- Author: Mark Bolda
- Author: Scott Stoddard
No hemos repasado mucho en este espacio el tema del nutriente de planta potasio (símbolo químico “K), así que cuando mi colega Scott Stoddard, un Farm Advisor de UCCE en el condado de Merced, dio una presentación a través del internet (lo que llaman un “webinar” en inglés), participe entusiasmadamente de esta oportunidad de poder aprender más sobre el tema. Lo que sigue aquí es un repaso de esta presentación.
Potasio en la planta: El nivel de potasio varia en la planta a según su edad y madurez. Una manera de confirmar que sí la planta está recibiendo suficiente potasio es tomar muestras de su tejido, mayormente las hojas. Al acuerdo con el estudio de DRIS que lleve a cabo con el especialista de UC Tim Hartz y Farm Advisor Mark Gaskell, 1.8-2.2% de tejido seco de hoja antes de la cosecha, y 1.3-1.8% K durante la cosecha representa suficiencia en la planta de fresa. Es importante también que el lector note que estos niveles sean para hojas enteras, no para peciolos. Concentraciones de tejido para moras (frambuesas) probablemente son muy cerca a estas cifras, aunque no se haya investigado empíricamente estos niveles en el estado de California. De todos los nutrientes esenciales al crecimiento de la planta, concentraciones de potasio solo son superadas por nitrógeno en su concentración. Potasio está en toda la parte de la planta, y un 60% se encuentra en los organillos responsables de fotosíntesis de la planta, los cloroplastos. Tanto como nitrógeno y fosforo, en el caso de deficiencia la planta minará las hojas viejas para potasio para trasladarlo a las hojas más jóvenes. Síntomas típicos de deficiencia de potasio aparecen como manchas chicas y blancas, amarillento y necrosis en los margines de hoja.
Las frutas son también un sumidero importante para este nutriente. Por ejemplo, en fresa unos 3.7 libras de K2O por acre son removidas por tonelada de fruta cosechada (a según el USDA, fresa cruda contiene 153 mg de K por 100 g de fruta), lo que quiere decir que una cosecha anual regular de fresa de 6000 cajas de 10 libras quita 110 libras por acre de K2O.
Potasio en el Suelo: Disponibilidad en el suelo de K para la planta es mediado por muchos factores tales como capacidad de intercambio catiónico (CIC), tipo de arcilla en el suelo, cantidad de K intercambiable, humedad del suelo, pH del suelo, temperaturas y a un cierto nivel la genética y etapa del desarrollo de la planta. K disponible a la planta existe en el suelo en tres formas: K en la solución del suelo (normalmente 1 ppm a 10 ppm, la cual no es suficiente para plantas), K intercambiable (la forma de K usualmente visible por un análisis del suelo, mayormente encontrado en concentraciones de 30 a 300 ppm, 30 ppm siendo deficiente y 300 ppm siendo altamente suficiente), y K no intercambiable (a cerca de 1000 ppm). Un equilibrio existe entre estas tres formas, lo que quiere decir que el K en la solución del suelo fácilmente disponible es consumido por la planta, y esto es reemplazado por el K intercambiable, seguido por el K menos disponible y difícilmente reemplazado de la parte K no intercambiable. Un análisis del laboratorio de suelo para potasio (evaluación de acetato de amonio) mide el K en la solución del suelo y K intercambiable. Sin embargo, es leyendo de lo escrito arriba es importante recordar que por tanto que valga un análisis del laboratorio del K en el suelo, es un indicador imperfecto de disponibilidad de K a las plantas y hay situaciones cuando K suplementario es necesario aun cuando las concentraciones indicadas por análisis parezcan altas.
Interferencia por otros Catiónicos del Suelo: Todos los catiónicos magnesio (Mg), calcio (Ca) y sodio (Na) pueden, por tener una carga positiva, interferir con el consumo de K por competición para sitios de unión en el suelo. Alta alcalinidad (indicado por pH alto), suelos calcáreos pueden ser una causa de un problema de Ca, y Scott comparte con nosotros que Mg del suelo a 10 veces de la cantidad de K (convertido a equivalentes milimoles), pueden también ser una fuente de problemas de interferencia. Por ejemplo, una investigación en tomates hecho por Dr. Tim Hartz y Gene Miyao de UCCE descubrió que si K consta por menos de 2% del CIC del suelo, rendimiento y color de fruta aumenta con la adición de potasio en el abonamiento. En suelos deficientes de K, o en suelos por donde K es suficiente y Mg es elevado, el magnesio puede reemplazar potasio en el complejo de intercambio. Tomate y melones en estos casos resultan blandos.
De toda manera, el lector debe darse cuenta que la mayoría de los cultivos son bastante resistentes a rangos amplios de proporciones de nutrientes, y en la mayoría de las áreas al sur de la delta de Sacramento, magnesio no tiene impactos negativos en la producción de fresa, ni se conoce esto mismo tener impactos negativos en la producción de fresa en el Costa Central.
- Author: Mark Bolda
- Author: Thomas Bottoms
- Author: Tim Hartz
Son desde hace más de 30 años que la Universidad de California publicó una guía de cómo hacer diagnosis de nutrientes en la hoja de fresa. (Publication 4098, ‘Strawberry deficiency symptoms: a visual and plant análisis guide to fertilization, publicado en 1980). En los años desde entonces, prácticas de producción y expectativas de rendimiento han cambiado dramáticamente. En 2010 empezamos un proyecto, auspiciado por la Comisión de Fresa de California, a fin de re-evaluar los rangos de suficiencia de nutrientes de hoja y de peciolo. Contando con la colaboración de muchos productores de fresa de los distritos de Watsonville- Salinas y Santa Maria colectamos muestras de hojas y pecíolos de más de 50 campos de producción de la variedad ‘Albion’ de las campañas de producción de los últimos dos años. De cada campo se colectó cinco veces por la estación, desde la primavera hasta el fin de setiembre, con el intento de documentar el rumbo de concentraciones de nutrientes de antes de producción de fruta hasta el periódo pos-producción. Muestras de hojas fueron analizado por concentración toda de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), azufre (S), zinc (Zn), manganeso (Mn), hierro (Fe), y cobre (Cu). Pecíolos fueron analizados para concentraciones de NO3-N, PO4-P y K.
Después de cumplir la estación de producción los productores participantes nos dieron información sobre su rendimiento, lo que nos dio la oportunidad de categorizar los campos como de ‘rendimiento alto’ y ‘rendimiento bajo’. Entonces aplicamos un proceso llamado ‘DRIS’ (Sistema de Diagnosis y Recomendación Integrado) a evaluar matemáticamente la diferencia entre concentraciones de nutrientes tanto como proporciones de estos entre campos de rendimiento alto y rendimiento bajo. Este proceso nos permitió a identificar cuales de los campos de rendimiento alto fueron idealmente balanceado nutricionalmente. De este grupo de campos de rendimientos altos y balanceados nutricionalmente, fuemos habilitados de calcular un rango de suficiencia ‘DRIS’ para cada nutriente en cada etapa de crecimiento del cultivo.
La Figura 1 abajo demuestra que concentraciones de N, P y K fueron lo más alto antes de empezar la cosecha, lo cual fue hacía el fin de febrero en Santa Maria y hacía el fin de marzo en Watsonville – Salinas (“sampling stage 1" en el gráfico abajo) y después declinaron a un nivel razonablemente estable durante el trascurso de la cosecha (“sampling stages 3 a 5", quiere decir mayo a julio en Santa Maria y junio a agosto en Watsonville-Salinas). El declive en concentraciones de macronutrientes en las hojas durante el pico de la cosecha se esperó de antemano porque pasa lo mismo en muchos cultivos fructíferos por el hecho de que las hojas trasladan nutrientes a la fruta en desarrollo. Por la otra mano, concentraciones de micronutrientes subieron desde la primera etapa a la plena cosecha en el caso de boro, calcio y hierro, o quedaron estables y no cambiaron por toda la estación. Las barras verticales por cada punto de dato en la figura 1 abajo enseñan un rango de valores típico de los campos de rendimiento alto y balanceados nutricionalmente. Estos son los rangos de suficiencia de ‘DRIS’ y se puede confiar que estas concentraciones de nutrientes son adecuadas para producción fuerte y de alto rendimiento.
La Tabla 1 abajo pone en forma la lista los rangos de suficiencia de nutrientes en la hoja para las etapas de pre-cosecha y de la cosecha. Para comparar, ambos rangos de suficiencia dados en la publicación 4098 de UC y de la guía actual de la Universidad de Florida se incluye aquí también. Aunque para la mayoría de los nutrientes los rangos se equivalgan mucho, para otros hay diferencias notables. Cuando el rango de suficiencia de DRIS sea significativamente más alto que otros recursos (por ejemplo Ca, Mn y Fe) es porque estos sean consumidos en niveles muy en exceso de lo que necesita la planta. Para estos nutrientes un resultado del laboratorio marginalmente abajo del rango DRIS no será una cosa preocupante.
Para unos nutrientes (N, Zn y Cu) el rango de suficiencia de DRIS cayo debajo de otras recomendaciones. Tenemos confianza que los rangos de DRIS representan suficiencia de nutrientes por el hecho de que fueron determinados por medir niveles común en campos de fresa muy productivos. Por usar una sistema de encuestas de muchos campos, se aseguró un rango amplio de condiciones y prácticas del agricultor. También, para los tres nutrientes la concentración promedia de los campos de rendimiento alto y rendimiento bajo fueron prácticamente igual, lo que sugiere que la disponibilidad de estos nutrientes no limitó rendimientos.
La Figura 2 abajo demuestra las tendencias de concentraciones de nutrientes de peciolo por el correr de la estación. Niveles de nitrato (NO3-N) de peciolo fueron tan variables a hacer estos prácticamente sin valor como un método diagnostico. Durante el pico de la cosecha de fruta, lo cual será nuestras fechas de muestras 3 y 4, nitratos de peciolo en campos de alta producción variaban de menos de 200 ppm hasta 2,600 ppm. Mientras creemos que concentración total de hoja sea más confiable, los datos de este estudio nuestro sugieren que mantener nitratos de peciolo arriba de 1000 ppm antes del comienzo de cosecha y arriba de 400 ppm durante el pico de la cosecha sea adecuado a mantener productividad alta. Dado la alta variabilidad de nitratos de peciolo es posible que concentraciones menos de 400 ppm sean adecuadas durante el verano.
Niveles de fosfatos (PO4-P) de peciolo fueron menos variables que niveles de nitrato en el peciolo. Mantener los fosfatos arriba de 1,200 ppm por el correr de la estación debe asegurar suficiencia. Dado la alta disponibilidad de fósforo en los suelos de la costa californiana en rotación con cultivos de verduras, este nivel probablemente es más que el dicho valor crítico. Mantener potasio (K) arriba de 2.5% antes de empezar la cosecha y arriba de 1.5% durante el pico de la cosecha parece ser adecuado.
Tabla 1. Comparición de rangos suficiencia de nutrientes de DRIS con recomendaciones de antes de UC, y la guía actual de la Universidad de Florida.
|
|
Rangos de suficiencia de nutrientes |
||
Estado del cultivo |
Nutriente |
DRIS |
UC Pub. 4098 |
Universidad de Florida |
Pre-cosecha |
% N |
3.1 - 3.8 |
|
3.0 - 3.5 |
|
% P |
0.50 - 0.90 |
|
0.20 - 0.40 |
|
% K |
1.8 - 2.2 |
|
1.5 - 2.5 |
|
% Ca |
0.6 - 1.3 |
|
0.4 - 1.5 |
|
% Mg |
0.33 - 0.45 |
|
0.25 - 0.50 |
|
% S |
0.19 - 0.23 |
|
0.25 - 0.80 |
|
PPM B |
31 - 46 |
|
20 - 40 |
|
PPM Zn |
13 - 28 |
|
20 - 40 |
|
PPM Mn |
75 - 600 |
|
30 - 100 |
|
PPM Fe |
70 - 140 |
|
50 - 100 |
|
PPM Cu |
3.3 - 5.8 |
|
5 - 10 |
Cosecha |
% N |
2.4 - 3.0 |
> 3.0 |
2.8 - 3.0 |
|
% P |
0.30 - 0.40 |
0.15 - 1.30 |
0.20 - 0.40 |
|
% K |
1.3 - 1.8 |
1.0 - 6.0 |
1.1 - 2.5 |
|
% Ca |
1.0 - 2.2 |
0.4 - 2.7 |
0.4 - 1.5 |
|
% Mg |
0.28 - 0.42 |
0.3 - 0.7 |
0.20 - 0.40 |
|
% S |
0.15 - 0.21 |
> 0.10 |
0.25 - 0.80 |
|
PPM B |
40 - 70 |
35 - 200 |
20 - 40 |
|
PPM Zn |
11 - 20 |
20 - 50 |
20 - 40 |
|
PPM Mn |
65 - 320 |
30 - 700 |
25 - 100 |
|
PPM Fe |
85 - 200 |
50 - 3,000 |
50 - 100 |
|
PPM Cu |
2.6 - 4.9 |
3 - 30 |
5 - 10 |
- Author: Mark Bolda
por Tim Hartz y Mark Bolda
Durante la campaña de producción del año 2010 conducimos una encuesta de aproximadamente 30 granjas del ramo comercial en el distrito de Watsonville- Salinas al fin de desarrollar información sobre los requisitos nutritivos de fresa, además de prácticas de abonamiento actuales. Tomamos muestras de plantas enteras en cuatro campos, dos plantados a la variedad ‘Albion’ y dos plantados a una variedad día neutro privada. En todos los campos la ingestión de nitrógeno por la planta fue lenta en los meses invernales, por ejemplo toda la ingestión de nitrógeno hasta el fin de marzo fue menos de 20 libras (9 kg). Desde este punto, ingestión de nitrógeno fue bastante fija, teniendo un promedio de 1-1.2 lb (0.5-0.55 kg) por acre (0.4 Ha) por día. Al fin de agosto, ingestión de nitrógeno total tuvo un rango entre 140-190 libras por acre (140 kg/Ha a 190 kg/ Ha), con tasas más altas en campos más productivas. Medidas de ingestión de fósforo y potasio tenían un promedio de 40 a 230 libras por acre, respectivamente.
Muestras del suelo mostraron que la mayoría de los campos empezaron la campaña con altos niveles de fósforo y potasio en su análisis, y en muchos casos tan altos que abonar con estos dos nutrientes no sería un requisito para cumplir una cosecha buena y adecuada. Sin embargo, parece que productores de fresa sigan una receta de preplanta en cuanto de abonamiento y aplican la típica mixtura de fresa de acción demorada (N-P-K) sin tener en cuenta la concentración de estos nutrientes en el análisis del suelo. La eficiencia del fertilizante de nitrógeno tiene también sus dudas. El nitrógeno de los abonos de preplanta de acción demorada se dispone en una tasa relativamente fija por seis a ocho meses, lo que quiere decir si uno aplica hacía el fin de octubre muy probablemente más que la mitad del nitrógeno será soltado antes del fin de marzo. Ya que ingestión del nitrógeno antes del fin de marzo solo sume a 20 libras por acre, cualquier nitrógeno del abono soltado por este tiempo se sujeta a lixiviación por lluvias o riego. Una cantidad moderada de nitrógeno de los abonos de preplanta de acción demorada proporciona un nivel de seguridad que algo de nitrógeno será disponible en el invierno, pero una aplicación muy grande en el otoño tiene alta probabilidad de ser ineficiente.
La mayoría de los productores en nuestro estudio nos dieron copias de su documentación del abonamiento. En promedio, ellos aplicaron un total de 187 libras de nitrógeno por acre (187 kg/ Ha), más o menos la mitad preplanta y la mitad suplemental por el goteo. Sin embargo, habían diferencias grandes entre productores en su manejo de nitrógeno, y tasas del uso por toda la estación variaban desde menos de 150 libras nitrógeno por acre a 300 libras nitrógeno por acre, y algunos productores usaron casi toda en la preplanta, y otros aplicaron casi todo en lo suplemental por el goteo. No encontramos correlación entre la cantidad del nitrógeno usado y rendimiento de fruta.