- Author: Kara Manke, UC Berkeley
- Adaptado al español por: Norma De la Vega
En los años que lleva administrando los bosques de California, Rob York ha ideado varias formas rápidas y fáciles de medir si un bosque está preparado para hacer frente a un incendio forestal.
“La primera pregunta que me gusta hacer es, ‘¿puedes correr por en medio del bosque?'”, indica York.
York, especialista asistente de extensión cooperativa y profesor asociado adjunto en silvicultura de UC Berkeley, hace la pregunta parada ante una arboleda de pinos durante un recorrido por la Estación de Investigación Forestal Blodgett, un bosque experimental de 4 mil acres ubicados al norte de Sierra Nevada. Aunque la supresión de incendios ha permitido que muchos de los bosques de California crezcan gruesos y densos, esta área del bosque es una por la que podrías realmente correr: el área está punteada por árboles grandes espaciados varios metros unos de otros y separados por una suave alfombra de agujas de pino.
Durante más de 50 años, York y otros investigadores forestales de Berkeley han utilizado el Blodgett como un laboratorio viviente para estudiar cómo los diferentes tratamientos para el manejo de tierras — incluyendo la quema prescrita, el aclareo restaurativo y la tala de madera — pueden reducir el riesgo de incendios forestales severos y mejorar la resiliencia de un bosque a los impactos del cambio climático. Además de la investigación, Blodgett regularmente lleva a cabo talleres para propiearios para demostrar diferentes técnicas de manejo de tierras.
Después de otro año de incendios forestales rompe récords en California, el trabajo en Blodgett es más necesario que nunca y las agencias estatales y federales se hayan motivadas para promulgar prácticas más efectivas para el manejo de bosques. En el 2020, el estado y el Servicio Nacional de Bosques de Estados Unidos se comprometieron de manera conjuntaa administrar un millón de acres de bosques en California al año, y en el último mes la administración de Biden prometió miles de millones de dólares en nuevos fondos federales para reducir el riesgo de incendios forestales en el estado.
“[Blodgett] fue realmente diseñado para eventualmente hacer demostraciones sobre alternativas para la gestión de tierras y ofrecer un vistazo sobre cómo podrían lucir a gran escala”, manifestó York.
El bosque Blodgett es “un buen representante de millones de acres de una mezcla de coníferas de la Sierra”, dijo Ariel Roughton, administrador de las estaciones de investigación en los bosques de Berkeley. Después de que la mayoría de sus árboles fueron talados a principios del siglo XX, el bosque fue donado a Berkeley en la década de los 30 con la intención de que fuera usado para estudiar la producción sustentable de madera. Fuera de unas pocas reliquias que sobrevivieron la poda temprana, la mayoría de los árboles han vuelto a crecer y tienen aproximadamente cien años.
El bosque está actualmente dividido en áreas, de las cuales cada una ha recibido diferentes series de tratamientos desde que la gestión activa empezó en las décadas de los 50 y 60. Y aunque en un tiempo la supresión de incendios era la política de Blodgett — al anterior ecologista de incendios Harold Biswell se le prohibió usar la quema prescrita por el temor de que interfiriera con la producción de madera — el fuego es ahora una de las principales herramientas que los investigadores de Blodgett usan para mantener la biodiversidad y reducir el riesgo de incendios forestales intensos.
“En ese entonces, la gente pensaba, ¿‘por qué querrías usar fuego para el manejo de tierras?'. Querían cultivar árboles, querían cultivar madera. La idea de ver algo negro y chamuscado era literalmente fuera de escala”, señaló Scott Stephens, un profesor de ciencia forestal y co director de Berkeley Forests. “Es asombroso que hace pocas décadas atrás, los investigadores no tenían la oportunidad de realizar el trabajo que Rob y Ariel y otros están haciendo aquí ahora”.
En un tramo abierto en el bosque por el que York puede fácilmente trotar se observan las marcas de quemaduras ennegrecidas que se extienden hasta 10 a 15 pies por el tronco de cada árbol. Los europeos creen que antes de la colonización europea, estos bosques experimentaron incendios una vez cada diez años o menos, resultando en estructuras forestales abiertas similares a esta. Aquí, hace dos años, Roughton, York y sus compañeros llevaron a cabo una quema prescrita para remover el exceso de combustible en el piso y reducir el riesgo de un incendio forestal.
De acuerdo con los investigadores, se tomó de 15 a 20 años activar el manejo, seguido de un mantenimiento regular, para llevar la zona forestal a este estado. A lo largo de los años, han trabajado para lograr la estructura abierta del bosque talando algunos de los árboles más grandes para madera, pero dejando los más grandes. También han usado una máquina llamada masticator para triturar los árboles pequeños y han llevado a cabo quemas prescritas regulares.
Aunque existen estrategias de gestión forestal que pueden ser efectivas en una escala de tiempo pequeña, usualmente toma por lo menos varios tratamientos separados durante el curso de unos años para restaurar exitosamente un bosque y reducir los riesgos a sufrir un incendio forestal, explica York.
Obtener la estructura forestal que queremos puede representar un reto”, mencionó York. “Toma mucho tiempo y mucha inversión”.
El cambio climático está también reduciendo las ventanas anuales de tiempo cuando se tienen las mejores condiciones para la quema prescrita limitando cuándo y con qué frecuencia la silvicultura puede llevar a cabo quema de manera segura. Las condiciones calientes y secas usualmente hacen que la quema prescrita sea riesgosa durante el verano, mientras que la lluvia y nieve en el invierno dejan el bosque húmedo y el fuego no puede arder. Sin embargo, la investigación en Blodgett muestra que, con las decisiones de gestión correctas, la quema prescrita durante el invierno puede ser más viable.
“Debido a la cosecha de madera que retira un poco de la cubierta forestal y los tratamientos subsecuentes para remover el combustible de escalera, ahora tenemos más luz que pega en el suelo y se seca más pronto”, indicó Roughton. “Hemos llegado al punto aquí que podemos quemar más fácilmente debido a nuestras pasadas acciones de manejo”.
Mientras que a York le gusta imaginar que corre en medio de los árboles, Battles tiene una evaluación métrica un poco diferente para medir la salud de un bosque.
“Necesitas poder correr entre los árboles” manifestó Battles. “Pero también quiero ver a todos mis seis amigos mientras corro”.
Los amigos de Battles son las seis especies de árboles que pueblan el bosque con una mezcla de coníferas de la Sierra: roble, pino ponderoso, pino piñonero, abeto blanco y Douglas y el cedro de incienso. La supresión de incendios — las estructuras forestales densas y sobre crecidas que pueden resultar — con frecuencia favorecen la sobrevivencia de algunas de estas especies sobre otras, resultando en bosques que son dominados por solo una o dos especies. Esta falta de biodiversidad puede hacer que el bosque, en su totalidad, sea menos resiliente a estresores como los escarabajos de la corteza o patógenos de los árboles, los cuales con frecuencia atacan algunas de estas especies, pero no a otras.
De acuerdo con Battles, la estructura abierta y los incendios frecuentes en este tramo de Blodgett han permitido que los seis de sus amigos prosperen.
“Veo a mi amigo, el pino ponderoso, al cual no ves con tanta frecuencia en el bosque no quemado porque es intolerable a la sombra — necesita luz. Veo al roble, pero también requiere de fuego para tener a muchos de los robles”, indico Battles. “Veo a todos mis amigos aquí y tu solo los pueden ver cuando has tenido una gestión como esta”.
Sin embargo, aplicar estas técnicas en los 33 millones de acres de bosques de California continúa siendo una tarea monumental. La quema prescrita requiere de bastante experiencia y también está limitada por las condiciones del clima y regulaciones sobre la calidad del aire. Mientras tanto, el aclareo mecánico de árboles puede ser costoso y a diferencia de la cosecha de madera, no genera ningún tipo de ingreso para los propietarios de tierras — sin embargo, los investigadores de Berkeley sugieren que crear un mercado para árboles pequeños y otros biomas de madera puede ayudar a reducir el costo al mismo tiempo que limita las emisiones de carbono.
“Los incendios solían ser muy comunes en este sistema y no son diferente a la mayoría de los otros bosques en California. Pero, cuando los alejas por tanto tiempo, empiezas esta transformación”, expresó Stephens. “Por ello es por lo que debemos reunir a las entidades públicas y privadas para llegar a un compromiso y crear una filosofía para poder avanzar en este tema. Blodgett tiene cuatro mil acres — eso es interesante, pero en realidad no aborda las necesidades del estado. También esperamos que nuestro trabajo le muestre a la gente de lo que es posible y luego les permita continuarlo”.
- Author: Kat Kerlin, UC Davis
- Adaptado al español por: Norma De la Vega
Un estudio encontró que los bosques resilientes tienen muchos menos árboles.
¿Qué aspecto tiene un bosque "resiliente" en la Sierra Nevada de California? Este tiene muchos menos árboles en comparación a los que estamos acostumbrados, indica un estudio ejecutado por la la Universidad de California, Davis sobre los bosque en donde se han registrados incendios con frecuencia.
Hace más de un siglo, los árboles en la Sierra Nevada casi no competían, con otros árboles, por los recursos naturales. La densidad de árboles que había a finales de los años 1800s asombraría a los californianos de hoy. Pero debido a la eliminación de los incendios, en la actualidad, los árboles tienen que convivir con seis o siete veces más árboles que sus antepasados, compitiendo por menos agua en medio de condiciones más secas y calurosas.
El estudio, publicado en el diario Forest Ecology and Management (Ecología y control forestal), sugiere que los rodales (comunidad de árboles) de baja densidad que eliminan ampliamente la competencia entre árboles son fundamentales para generar bosques resilientes a los múltiples estresores causados por un incendio forestal, sequías, escarabajos de la corteza y el cambio climático.
Este enfoque supondría un cambio significativo respecto a las estrategias de control actuales, las cuales usan la competencia entre árboles para dirigir el desarrollo del bosque.
Definiendo qué es ‘resiliencia ' o resistencia
Pero la pregunta básica es: “simplemente ¿qué significa “resiliente”? Un término, que aparece cada vez más en los planes de control, que es vago y difícil de cuantificar. Los autores desarrollaron esta definición de trabajo: “La resistencia es una medida sobre la adaptabilidad de los bosques a una serie de tensiones y refleja la integridad funcional del ecosistema”.
También descubrieron que una herramienta forestal común — el Índice de Densidad del Rodal (Stand Density Index), o SDI, por sus siglas en inglés — es efectivo para evaluar la resiliencia forestal.
“Los bosques resilientes responden a una serie de factores de estrés, no sólo a uno”, explica el autor Malcolm North, profesor afiliado de ecología forestal en el Departamento de Ciencias de las plantas de UC Davis e investigador ecólogo del Servicio Forestal de EUA, de la Estación de Investigación del Pacífico Suroeste. “‘La resiliencia consiste en sobrevivir a un estrés concreto como el fuego — pero en estos bosques están ocurriendo muchas cosas sobre todo con la presión del cambio climático”.
Naturaleza competitiva
La manera de hacer que los bosques de la Sierra se adapten a los incendios, requiere de una reducción drástica de la densidad — hasta en un 80 por ciento de los árboles, en algunos casos.
“Los tratamientos para restaurar la resiliencia en los bosques de hoy deberán ser mucho más intensos que el enfoque actual para reducir combustibles”, indicó Scott Stephens, de UC Berkeley y coautor del estudio.
El estudio comparó bases de datos de alta escala históricos y contemporáneos y las condiciones forestales en el sur y centro de la Sierra Nevada, desde el bosque Sequoia Nacional hasta el Bosque Nacional Stanislaus. Descubrió que entre 1911 y el 2011, la densidad de árboles se incrementó entre seis y siete veces, mientras que el tamaño promedio de los árboles se redujo a la mitad.
Hace un siglo, tanto la densidad de los rodales y la competencia eran bajas. Más de tres cuartos de los rodales forestales tenían poca o cero competencia que frenara el crecimiento de los árboles y redujera su vigor. En cambio, se considera que casi todos -entre el 82% y el 95%- de los bosques modernos con incendios frecuentes están en "plena competencia”.
El estudio indica que los bosques con densidades de árboles muy bajas pueden ser más resistentes a las amenazas de los incendios, la sequía y otros factores de estrés climático, manteniendo al mismo tiempo la calidad del agua, el hábitat de la fauna y otros beneficios naturales. Los bosques quemados por incendios de alta gravedad o que se secan debido a la sequía pierden tales servicios del ecosistema.
