- Author: Mike Hsu
El centro Foothill Indian Education Alliance, localizado en la ciudad de Placerville, además de ser una academia en donde se ofrece tutoría, hay también otras actividades culturales disponibles para los jóvenes de los condados de El Dorado y Amador afiliados a la amplia diversidad de tribus nativas estadounidenses.
Ahí los jóvenes aprenden manualidades tradicionales como la elaboración de tambores y joyería, pero además; en el verano pasado se implementó una nueva actividad culinaria gracias a la colaboración con el programa estatal CalFresh Healthy Living, de la Universidad de California que ofrece cursos de nutrición a las personas inscritas en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido como SNAP.
“Muchos niños desconocen su cultura y sus platillos tradicionales, debido a que no viven en una reservación, o sus familias no mantienen contacto con alguna tribu local”, indicó Cailin McLaughlin, educadora de nutrición de CalFresh Healthy Living de UC en el condado de El Dorado. “La comida es una buena manera de explorar la herencia cultural porque congrega familias y costumbres , así que al compartir los alimentos se comparten también las historias y tradiciones que hay detrás de ellas”.
En la primavera pasada, McLaughlin implementó con Hal Sherry, tutor principal en Foothill Indian Education Alliance, un nuevo “Campamento de Verano” de cinco semanas para que los jóvenes aprendieran a preparar en la cocina de ese centro, platillos tradicionales con los ingredientes de su huerto.
Sherry manifestó que la experiencia ofreció a los participantes, diez estudiantes de primaria y siete de secundaria, una importante perspectiva de la interrelación entre todos los seres vivos.
“El objetivo del programa es entender que cada uno de nosotros forma parte el orden natural de las cosas y debemos poner de nuestra parte para encajar en ese círculo”, explicó el experto. Es una lección de ecología que también enseña que no queremos envenenar a nuestro cuerpo, como tampoco queremos envenenar al medioambiente”.
El programa combina lecciones de cultura y nutrición.
Para el programa de verano, McLaughlin seleccionó un programa de aprendizaje enfocado en la nutrición con alimentos del huerto y lo impregnó de elementos sobre las formas de la alimentación indígena.
“Prácticamente elegimos los ingredientes que tienen un significado cultural para las comunidades indígenas americanas, como son los arándanos azules, zarzamoras, piñones, calabazas, alimentos propios de esos lugares”, indicó “De esa manera pudimos profundizar sobre la historia de ese alimento y por qué es importante para los indígenas – y así ofrecer enseguida (a los estudiantes) la información nutricional de cada uno de ellos ”.
Después de que los jóvenes prepararon postres con semillas de chía – en base a una receta de la serie creada por CalFresh Healthy Living, el Museo y Centro Cultural Indígena de California y el Centro para el Bienestar y Nutrición – un trabajador del Foothill Indian Education Alliance dijo que los cazadores nativos comían semillas de chía para estar fuertes antes de ir a cazar.
Varios participantes nunca habían probado las semillas de chía antes y los postres fueron “los favoritos”, según McLaughlin.
“¡Ojalá pudiéramos prepararlos más seguido!”, dijo Lacey, estudiante de quinto grado quien participa, durante todo el año, en los programas que hay disponibles en el centro.
Además de participar en las actividades al aire libre en el huerto, Lacey dijo que le había gustado mucho preparar la comida en la cocina en el campamento de verano y el hecho de que los jóvenes pudieron hacerlo por sí mismos.
“Todos los niños participaban, mientras que (McLaughlin) solo estaba supervisando para asegurarse que lo hiciéramos bien – fue muy bonito”, dijo Lacey, quien se identifica como Miwok.
Compartiendo dentro de las familias de todas las tribus
La participación activa de los jóvenes es una de las una fortalezas del programa, explicó Sherry, quien expresó admiración por el estilo de enseñar de McLaughlin por fomentar la participación y evitar dar “clases magisteriales” y en cambio atraer a los jóvenes a una conversación animada sobre el contenido nutricional de los ingredientes.
“Esperamos que mantengan algo de todo lo que aprendieron hoy, y que digan: “Sabes, creo que sí me gustaría comer un poco de maíz y frijoles durante la comida porque eso va a ayudar a mis huesos a crecer fuertes y a mejorar mi vista'”, dijo Sherry. “Eso es realmente lo que queremos que perdure”.
Al terminar el programa de verano, se entregó a los participantes un recetario de platillos de los pueblos originarios americanos, denominado “Jóvenes, indígenas y saludables: recetas inspiradas por jóvenes indígenas de la actualidad”. James Márquez, director de Foothill Indian Education Alliance, dijo que escuchó decir a varios estudiantes que compartirían muchas de las lecciones del programa con sus familias.
“He escuchado lo mismo de los padres y abuelos, quienes dijeron que era maravilloso que los niños regresaran a casa interesados en cocinar y compartir esas comidas nutritivas con sus familias”, mencionó Márquez.
Ese importante intercambio de conocimientos también se produce entre el personal y los estudiantes, ya que el centro está formado por miembros de muchas tribus, desde los Lakota de South Dakota hasta los navajo.
“Nosotros servimos a todos los indígenas de los pueblos originarios, sin importar de qué tribu son”, expresó Márquez. “Lo que hacemos representa a muchas tribus diferentes, y por eso compartimos información de una tribu a otra y de esa manera todos pueden apreciar y valorar las contribuciones de cada uno de ellos”.
Talia, estudiante de sexto grado quien participó en el programa de verano, disfrutó mucho del intercambio cultural. “Me gusta aprender nuevas cosas…y conocer más sobre las personas a mi alrededor”, explicó Talia. “Además, es interesante aprender sobre la cultura de otras personas y también sobre quiénes son los indios americanos”.
McLaughlin se asoció con Foothill Indian Education Alliance para implementar un programa de “Academia de Cocina” durante el otoño pasado y está planeando otro programa para la primavera/verano de este año 2023. La enseñanza e intercambio continúo sobre las formas de alimentación son solo una parte de un largo proceso para recuperar y reconstruir las tradiciones culturales de los indígenas estadounidenses.
“Desgraciadamente,hubo un esfuerzo muy concertado para borrar la cultura de los indígenas en este continente; fue algo muy premeditado para erradicar esa cultura como si nunca hubiera existido”, manifestó Sherry. “Ahora hay mayor conciencia de lo terrible que fue aquello y es como si se intentara cultivar un nuevo huerto sobre una área que fue severamente quemada … y esto está sucediendo en todo el país”.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega