- Author: Mike Hsu
¿Qué hacer ante los recortes en los cupones de alimentos? Expertos de UCANR ofrecen varios consejos para estirar el presupuesto.
Alrededor de 3 millones de personas que participan en CalFresh podrían enfrentar hambre y condiciones difíciles para satisfacer sus necesidades básicas, debido a que se terminó la ayuda adicional, establecida por la emergencia de Covid-19.
A finales del mes de marzo, los participantes del CalFresh, la versión californiana de SNAP Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, recibieron la última ayuda por la crisis de la pandemia, establecida por el gobierno federal desde 2020 y que había aumentado considerablemente los beneficios para la compra de los alimentos. Es una reducción importante que podría varíar dependiendo del tamaño de la familia y el ingreso. Por ejemplo, en este mes de abril, los beneficios en la casa de una sola persona, podrían disminuir de 281 dólares a 23 dólares por mes.
“La ayuda por la emergencia tuvo un impacto tremendo en nuestras comunidades y en todo el país”, dijo Shannon Klisch, del Programa de Jóvenes, Familias y Comunidades de Extensión Cooperativa de UC. “Un estudio calculó que el alivio por la emergencia ayudó a más de 4 millones de personas, en todo el país, a salir de la pobreza, durante el último trimestre de 2021 y la pobreza infantil se redujo en 14 por ciento”.
El incremento, a los beneficios de SNAP durante la pandemia, redujó el hambre y muchos habían reconocido que finalmente estaban recibiendo la ayuda suficiente para alimentar a sus familias, indicó Wendi Gosliner, del Instituto de Políticas Sobre Nutrición, un programa de la División de Agricultura y Recursos Naturales, UCANR, que vela por la salud y nutrición de todos los californianos. Sin embargo; con la eliminación de esa ayuda de emergencia, la inseguridad alimentaria empieza a resurgir como una preocupación muy seria.
“Es inconcebible que una nación tan rica tenga tanta gente con hambre”, dijo Gosliner. “Y aquí en California, con el alto costo de vida, la inflación y las disparidades en el ingreso y la riqueza, la gente se ve obligada a explorar todas la opciones para alimentarse a sí mismos y a sus familias”.
Para garantizar que reciban la mayor ayuda posible, Klisch recomienda a los participantes de CalFresh – en especial quienes solicitaron los beneficios durante la pandemia y que son relativamente nuevos en el programa – que verifiquen doblemente su información.
“Si el condado no tiene su información más reciente, llame a la oficina en su condado o si su dirección cambió, o si ha sufrido una reducción de salario, o si aumentaron los gastos en su familia, como podría ser el costo del cuidado infantil o tiene más dependientes – todo eso le puede ayudar a obtener mayores beneficios de CalFresh”, explicó la experta.
También se puede estirar el presupuesto promoviendo hábitos saludables, por ejemplo las familias con niños en edad escolar pueden motivar a los hijos a participar en el programa de comidas escolares universales gratuitas para menores de 18 años y deben permanecer atentos a la próxima emisión de la tarjeta P-EBT (Pandemic EBT), con un valor potencial de cientos de dólares.
Asimismo, el programa California Alternate Rates for Energy Programs conocidos como CARES, por sus siglas en inglés, ofrece descuentos, de 20 por ciento o más, en el pago de la luz y el gas, a familias de bajos ingresos. Otro programa disponible es: Affordable Connectivity Program que también ofrece descuento en el pago de internet. Además, de la ayuda que ofrecen los bancos de alimentos. Pulse en el enlace cafoodbanks.org/our-members para encontrar el banco más cercano a su comunidad.
“Le pedimos a las familias de recursos limitados que aprendan a navegar por los sitios en linea de esos programas y aprovechen la ayuda ya que es otra manera de ahorrar” indicó Klisch “Cuando las familias tienen suficiente dinero para alimentos todos se benefician porque se reduce el costo del cuidado de la salud y aumenta la actividad económica”.
Gosliner agregó que las personas deben informarse sobre su elegibilidad para recibir beneficios de WIC (Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños) así como el Crédito Tributario por Ingreso de Trabajo (EITC, por sus siglas en inglés) y CalEITC, beneficios para aliviar la pobreza poco utilizados por los californianos.
“Las personas deben asegurarse de tener acceso a todos los beneficios de la red de seguridad para los que sean elegibles”, agrego Gosliner
Market Match y otros incentivos que tambien pueden ayudar
A través de programas como Market Match, disponibles en aproximadamente 300 mercados de granjeros en todo California afiliados con el Ecology Center, los participantes de CalFresh pueden “igualar o recibir un dinero extra” en sus beneficios de EBT, para comprar más frutas y verduras en su mercado local (usualmente hasta 10 o 15 dólares por visita).
“Para las personas que buscan estirar su dinero de los alimentos, Market Match es una forma práctica de hacerlo”, dijo Klisch, quien ha dirigido los esfuerzos de UCCE en la promoción de ese programa en la Costa Central desde el 2017.
En el 2017 se canjearon alrededor de 48 mil dólares en beneficios de CalFresh y Market Match en los mercados de granjeros, cifra que en 2022 ascendió a un total de 207 mil dólares, un incremento del 327 por ciento. A nivel estatal, de acuerdo con las cifras de Ecology Center, las compras a través de CalFresh y Market Match aumentaron 161 por ciento entre el 2019 al 2021, alcanzando un total de 13 millones dólares.
“Las personas que usan Market Match definitivamente les encanta el programa y sienten que es increíblemente útil”, sostuvo Gosliner, cuya investigación ha demostrado que ese tipo de incentivos para la nutrición están asociados con un incremento en la seguridad alimentaria.
La experta agregó que el Departamento de Servicios Sociales de California está desarrollando un programa piloto para ampliar esos beneficios a otras tiendas de alimentos.
A pesar de ser el más grande en su tipo, Market Match es solo uno de los programas en California que ofrecen los beneficios o incentivos en la compra frutas y verduras bajo el California Nutrition Incentive Program (Programa de Incentivos para la Nutrición de California), que es financiado principalmente por GusNIP (el programa nacional de Incentivos para la Nutrición Gus Schumacher).
Los fondos de GusNIP – y SNAP en general – son regulados por la Ley Agrícola de los Estados Unidos que se renueva, tipicamente cada cada cinco años y actualmente se encuentra en negociación ante el Congreso.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega
- Author: Amy Quinton, UC Davis News and Media Relations
Más de 53 millones de personas en los Estados Unidos recurrieron a los bancos de comida para llevar alimentos a sus mesas, según datos de 2021 de la organización Feeding America. El esfuerzo por combatir la inseguridad alimentaria ha adoptado, en las últimas décadas, nuevas prácticas, para asegurar que las personas que requieran ayuda no solo tengan acceso a los alimentos sino que además reciban alimentos saludables y nutritivos.
Sin embargo, hasta ahora los bancos de alimentos han tenido pocas opciones para evaluar esas prácticas.
Para ayudar a los bancos de alimentos a cumplir mejor con ese propósito, Cassandra Nguyen, profesora asistente de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en Davis, en coordinación con un equipo de investigadores, realizó una evaluación sobre el tema de nutrición y salud de los bancos de alimentos publicada en el diario, Public Health Nutrition.
Se trata de una nueva herramienta que ayudará a los bancos a evaluar sus prácticas y determinar si pueden adoptar estrategias adicionales para promover la nutrición y la salud. Al mismo tiempo, esto les servirá como un punto de referencia para monitorear su progreso a través del tiempo, dijo Nguyen, del Departamento de Nutrición de la Universidad de UC Davis.
La política de nutrición va más allá del inventario
Los bancos de alimentos enfrentan varios retos para promover la nutrición, la salud y la equidad. Aunque estos pueden evaluar la calidad nutricional de su inventario, Nguyen afirma que promover la nutrición va más allá de conocer el tipo de alimentos disponibles.
“Los bancos de comida pueden tener políticas de nutrición que indiquen de dónde provienen los alimentos y a qué tipo de alimentos se le debe dar prioridad cuando disponen de fondos. Asimismo, deben asegurarse que las personas que reciben las despensas estén representados, ya sea en consejos de asesores y que puedan dar su opinión sobre los alimentos que desearían recibir,” dijo Nguyen.
- Además, deben asegurarse que los materiales educativos de nutrición y la información de los programas de ayuda federal estén disponibles en los idiomas que habla la mayoría de las personas que ahí acuden.
- Otra idea es trabajar junto a otras organizaciones externas, como los agricultores locales, lo que podría ayudarles a aumentar la variedad y disponibilidad de los alimentos nutritivos.
- Establecer mejores relaciones con las distintas organizaciones comunitarias también les ayudará a enfrentar mejor cualquier crisis inesperada, o un aumento repentino en la demanda de alimentos como ocurrió durante COVID-19.
La Evaluación de Salud y Nutrición de Bancos de Comida se diseñó para evaluar estos y otros objetivos y para que los bancos de comida puedan identificar las áreas de éxito e identificar estrategias potenciales que no aún no han sido consideradas.
Importancia de la información
“Al tener los datos de esta investigación que muestran que algunas de las prácticas para fomentar la nutrición y salud pueden ser difíciles de implementar, los bancos de comida pueden elevar sus voces para abogar por cambios políticos”, dijo Nguyen.
En esta investigación participaron cuatro diferentes bancos de comida que están asociados con Feeding America. En esta pequeña muestra inicial, la mayoría de los bancos de comida preguntaron a las personas sobre sus preferencias o si padecían enfermedades relacionadas con la dieta, como diabetes, pero pocos contaban con representación, de las personas que reciben los beneficios, en sus consejos de asesores.
La evaluación está disponible en Feeding America, es la organización más grande sin fines de lucro en apoyo al sistema de alimentos de beneficencia y en línea a través de la Extensión de la Universidad de Illinois. Otros autores son: Caitlin Kownacki, Veronica Skaradzinski, Kaitlyn Streitmatter, Stephanie Acevedo y Jennifer McCaffrey de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign; Stephen D. Ericson de Feeding Illinois y Jessica E. Hager de Feeding America.
La investigación fue financiada por el Programa Educativo de Asistencia Nutricional Suplementaria o SNAP-Ed en Illinois.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega