- Author: Ria DeBiase, UC Giannini Foundation
Cómo afectan las políticas a las emisiones de contaminantes, uso de tierras y precios de combustibles y aceites vegetales
Durante las últimas dos décadas, tanto el gobierno federal como el estatal han promulgado políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG, por sus siglas en inglés) en el sector transportista. En una nueva edición especial de ARE Update, los economistas agrícolas de la Universidad de California exploran cómo estas políticas federales y estatales han afectado la producción de biocombustibles para motores y aviación y consideran cómo estas políticas han afectado el uso de tierras y los precios de los alimentos. Su investigación muestra que mientras que la demanda de diésel renovable empezó a rebasar la oferta en Estados Unidos, los precios al consumidor del aceite vegetal — que se utiliza como materia prima para la producción de diésel renovable —aumentaron.
La National Renewable Fuel Standard (Norma nacional de combustible renovable o RFS, por sus siglas en inglés) y la California's Low Carbon Fuel Standard (Norma para combustibles bajos en carbono de California o LCFS, por sus siglas en inglés) implementados en el 2006 y 2011, respectivamente, han llevado a un incremento en la cantidad de biocombustibles consumidos y producidos en Estados Unidos. Mientras que la RFS dispone que un volumen mínimo de combustibles renovables sea mezclado con los combustibles para transporte en Estados Unidos, la LCFS establece un objetivo de reducción anual creciente de las emisiones de carbono relacionadas con el transporte. La LCFS estableció el 2030 como fecha límite para reducir las emisiones GHG en un 20 por ciento, a través del desarrollo de un programa de intercambio de carbono que requiere que las refinerías que producen combustibles ‘más sucios' compren créditos de los que producen combustibles más limpios (como los renovables).
Los autores muestran que después del 2020, cuando los precios a crédito de CFS (como los subsidios de biocombustibles) estaban altos, California vio un creciente volumen de combustible para motor proveniente del diésel renovable — el cual previamente solo constituía el 5 por ciento de la mezcla de diésel del estado. Actualmente, la mezcla de diésel al menudeo en California es un 35 por ciento de diésel convencional y 65 por ciento de diésel renovable.
Para el 2023, el diésel renovable era el combustible renovable de mayor consumo en California y también generó la mayoría de los créditos bajo la LCFS. Debido a que el diésel renovable es un perfecto substituto del “diésel convencional”, no necesita mezclarse con el diésel convencional, a diferencia del biodiesel el cual es químicamente diferente al diésel renovable.
Los insumos agrícolas que se usan para producir diésel renovable no solo se pueden usar en la producción de aceite de motor, sino también para crear combustible para aviación sustentable (SAF), por sus siglas en inglés). Los créditos fiscales adicionales están fijados en la Ley de Reducción de la Inflación del 2021 con el objetivo de multiplicar 100 veces la producción de estos combustibles para finales de la década. Sin embargo, los autores del segundo artículo muestran que los incentivos actuales para producir SAF no son suficientemente grandes para superar el costo de la oportunidad de utilizar estos combustibles para el transporte por carretera.
Después del dramático incremento en la demanda de diésel renovable (500 por ciento en los últimos cinco años), un mayor porcentaje proviene de aceites vegetables comestibles. El aumento en la demanda casi con toda seguridad juega un papel en el incremento en la presión inflacionaria en alimentos como los aceites comestibles.
“Del 2018 al 2024, la inflación de alimentos caseros fue del 24 por ciento, pero durante el mismo periodo de tiempo, la inflación para grasas y aceites fue del 83 por ciento”, dijo Jens Hilscher, profesor de UC Davis y coautor del reporte.
El incremento en la demanda de estos aceites en Estados Unidos también ha resultado en un auge en la producción en países como Brazil e Indonesia y parte de la conversión de tierras en cultivos de aceite vegetal puede resultar en una deforestación. Las emisiones de gases de efecto invernadero son un desafío global. Los autores muestran que las disposiciones con respecto al biocombustible con regularidad tuvieron éxito en mover el consumo de estos combustibles en Estados Unidos, de un producto o región a otro sin necesariamente reducir las emisiones a nivel nacional. Su investigación hace hincapié en la importancia de un esfuerzo coordinado encaminado a reducir las emisiones con un ojo atento a las consecuencias indirectas que inevitablemente resultan de las políticas ambiciosas.
Para conocer más sobre cómo han afectado las políticas de combustible renovable federales y estatales la demanda de biocombustibles, lea en línea la edición especial completa de ARE Update 27(5), Fundación Giannini de UC para la Economía Agrícola en https://giannini.ucop.edu/filer/file/1719507310/21010/.
ARE Update es una revista bimensual publicado por la Fundación Giannini de UC para la Economía Agrícola con el fin de educar a legisladores y profesionales de la agroindustria sobre nuevas investigaciones y análisis de temas importantes en economía agrícola y de recursos. Los artículos son escritos por miembros de la Fundación Giannini, incluyendo al profesorado de la Universidad de California y especialistas en economía agrícola y recursos de Extensión Cooperativa y estudiantes de postgrado de la universidad. Conozca más sobre la Fundación Giannini y sus publicaciones en https://giannini.ucop.edu.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes