagas después de implementar un programa de IPM proactivo.
El verano pasado, un grupo de directores regionales, gerentes de propiedades, coordinadores de servicio residencial, gerentes de mantenimiento y jardineros de Mercy Housing – una organización no lucrativa que ofrece vivienda accesible – se reunieron en Long Beach para aprender sobre la aplicación de IPM en el hogar. La sesión fue dirigida por Siavash Taravati, asesor sobre IPM para Extensión Cooperativa de la Universidad de California para los condados de Orange, Riverside y San Bernardino y Josh Shoemaker, entomólogo y consultante privado.
Taravati y Shoemaker colaboraron con StopPests in Housing, un programa nacional del Centro Northeastern IPM de la Universidad de Cornell, el cual busca mejorar el control de plagas en las viviendas accesibles y enseñar prácticas para el control de cucarachas, chinches y roedores en el hogar.
Durante su presentación, Taravati introdujo a los participantes a los principios del IPM y destacó la importancia de vigilar las plagas muy de cerca.
“El IPM consiste en tomar decisiones informadas lo cual requiere conocer el estado más reciente de una infestación”, explicó Taravati. “Allí es donde entra la vigilancia. Puede ayudarnos a identificar las especies exactas con las que estamos lidiando al mismo tiempo que nos muestra si una infestación está creciendo o reduciéndose”.
“La vigilancia es fundamental”, coincidió Shoemaker. “Si un programa no incluye el monitoreo, no es un programa IPM”.
De acuerdo con Shoemaker, el beneficio de tener una colaboración con UC IPM es su enfoque preciso en el IPM en general, el cual incluye la vigilancia. “Es el IPM real, el que prioriza el bienestar del público”, señaló Shoemaker, quien desea seguir trabajando con Extensión Cooperativa y Taravati para garantizar que los niños crecen en medios ambientes seguros.
Los tratamientos para el control de plagas por lo general se llevan a cabo después de una infestación seria o de varias quejas, pero el IPM promueve una vigilancia constante para prevenir que sucedan infestaciones graves. Se trata de un enfoque proactivo en lugar de reactivo o una respuesta de emergencia. Para muchos de los asistentes, la capacitación reveló una necesidad de participar más de cerca con quienes realizan el manejo de plagas.
La capacitación impulsa cambios que mejoran la seguridad para los residentes
Los operadores del manejo de plagas usan por lo general rociados con pesticidas para el control de plagas. Además de la inconveniencia para los residentes, el forzarlos a llevar a cabo preparativos extensivos y evacuar sus unidades hasta que sea seguro regresar, los rocíos incrementan el riesgo de exposición a pesticidas ya que el aerosol puede permanecer en el aire y posarse en las superficies.
En su lugar, Taravati y Shoemaker recomendaron el uso de cebos de gel, los cuales son más seguros y pueden aplicarse directamente en un área específica del hogar, incluyendo ranuras, en lugar de hacerlo en todas las paredes.
“Ahora que estoy más informado, hablaré con mi contratista para discutir cómo podemos cambiar su enfoque de un aerosol para insectos a un gel”, dijo Leonardo Piñuelas, gerente de mantenimiento de Mercy Housing.
Sin embargo, Piñuelas no es el único que desea modificar su programa. De acuerdo con las opiniones de los miembros del personal de Housing Authority of the City of Los Ángeles, quienes asistieron al mismo entrenamiento este año, le propusieron a su equipo agregar a sus medidas para exterminar plagas la aplicación de insecticidas en polvo contra cucarachas y realizar una revisión y actualización de su plan y prácticas IPM en donde sea apropiado.
Cindy Wise, directora de operaciones del área de Mercy Housing, indicó que, en sus 35 años, este fue uno de los pocos entrenamientos que involucró a su personal en una forma tan activa. “No pude evitar mandarle un mensaje de texto a mi vicepresidente regional para decirle que nuestros gerentes participaron de manera activa e hicieron preguntas. Eso no pasa tan seguido, ni siquiera en nuestras propias reuniones”, manifestó Wise.
Muchos de los asistentes, conociendo ahora cómo se mueven las cucarachas por una estructura, compartieron que desean regresar a sus trabajos y reunirse con los residentes y apoyarlos.
“Si tienes cucarachas en una unidad las tienes en todo el edificio”, expresó Wise.
Shoemaker recuerda las palabras de Judy Black, entomóloga técnico principal para Orkin y Dini Miller, entomólogo de Virginia Tech, quienes insisten en la importancia de las inspecciones y documentación como parte de mejores prácticas de IPM.
Aun cuando reportar una plaga en nuestra casa puede resultar vergonzoso, Wise dijo que ella está más interesada en hacer que sus residentes se sientan empoderados no solo para reportar las señales de infestación al personal, sino a sus vecinos también.
Entrenar a los residentes es ciertamente algo beneficioso, pero como han señalado expertos como Black y Miller, los gerentes de viviendas deben hacer su parte, en lugar de culpar a los inquilinos por sus hábitos de limpieza.
StopPests ofrece entrenamiento y asistencia técnica gratuitos sobre IPM para propiedades que son asistidas por Housing and Urban Development. Si está interesado en recibir el entrenamiento por parte de Taravati y Shoemaker, en colaboración con StopPests, visite StopPests.org para mayor información.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes