- Author: Emily C. Dooley, UC Davis
El orujo de uvas ayuda también mejora la eficiencia del alimento y la calidad de la leche
Investigadores de la Universidad de California en Davis alimentaron a vacas con una mezcla de alfalfa y orujo de uvas fresco y observaron que las emisiones de metano producidas por el ganado se redujeron en un 10 a 11 por ciento.
El orujo es una sustancia residual del proceso de producción de vinos, que hasta ahora había sido considerado un desecho de esta industria.
Este hallazgo es parte de los resultados preliminares de un proyecto piloto de investigación y ofrece un camino sustentable y a bajo costo para que los viñedos reduzcan sus desechos a la misma vez que ayudan a las operaciones lecheras a mantener la calidad mientras reducen las emisiones de metano, el cual es un gas poderoso de efecto de invernadero.
“Esta es la primera vez que alguien ha demostrado que esto puede funcionar en California”, mencionó Ermias Kebreab, profesor de ciencias animales y decano adjunto de participación global en UC Davis. “Reducimos las emisiones, mejoramos la calidad y podemos también reducir el costo de producción”.
El proyecto piloto de investigación, cuyos resultados serán detallados por escrito más adelante, también reveló que mezclar el orujo de uvas mejora la eficiencia en la alimentación del ganado e incrementa las grasas saludables, indicó Selina Wang, profesora asociada de Extensión Cooperativa en el procesamiento de frutas y verduras a pequeña escala.
“Descubrimos que el alimento con el aditivo del orujo de uvas cambió la composición de ácidos grasos de la leche y, en particular, incrementó las grasas polisaturadas, las cuales son las principales grasas en el orujo de uvas”, explicó Wang. “Esto sugiere que suplementar el alimento con un perfil óptimo de ácidos grasos puede tener un impacto positivo en el perfil de ácidos grasos de la leche e incrementar sus beneficios en la salud”.
¿Productos básicos simbióticos?
En el 2022, California fue el principal productor de lácteos en el país, generando ventas por 10,400 millones de dólares, mientras que el 90 por ciento de la producción vitivinícola provino del Estado Dorado, con un valor comercial de 5,540 millones.
El procesamiento de uvas para vino genera miles de toneladas de desecho en forma de orujo de uvas, el cual incluye las semillas, cáscara y tallos. Las lecherías y el ganado son responsables de más de la mitad de las emisiones de gas metano del estado, debido en gran parte por los eructos de vacas.
Estos son los dos principales productos agrícolas de California, según estadísticas de producción y la reducción de desechos y emisiones para ambas industrias son claves para que el estado cumpla con sus objetivos climáticos.
Taninos para la reducción de emisiones
Las uvas de vino tienen un alto contenido de tanino, al cual se le conoce por su facultad de reducir las emisiones de metano, por lo que Kebreab buscó probar si al agregar orujo de uvas al alimento podría tener un efecto positivo sin afectar adversamente la producción.
“Es un subproducto que no está siendo utilizado mucho”, manifestó el experto. “Es algo que podemos incorporar en nuestros esfuerzos para tratar de reducir las emisiones”.
Mezcla de opciones de alimento
Para realizar la investigación, los científicos trabajaron con las vacas lecheras Holstein y les dieron alimento consistente de alfalfa, trigo, cáscara de almendras, semilla de algodón y granos. Después de dos semanas, las vacas fueron separadas en tres grupos: un grupo de control sin cambio en la dieta, otro al que se le dio alimento combinado incluyendo un 10 por ciento de orujo de uvas y el tercero recibió un 15 por ciento de orujo de uvas.
A los grupos de vacas se les cambiaban las combinaciones de alimento cada cuatro semanas.
Fueron alimentadas dos veces al día por estudiantes de post doctorado y becarios y las emisiones fueron monitoreadas diariamente. La producción de leche fue documentada en la mañana y tarde y muestras de leche fueron tomadas semanalmente para analizar el contenido de grasa, proteína, lactosa y otras medidas, las cuales no mostraron diferencias entre el grupo de control y el resto de los grupos.
Las emisiones de metano e hidrogeno se redujeron comparadas con el grupo de control, sugiriendo que el orujo de uvas redujo emisiones entéricas sin afectar la producción.
“Creo que la industria lechera estará muy interesada en esto”, señaló Kebreab. “Algunas veces cuando se utilizan aditivos, se tienen problemas de palatabilidad. Con el orujo de uva, realmente lo adoran”.
Lo siguiente en la lista es una prueba con el orujo de olivo y trabajar para entender el mecanismo que reduce las emisiones. “Si tenemos un mejor entendimiento de los mecanismos, podemos seleccionar el aditivo para el alimento o una mezcla de aditivos para reducir las emisiones del ganado lechero y producir leche más saludable al mismo tiempo que utilizamos subproductos agrícolas”, dijo Wang. “Hay mucho margen para crecer en este espacio y estamos muy entusiasmados sobre este trabajo”.
La investigación fue apoyada por la Fundación para la Investigación de Lecherías de California.
Este artículo se publicó por primera vez en la página de noticias de UC Davis.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes