Blog de Alimentos
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Invertir en programas de la granja a la escuela beneficia, además de la salud de los estudiantes, a la economía de los granjeros

Las granjas pequeñas y medianas, mujeres y granjeros BIPOC se benefician de manera especial

Un nuevo reporte revela que los granjeros de California que participan en el Farm to School Incubator Grant Program (Programa de Subsidios de la Granja a la Escuela) del estado están incrementando sus ventas en las escuelas de frutas y verduras frescas y orgánicas y carnes y productos lácteos locales, según investigadores que evalúan el impacto que tiene este programa. 

El reporte determinó que un 57 por ciento de los granjeros del programa registraron ventas en las escuelas entre abril y septiembre del 2023, representando un promedio del 33 por ciento de los  ingresos totales en sus granjas. Todos los productores de alimentos que recibieron fondos del citado programa dijeron usar o planean usar prácticas climáticamente inteligentes en sus operaciones durante el periodo que dure el subsidio. 

California ha hecho la mayor inversión que cualquier otro estado del país en los programas de la  granja a la escuela, asignando aproximadamente 100 millones de dólares entre el 2020 y 2022. El reporte, escrito por un grupo  independiente de investigadores  de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC, UC Berkeley, el Food Insight Group, el Instituto para los Alimentos de Berkeley y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, muestra que esa inversión está empezando a dar sus frutos más allá de aumentar la exposición de los niños a la educación sobre alimentación y a las frutas y verduras cultivadas en California.  

Mientras que estudios existentes muestran que los niños que participan en los programas de la granja a la escuela comen más frutas y verduras, tienen mayor disposición a probar alimentos saludables y hasta muestran un mejor rendimiento escolar, el proyecto de evaluación de la granja a la escuela examina una brecha que la mayoría de los programas de esta indole no han abordado: cómo afectan las compras por parte de las escuelas locales al sector agrícola y medioambiente. 

El reporte revela que las inversiones están llegando principalmente a los granjeros que el estado busca apoyar a través de este programa: de 50 productores beneficiados evaluados en este reporte, 42 por ciento son personas autoidentificadas como negros, indígenas y gente de color y un 62 por ciento son mujeres. Casi todos (94 por ciento) son operaciones pequeñas o medianas. 

Tres de los productores beneficiados revelaron que es muy posible que los fondos recibidos del Farm to School Incubator Grant Program evitaron que cerraran sus negocios. “Este subsidio … nos ha permitido y seguirá permitiéndonos hacer cosas en la granja que probablemente nos hubiera tomado una década hacer, pero podremos hacerlos en una o dos temporadas.  Así que [ello] nos  hace avanzar mucho”, expresó el granjero. 

Beth Katz, investigador líder y director ejecutivo de Food Insight Group, mencionó que “los granjeros están extendiendo sus relaciones con los distritos escolares locales, incrementando sus ventas a las escuelas, invirtiendo en infraestructura y personal y formando nuevas relaciones con los centros de alimentos que pueden ayudarles con los requisitos de compra, a menudo complejos, propios de los alimentos escolares. Aunque todavía nos encontramos en una etapa muy temprana para entender el impacto de estas inversiones, empezamos a ver ciertos patrones surgir”.

Un granjero del condado de Humboldt indicó que los centros de alimentos, que también son  apoyados por el programa de subsidios, son críticos para su éxito ya que les da acceso al mercado de los alimentos escolares: “[El centro de alimentos] es realmente un cambio radical que hace posible esa sola entrega en el pueblo, aun cuando quede a una hora de distancia, en lugar de ir a [diferentes sitios escolares] y hacer todas esas pequeñas entregas. Esa ha sido una de las formas que lo hace muy . . .atractivo para nosotros como granja participar”.

El reporte también examina el potencial impacto al medioambiente a través de inversiones directas en los granjeros que utilizan prácticas agrícolas que benefician al clima.

“Me inspira el potencial del programa de la granja a la escuela para apoyar a los granjeros que utilizan prácticas beneficiosas para el medio ambiente, como la reducción de pesticidas, la siembra de cultivos de cubierta y orgánicos — y para ayudarlos a expandir o adoptar estas prácticas. Es esencial que estos granjeros tengan un mercado para lo que cultivan para poder ver beneficios al medioambiente duraderos”, manifestó Tim Bowles, quien encabeza la evaluación sobre el impacto al medioambiente para el equipo de evaluación y es profesor asistente en el Departamento de Ciencias, Políticas y Gestión del Medioambiente en UC Berkeley y director líder del profesorado del Instituto de Alimentos de Berkeley.

“También estamos viendo a las granjas expandir su superficie para poder vender a las escuelas, lo que sugiere que este es un mercado deseable. Estamos investigando el impacto al medioambiente de estas inversiones, especialmente el clima”, indicó Bowles.

Al igual que con otros programas nuevos dirigidos a construir infraestructuras largamente aplazadas, las mejoras de los sistemas alimentarios escolares exigen un planteamiento profundo.

“Los retos en torno a cambiar un complejo sistema alimentario escolar son substanciales”, expresó Gail Feenstra, una pionera en la investigación de la granja a la escuela y co líder en el proyecto de UC ANR. “Décadas de investigación muestran el valor que tienen los alimentos frescos y producidos localmente. Sin embargo, lo que cada vez está más claro a partir de esta investigación es que las inversiones a largo plazo en el sistema completo de la granja a la escuela son cruciales. Sin una infraestructura a nivel regional que incluya personal, agregación y distribución para facilitar la entrega de alimentos producidos localmente de la granja a la escuela y a los niños, vamos a tener problemas para hacerlo realidad.

"Afortunadamente, la estrategia del estado e inversiones innovadoras en toda la cadena de suministros de la granja a la escuela – lo que significa fondos para los distritos escolares, granjeros y también colaboradores regionales, combinados con el apoyo del personal regional de DFA – empiezan a abordar esos antiguos retos.

Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes