- Author: Patty Guerra, UC MERCED
El agua se encuentra entre los recursos más preciados del planeta. Algunas áreas no obtienen suficiente, algunas obtienen mucha. Y el cambio climático está llevando a estas dos situaciones a extremos cada vez mayores.
Dos expertos en ingeniería civil y del medio ambiente de la Universidad de California en Merced participaron en un reciente reporte del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente que examina ese problema y ofrece soluciones potenciales. Tapan Pathak, professor asociado de extensión y el professor Josué Medellín-Azuara, co autor del reporte, "Scarcity and Excess: Tackling Water-Related Risks to Agriculture in the United States," (Escases y exceso: abordando los riesgos relacionados con el agua para la agricultura en Estados Unidos). Medellín-Azuara, escribió la parte perteneciente a California.
Según lo revelado por los autores del reporte, además del cambio climático, las intervenciones humanas perjudiciales como la extracción excesiva de agua subterránea, la expansión de las redes de drenaje y una gobernanza desajustada aumentan los costos agrícolas relacionados con el agua, particularmente en los estados del medio oeste y oeste.
Pathak y Medellín-Azuara aseguran que el problema se magnifica en el estado de California, el cual alberga los campos agrícolas más grandes y diversos de todos los Estados Unidos, con ingresos brutos provenientes de las granjas y ranchos que exceden los 50 mil millones de dólares.
"Debido al favorable clima mediterráneo, las zonas micro climáticas regionales únicas, un sistema de abastecimiento de agua altamente diseñado y desarrollado y una cercana conexión entre los productores, investigadores y las instituciones de extensión cooperativa, la abundancia agrícola de California incluye más de 400 productos básicos, algunos de los cuales no se producen en ninguna otra parte de la nación", escribieron los investigadores de UC Merced.
Pero el clima variable y la necesidad de agua representan un desafío. No obstante que la mayor parte de las precipitaciones caen en la parte norte de California, las dos terceras partes del sur del estado representan un 85 por ciento de la demanda de agua. Y todos esos cultivos deben ser regados durante el verano, cuando hay muy poca o nada de lluvia.
Parte del agua proviene del manto de nieve producido por las tormentas invernales y almacenado en depósitos cuando se derrite. Mucha otra proviene del río Colorado.
"Substancialmente menos agua es capturada y almacenada durante los periodos de sequía, poniendo en peligro el suministro de agua en California y en riesgo las necesidades de agua para la agricultura", señalaron en el reporte Pathak y Medellín-Azuara.
El cambio climático, con periodos de sequía entre los veranos excesivamente húmedos, magnifican ese riesgo.
"Además, el ritmo del incremento de las temperaturas mínimas en la Sierra Nevada es tres veces más rápido que el de las temperaturas máximas, resultando en una reducción potencial en el manto de nieve, un derretimiento más temprano de la nieve y más agua en forma líquida en comparación con la nieve", según reportaron los investigadores. "De acuerdo con el Departamento de Recursos Hídricos de California, para el 2100, se proyecta que el manto de nieve de Sierra Nevada experimente una reducción de un 48 a 65 por ciento del promedio histórico".
También se espera que el cambio climático afecte la disponibilidad de agua en el río Colorado.
La sequía del estado entre el 2012 y el 2016 produjo alrededor de 540 mil acres de barbecho agrícola en el 2015, costando a la economía del estado un ingreso bruto de 2,700 millones y 21 mil trabajos. Ante la falta de Lluvia, los granjeros incrementaron el bombeo de agua subterránea para regar sus cultivos, agotando ese recurso.
El reporte incluye recomendaciones sobre políticas, programas y herramientas para apoyar la resiliencia agrícola, como:
- Cambiar las prácticas de gestión del uso y cultivo de la tierra para apoyar la transición a una huella agrícola que pueda sustentarse con el suministro de agua disponible.
- Incrementar el acceso de los granjeros y administradores del agua a información importante y herramientas tecnológicas innovadoras para apoyar sus esfuerzos.
- Re imaginar la infraestructura construida y utilizar mejor la infraestructura natural para que las regiones estén mejor equipadas para hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos.
- Desarrollar mecanismos de políticas y financiamiento en apoyo a la mitigación y adaptación a los riesgos relacionados al agua, evitar la inadaptación y garantizar la seguridad alimentaria e hídrica.
"La agricultura innovadora de California necesita adaptarse rápidamente a una disponibilidad de agua más volátil, una mayor demanda de agua debido al clima y los reglamentos que protegen las reservas de agua subterránea, comunidades y ecosistemas", mencionó Medellín-Azuara. "La oportuna adopción de prácticas más sustentables en la agricultura probablemente producirá dividendos tanto a corto como a largo plazo".
Pathak agregó que "California se enfrenta a retos significativos relacionados con el cambio climático, pero tambien presenta oportunidades para innovaciones, colaboraciones y crecimiento sustentable. Para hacer a la agricultura resiliente ante los riesgos climáticos, necesitamos involucrarnos en soluciones holísticas que integren consideraciones de tipo ambiental, social, económico y de políticas".
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes
- Author: Grace Nguyen-Sovan Dean
La recién establecida Escuela de Arboricultura de California pretende preparar a los propietarios de bosques para que sepan cómo enfrentarse a los cambios que inevitablemente están experimentando sus áreas forestales ante el cambio climático.
La inspiración para la escuela de California se produjo cuando Kim Ingram, coordinadora de la Academia de Gestión Forestal, Katie Reidy, coordinadora académica de post incendios y Kocher asistieron al evento de la Escuela de Arboricultura de Extensión de la Universidad del Estados de Oregón en el condado de Clackamas, en Oregón.
Desde el 2020, el programa de Educación para Administradores de Bosques de UC ANR (FSE, por sus siglas en inglés) ha ayudado a los propietarios de bosques de California a ser proactivos ante dichos cambios. Los programas de talleres Forest Stewardship (Administración Forestal) y Post-Fire Forest Resilience (Resiliencia Forestal Tras los Incendios) usan un formato educativo en línea que guía a los propietarios de bosques sobre los pasos básicos para crear planes de gestión forestal y de paisajes después de los incendios, respectivamente. Actualmente, el equipo de FSE lleva a cabo el piloto de un nuevo programa para involucrar a una mayor audiencia de propietarios de bosques y miembros de la comunidad apasionados por los árboles.
Durante esta primavera, los equipos de Forest Stewardship y UC ANR Fire Network están llevando a cabo la primera Escuela de Arboricultura de California en la que las personas asisten a múltiples clases presenciales sobre los temas de silvicultura que más les interesan. “Los programas en línea están muy enfocados en los planes para la gestión forestal y actividad después de incendios y [la Escuela de Arboricultura] nos permite abordar otros temas”, manifestó Susie Kocher, asesora en bosques y recursos naturales de UC ANR
Un solo paso para continuar con la formación forestal
La Escuela de Arboricultura de OSU consiste en una experiencia de todo un día compuesta de clases que abarcan las diferentes dimensiones de silvicultura: la construcción de una casa con su propia madera, comercio de emisión de carbono y la compra de aserraderos portátiles son tan solo una pequeña muestra de las opciones que tienen los asistentes. Los estudiantes de la Escuela de Arboricultura de OSU van desde propietarios de bosques a estudiantes de colegios comunitarios, contribuyendo a un espacio que facilita las conexiones comunitarias y el aprendizaje.
Kocher describió la experiencia como “un día estupendo, una ventanilla única para estar al día de lo que nosotros [propietarios y profesionales forestales] debemos saber”. Emocionadas por la amplitud de oportunidades que ofrece la Escuela de Arboricultura de OSU, Ingram, Kocher y Reidy se sintieron inspiradas para traer el formato a California.
“Es nuestro momento para hablar sobre el ecosistema completo”, señaló Reidy. “La Escuela de Arboricultura aporta la confianza, un grupo confiable de expertos quienes pueden proporcionar más información sobre las preguntas relacionadas con las metas específicas de los propietarios”.
La primera Escuela de Arboricultura de California se llevó a cabo en Hopland el pasado 4 de mayo y la segunda será en El Dorado el 1 de junio. Similar a la Escuela de Arboricultura de OSU, se anticipaba una asistencia compuesta por propietarios de bosques, profesionales de recursos naturales y miembros de la comunidad interesados en el tema.
Conectando a los profesionales a nivel estatal y personalizando la educación forestal
La Escuela de Arboricultura ofrece a los asistentes la oportunidad de centrarse en temas que pertenecen a sus necesidades específicas de aprendizaje. Este enfoque personalizado es una nueva incursión para el equipo de administración de bosques, pero es algo que Ingram dice que los participantes del taller han estado deseando desde hace algún tiempo.
“Nuestros participantes nunca piensan que aprenden suficiente. Siempre están pidiendo más información y esta Escuela de Arboricultura nos da la oportunidad de ampliar sobre cosas que no hemos tenido la oportunidad de repasar durante la serie de talleres”, remarcó Ingram. Además, los instructores de la Escuela de Arboricultura cuentan con la libertad creativa a la hora de desarrollar sus clases, desde el tema hasta el formato de la clase. Eso se hace evidente al consultar el catálogo de las clases de cada sesión. Los asistentes de la Escuela de Arboricultura de California eligen asistir a cuatro clases, lo cual significa que pueden construir su primera pila de quema, entender los entresijos de la fauna silvestre, pintar al aire libre y conocer cómo apoyar los esfuerzos de reforestación a nivel estatal, todo en un uno.
“Siento que la Escuela de Arboricultura creó un sentido de confianza en torno a temas complejos”, indicó Reidy sobre su experiencia del año pasado en Oregón. Para la Escuela de Arboricultura de California, el equipo de administración de bosques intenta hacer lo mismo. Esto significa reclutar a través de la red de UC ANR y otras organizaciones, incluyendo CALFIRE y California Association of Resource Conservation Districts (Asociación de Distritos de Recursos para la Conservación o ARCD, por sus siglas en ingles), para aportar voces de confianza a la comunidad.
“Lo que tiene de emocionante la Escuelas de Arboricultura es que estamos aportando profesionales en recursos naturales de todas partes para atraer a todos a la misma vez y en un solo lugar”, manifestó Ingram.
El equipo esta emocionado de ver todas las conexiones que se harán entre los miembros de la comunidad y profesionales durante este año piloto “y si tiene éxito podemos repetirlo el año próximo”, comentó Kocher, “estamos definitivamente interesados en colaborar con más gente y expandir nuestro alcance”.
Hacer que la Escuela de Arboricultura de California fuera una experiencia en persona fue importante para el equipo ya que mucha de la educación es práctica. Además, Kocher ve un potencial adicional para hacer conexiones personales: “En persona, tienes esta oportunidad para que la gente se identifique como parte de la comunidad”, destacó Kocher, “así que estoy muy emocionado de que las personas pasen el rato entre si”.
Promover una comunidad informada
“No se puede separar lo emocional de lo físico y hay muchos temas sobre bosques como los incendios forestales y la economía que pueden ser un poco desalentadores”, señaló Ingram. “Estoy emocionada de ayudar a crear un ambiente de aprendizaje positivo en el que las personas se sientan motivadas a buscar en Extensión Cooperativa de UC este tipo de recursos”.
“Nuestro principal objetivo es difundir las ciencias”, coincidió Reidy. “Entre más expuesta este la gente a las ciencias, mayor es la confianza que sienten en sí mismos y en sus deseos y necesidades”.
- Author: Grace Fruto, UC Davis
- Author: Trina Kleist, UC Davis
Algunas plantas nativas, que embellecen con sus flores de colores las montañas de Santa Mónica en California, tienen la fortaleza necesaria para renacer después de un incendio forestal, pero un estudio reciente encontró que están siendo rebasadas en número por malezas invasivas.
En el noroeste de Los Ángeles, la primavera permite que estas flores silvestres nativas florezcan y ofrezcan alimento a insectos, mantengan la salud de la tierra y filtren el agua en el suelo – además de ofrecer impresionantes despliegues de color.
Estas plantas son muy buenas para sobrevivir después de un incendio forestal, habiéndose adaptado a ello a través de milenios. Pero una investigación muestra que las flores silvestres que usualmente brotan de nuevo después de un incendio y una buena lluvia están perdiendo terreno ante la doble amenaza que representan la contaminación citadina y las malezas no autóctonas.
El estudio, dirigido por Justin Valliere, profesor asistente del Departamento de Ciencias de las Plantas de UC Davis, reveló que las flores silvestres nativas y otras plantas prosperan típicamente después de un incendio fueron reemplazadas por plantas invasivas en suelos que reciben el tipo de nitrógeno que contienen las emisiones vehiculares.
“Muchas plantas nativas en áreas proclives a incendios dependen del fuego y algunas son completamente dependientes de él. Algunas se vuelven aún más abundantes después de un incendio”, manifestó Valliere, especialista en malezas invasivas y ecología restaurativa de Extensión Cooperativa de UC. “Pero descubrimos que estas especies seguidoras del fuego pueden ser especialmente vulnerables a una combinación de contaminación con nitrógeno y plantas invasivas”.
Esa es parte de la razón por la que las plantas nativas en estas montañas han reducido su número.
El problema al que se enfrentan las plantas nativas es que pueden compararse con una cuenta bancaria sin fondos: los fondos que son retirados no son reemplazados.
Todo comienza con un incendio, un proceso ecológico importante, mencionó Valliere. Las llamas arden queman las plantas de la superficie y regresan sus nutrientes al suelo. Las semillas que yacen en el suelo esperan a la siguiente lluvia para brotar y luego usan estos nutrientes para crecer.
“La diversidad de plantas es con frecuencia mayor en las temporadas de crecimiento inmediatamente después de que un sitio se quema”, dijo el experto.
Pero las plantan invasivas tienen muchas ventajas sobre las nativas. Por lo general brotan más temprano, crecen más rápido y producen más semillas, además de ser tolerantes a las sequías.
“Son como tramposas”, agregó Valliere. “No siguen las mismas reglas”.
El nitrógeno tambien es una importante pieza en la nutrición de cada planta. Todas obtienen un refuerzo de fertilizante del nitrógeno que flota de las emisiones vehiculares y cae en el suelo. Pero las invasivas usan el nitrógeno y otros nutrientes para crecer más rápido, ganando la carrera por agua y luz solar. Como resultado, pocas plantas nativas alcanzan a madurar, producen menos semillas y no pueden incrementar sus números.
Cuando la cuenta del banco se queda en cero
El incendio Springs del 2013 le ofreció a Valliere la oportunidad única para estudiar el impacto combinado del incendio forestal y el nitrógeno extra. Él y sus colegas de UC Riverside y del Servicio Nacional de Parques crearon parcelas para hacer pruebas en las montañas de Santa Mónica donde se había registrado un incendio. Luego le agregaron nitrógeno al suelo para imitar la cantidad y el tipo de contaminación que el humo de Los Ángeles hubiera depositado. Durante el estudio de tres años, las plantas nativas que típicamente hubieran prosperado después de un incendio, se redujeron más rápido en las parcelas con nitrógeno agregado.
Las semillas nativas brotaron, pero no florecieron. Con el tempo, “el banco” de semillas se redujo.
“Cada semilla tiene la oportunidad de florecer y reproducirse”, señaló Valliere. “Si una semilla crece y se ve rebasada, esa semilla ha perdido su oportunidad de reponer la reserva de semillas”.
Sin la oportunidad de reabastecer su “cuenta bancaria”, las plantas nativas morirán y el ecosistema completo se desequilibrará.
“Hay un valor inherente en biodiversidad”, dijo Valliere. “Estas malezas invasivas pueden prevenir el re establecimiento de arbustos nativos después de un incendio, algunas veces alterando para siempre la comunidad vegetal”.
La pérdida de las plantas nativas puede tener efectos en cascada en un ambiente más grande, agregó. Los problemas pueden incluir la pérdida de abejas nativas que se alimentan de las flores y los deslizamientos cuando la lluvia crea inestabilidad en las colinas.
Este problema puede replicarse en áreas similares donde la biodiversidad es mayor después de los incendios forestales – incluyendo partes de la cuenca mediterránea, el sur de África o Australia La adición de la contaminación citadina “podría tener serias consecuencias para la biodiversidad de los ecosistemas proclives a incendios a nivel mundial”, advirtió Valliere.
Para leer el reporte en inglésé haga clic en “Nitrogen deposition suppresses ephemeral post-fire plant diversity” de Justin Valliere, Irina Irvine y Edith Allen.
Este artículo fue publicado por primera vez en el sitio web del Departamento de Ciencias de las Plantas de UC Davis.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés . Editado para su publicación por Diana Cervantes.
- Author: Mary Burich, CLEAR Center
¿Qué pensaría si le dijeran que el ganado de pastoreo podría ser un arma secreta para reducir los incendios forestales en California? Estamos seguros de que inmediatamente empezarían a surgir preguntas y dudas en su cabeza.
Es cierto que, con su ganado, los rancheros de California ya contribuyen significativamente a la cultura, economía y suministro de alimentos de la región. Pero un nuevo estudio, sugiere que de manera inadvertida podrían también estar contribuyendo a moderar la severidad de los incendios forestales que han estado asolando al estado en los últimos años y que, definitivamente sería una mejor alternativa, que dejar que se quemen las praderas.
El estudio publicado en el diario Sustainability profundiza en el tema, sopesando las ventajas – e inconvenientes – que aporta el ganado de pastoreo. Los investigadores, incluyendo a científicos de la Universidad de California en Davis y de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC, se pusieron a calcular los gases de efecto de invernadero que producen las vacas que consumen la vegetación que, en caso contrario, ardería durante los incendios forestales. Luego calcularon las emisiones GHG en el caso que ese forraje quedara intacto y, por lo tanto, fuera consumido por el fuego, para eventualmente hacer una comparación.
Se siente el calor
Dada la severidad de los recientes incendios forestales en California y la creencia de que continuarán y se intensificarán en un futuro cercano, es un debate que vale la pena tener, manifestó Frank Mitloehner, experto en agricultura animal y calidad del aire de UC Davis, director del Centro CLEAR y uno de los investigadores que contribuyeron al artículo revisado por colegas.
“Cada año, entre el 2010 y 2020, California perdió en promedio 89 mil acres de pastizales debido a los incendios forestales”, indicó Mitloehner, quien también es especialista de Extensión Cooperativa. “Además de la alteración y devastación obvios que causaron, los incendios produjeron en el aire y nuestra atmosfera gases de efecto invernadero y partículas nocivas como carbono negro. Estos solos amenazan la salud climática y el bienestar de los humanos”.
Un gas rápido y furioso
El ganado es experto en eliminar combustible herbáceo cuando pastan. Sin embargo, al mismo tiempo, su sistema digestivo especializado produce metano que es expulsado con mayor frecuencia en forma de emisiones entéricas … más comúnmente conocidas como eructos. A modo de antecedentes, el metano es un potente gas de efecto invernadero que calienta la atmósfera 25 veces más que la tasa de carbono en más de cien años. Pero se queda en la atmosfera solo durante diez a doce años después de ser emitido. Después de eso, se transforma en dióxido de carbono y vapor de agua.
Por esa razón, Mitloehner se refiere al metano como un gas “rápido y furioso”. Furioso porque se calienta con fuerza y rápido porque lo hace durante solo un corto tiempo, especialmente cuando se le compara con el dióxido de carbono. Además, debido al ciclo de carbono biogénico, por el que las plantas extraen dióxido de carbono de la atmosfera para la fotosíntesis, el calentamiento del metano y sus subproductos pueden desaparecer por completo cuando son hidrolizados y usados por las plantas.
Cómo calculan las emisiones los investigadores
Para poder determinar si el ganado de pastoreo que emite metano es mejor para la atmósfera que la quema de praderas, Mitloehner y otros investigadores emplearon un método conocido como “simulación Monte Carlo”, una técnica matemática usada por científicos para predecir el resultado de acontecimientos inciertos.
Observando exclusivamente las emisiones de metano, descubrieron que es mejor dejar que las vacas consuman la vegetación a dejar que ardan durante incendios forestales. De acuerdo, es marginalmente mejor, pero cuando se consideran otras ventajas de la agricultura animal y, a la inversa, otras desventajas de un incendio generalizado y sin control, la conversación cambia repentinamente.
“Aun cuando el ganado no nos ofreciera ningún otro beneficio, lo cual no es el caso, podemos ahora argumentar que son útiles para nosotros en otra forma”, dijo Mitloehner.
¿Amigos o adversarios?
Ni que decir que es difícil encontrar algo bueno sobre los incendios forestales, pero eso no es el caso de la agricultura animal. La industria aporta trabajos y apoya la economía en otras formas también. Además, es una importante fuente de alimentos ricos en proteína que van en creciente demanda mientras que la población mundial continua en camino a los 10 mil millones de habitantes para el año 2050.
Ante la preocupación sobre el calentamiento global, la industria se encuentra en una posición única de alcanzar un calentamiento neto cero, también conocido como neutralidad climática, si continúa reduciendo de manera agresiva las emisiones de metano, lo cual Mitloehner asevera es de critica importancia para el planeta. “Algunos otros sectores pueden reducir su calentamiento a neto cero y todavía servir a la sociedad, pero la agricultura lo puede hacer debido a la forma en la que el metano actúa en la atmosfera”, manifestó el experto.
Además de Mitloehner, otros autores del estudio son Sheila Barry, Devii Rao y Theresa Becchetti, asesoras de Extensión Cooperativa; Rowan Peterson, Ermias Kebreab y Minju Jung de UC Davis y Felix Ratcliff y Kaveh Motamed de LD Ford.
Este artículo fue publicado por primera vez en el sitio web del Centro CLEAR (Clarity and Leadership for Environmental Awareness and Research) de UC Davis
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes
- Author: Kara Manke, PhD, UC Berkeley Media Relations
A veinte años del inicio de un experimento de la Universidad de California en la Sierra Nevada, investigadores confirman que no existe una solución única para la reducción en los riesgos de incendios forestales catastróficos en California, ya que la efectividad es mayor cuando se combinan estrategias como las quemas controladas y el raleo de restauración.
Estos tratamientos también mejoran la vitalidad de los bosques, incrementando la resiliencia de los árboles ante condiciones de estrés como las sequías y el ataque de los escarabajos de la corteza y no tienen un impacto negativo en la biodiversidad vegetal o vida silvestre, reveló la investigación. Los resultados del experimento, llamado Estudio del Sustituto del Fuego, se publicaron en línea en el diario Ecological Applications.
"La investigación es bastante clara en que estos tratamientos son efectivos — muy efectivos", mencionó Scott Stephens, autor principal del estudio quien es profesor de ciencias del fuego en la Universidad de California, Berkeley. "Espero que esto permita que la gente sepa que existe una gran esperanza de llevar a cabo estos tratamientos a escala, sin consecuencias negativas".
El año pasado, California anunció un plan estratégico para expandir el uso de incendios controlados a 400 mil acres anualmente para el 2025. Sin embargo, el uso del fuego benéfico continúa enfrentándose a múltiples obstáculos, incluyendo la falta de una fuerza laboral capacitada, la necesidad de condiciones climáticas específicas para llevar a cabo las quemas y el miedo sobre riesgos potenciales.
El estudio muestra además que el raleo de restauración también es una opción viable para el manejo de los bosques y puede ser usado en conjunto con el fuego benéfico sin dañar la vitalidad de los bosques o la biodiversidad.
"Nuestros resultados muestran que no existe una sola solución — hay varias cosas que pueden hacerse para impactar el riesgo de un incendio catastrófico", dijo Ariel Roughton, coautor del estudio y gerente de la estación de investigación en los bosques de Berkeley. "Las personas pueden elegir entre diferentes combinaciones de tratamientos que se adapten a sus necesidades y nosotros podemos mostrarles cómo esos tratamientos podrían tener un impacto en cosas como la conducta de un incendio forestal, el crecimiento de árboles y la retención de carbono en sus bosques".
Sustitutos de los incendios forestales
Stephens y otros investigadores de Berkeley Forests han usado, durante las últimas dos décadas, las quemas controladas, raleo de restauración o una combinación de ambos para tratar parcelas boscosas en la Estación de Investigación Forestal Iodgett, un bosque experimental de cuatro mil acres ubicado aproximadamente a 65 millas al noreste de Sacramento en las tierras no cedidas del pueblo de Nisenan.
El estudio Sustituto del Fuego fue uno de 13 estudios realizados en Estados Unidos que se llevó a cabo por primera vez en 1999 con fondos del programa U.S. Joint Fire Science. Su objetivo era determinar si los dos tratamientos podían imitar el impacto benéfico de los incendios y prácticas de quema de los indígenas en los bosques de California, los cuales han acumulado una vegetación densa tras un siglo de supresión de incendios.
"Los incendios prescritos y el raleo de restauración son ambos sustitutos de incendios forestales, un importante proceso que sucedía frecuentemente en California antes de la colonización europea", señalo Stephens. "El ímpetu de este estudio fue: ¿si van a implementar estos tratamientos a gran escala, hay algo que perder"?
El estudio creó nueve parcelas experimentales y tres parcelas de control en Blodgett. En tres de las parcelas experimentales solo se usaron incendios controlados; tres de los incendios ocurrieron durante el curso de veinte años. Otras tres parcelas experimentales fueron primero sometidas a un raleo y luego quemadas y las últimas fueron tratadas solo con raleo de restauración. Las parcelas de control crecieron sin la interferencia humana excepto por una continua supresión de fuego.
Al final del periodo de 20 años, los investigadores analizaron la vegetación en cada parcela y usaron un modelo informático para calcular cuántos árboles tenían posibilidades de sobrevivir durante un incendio forestal. Descubrieron que los tres tipos de parcelas experimentales fueron significativamente más resilientes a los incendios forestales que las parcelas de control, mostrando un 80 por ciento de posibilidades de que por lo menos un 80 por ciento de los árboles podrían sobrevivir.
También calcularon el "índice de competencia", una medida que muestra que tan fuerte tienen que competir los árboles por recursos como la luz solar, agua y nutrientes de la tierra. Al retirar el exceso de árboles y vegetación con el raleo y quemas, se limita el nivel de competencia entre los árboles, haciéndolos menos vulnerables a estresores, como sequías y los escarabajos de la corteza.
Sin embargo, las parcelas que fueron tratadas con una combinación de raleo y fuego tuvieron los mejores índices de competencia, sugiriendo que los árboles allí podrían ser los más resilientes a los impactos del cambio climático.
El raleo restaurativo puede también traer beneficios financieros: con frecuencia, los árboles más grandes pueden ser vendidos a los aserraderos y los ingresos pueden ayudar a compensar el costo por el manejo de bosques. Durante el curso de veinte años, los tratamientos de Blodgett fueron pagados completamente por ingresos provenientes de la madera.
"Cuando voy a Sacramento y hablo sobre [administración forestal] con los legisladores, la primera pregunta que siempre hacen es sobre el costo", mencionó Stephens. "La gente del gobierno estatal nos dice que no pueden ser la única fuente de apoyo para este trabajo. Por ello, el tema económico es tan importante".
La prueba del fuego
En septiembre del 2022, los bosques de Blodgett estuvieron sujetos a una prueba de la vida real: en la mañana del 9 de septiembre del 2022, el incendio Mosquito atravesó la parte norte de la propiedad, quemando aproximadamente 300 acres antes de ser contenido dos días después.
Una de las parcelas de control del estudio se localizaba directamente en el paso del incendio y más del 60 por ciento de los árboles en esta parcela fueron completamente quemados. Sin embargo, las parcelas experimentales vecinas que habían sido tratadas con quemas controladas sirvieron como “espacios sin combustible” ardiendo con menor intensidad que las de control y sirviendo como áreas de reagrupamiento para los bomberos.
"Creemos que, en general, nuestras acciones administrativas, junto con el clima, tuvieron un gran impacto en la conducta del fuego", dijo Roughton.
Los investigadores recibieron un subsidio de cuatro años por parte de Joint Fire Science Program (Programa Conjunto de Ciencias del Fuego) para continuar el Proyecto Sustituto del Fuego. Con la ayuda del subsidio han establecido una nueva parcela de control para reemplazar la que se quemó y planean aplicar un cuarto incendio a las parcelas experimentales solo para quemar.
También colaboran con la Comunidad Indígena de Auburn para reestablecer las quemas culturales indígenas en Blodgett.
"Queremos ser parte de la solución y esa es parte de nuestra misión en Blodgett", indicó Roughton. “Esperamos que al realizar estos estudios y traer a las personas aquí para que vean los efectos de los diferentes tratamientos regresarán y los aplicarán en las tierras que van a administrar".
Otros coautores del estudio son Daniel E. Foster, John J. Battles, Alexis A. Bernal, Brandon M. Collins, Rachelle Hedges y Robert A. York de UC Berkeley y Jason J. Moghaddas del Grupo de Informática Spatial. Este Proyecto fue financiado originalmente por el Programa Conjunto de Ciencias del Fuego de Estados Unidos y ha recibido el apoyo adicional del California Fourth Climate Change Assessment, el Programa McIntire-Stennis, el California Greenhouse Gas Reduction Fund y el UC UC Laboratory Fees Research Program de la Oficina del Presidene de UC. Igualmente, importante para mantener este estudio active fue la participación de Smart Practices and Architecture for Prescribed Fires in California.
Usted puede ver más fotos en la publicación original en https://news.berkeley.edu/2023/12/12/twenty-year-study-confirms-california-forests-are-healthier-when-burned-or-thinned.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación al español por Diana Cervantes