Una llamada de atención
Los autores sostienen que la sequía del 2012 al 2016, en la que murieron casi 150 millones de árboles debido a la infestación del escarabajo de la corteza provocada por la sequía, sirvió como llamada de atención para la comunidad forestal de que se necesitarían enfoques diferentes para ayudar a los bosques a enfrentar las múltiples amenazas y no solo los graves incendios forestales.
Es un cambio en el control forestal que elimina la competencia para permitir que los pocos árboles que queden puedan crecer más resilientes.
“La gente se ha acostumbrado a los bosques de alta densidad en los que vivimos”, dijo North. La mayoría de las personas se sorprenderían al ver el aspecto que tenían esos bosques cuando los incendios frecuentes los mantenían en una baja densidad. Pero si se eliminan los árboles más pequeños y se dejan los árboles capaces de superar el fuego y la sequía, dejará un bosque bastante impresionante. Esto significa crear condiciones muy abiertas con poca competencia entre los árboles. Hay mucha información histórica que respalda esto”.
“Nosotros pensamos que es posible generar bosques resilientes, pero eso requiere de una reducción drástica de la densidad de árboles hasta que haya poca o nada de competencia”, señaló Brandon Collins de UC Berkeley, otro coautor del estudio. “Hacer esto permitirá que los bosques se adapten a futuros climas”.
Entre los coautores también se encuentran Ryan Tompkins de Extensión Cooperativa de UC y Alexis Bernal y Robert York de UC Berkeley.
El estudio fue financiado por el National Park Service Pacific West Region (Servicio de Parques Nacionales de la Región Oeste), U.S. Forest Service Pacific Southwest Research Station (Estación de Investigación del Servicio Forestal de EUA del Suroeste del Pacifico), U.S. Joint Fire Sciences Program (Programa Conjunto de Ciencias del Fuego de EUA)y la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC.
- Adaptado al español por: ndelavega@ucanr.edu
Con el propósito de apoyar a los agricultores y ganaderos de California a adaptarse a la incertidumbre de los fenómenos metereológicos y climáticos, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos otorgó 1.5 millones de dólares a un equipo de científicos de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC ANR. Es uno de seis proyectos de investigación que serán financiados con una inversión de 9 millones de dólares para ampliar la adopción de prácticas climáticamente inteligentes.
“El Sistema de Extensión Cooperativa y los Centros Climáticos del USDA tienen una capacidad inigualable para trabajar con las comunidades agrícolas y tribales desfavorecidas, así como con educadores y estudiantes y agricultores de nuestra nación”, indicó el secretario de agricultura Tom Vilsack, tras anunciar a los destinarios del subsidio. “Esta colaboración fortalecerá la investigación sobre el clima y los esfuerzos para acelerar el desarrollo, adopción y aplicación de prácticas, con base científicas, que son climáticamente inteligentes y que beneficiarán a todos”.
Con ingresos superiores a los 50 mil millones de dólares anuales, California tiene la actividad agrícola más grande y diversa del país, superando los ingresos de los otros diez estados del oeste combinados. Pero, a pesar de su tamaño, el estado es muy vulnerable a los cambios climáticos.
“Los agricultores y ganaderos de California requieren información relevante sobre clima local y los recursos para poder adaptarse”, mencionó Tapan Pathak, especialista de Extensión Cooperativa de UC en UC Merced e investigador principal de este proyecto. “De manera similar, los proveedores del servicio técnico con frecuencia están mal equipados para asistir a los agricultores y ganaderos cuando requieren información sobre cambios climáticos, variabilidad climática y las implicaciones locales para implementar esas decisiones”.
Se necesita capacitar a la próxima generación de trabajadores para que esté climáticamente lista. Las universidades enseñan a los estudiantes ciencias sobre clima y agricultura por separado, pero con frecuencia carecen de oportunidades para que los estudiantes aprendan sobre el vínculo que hay entre clima y agricultura.
Pathak planea ofrecer clases – conjuntamente con oportunidades para un aprendizaje práctico – para granjeros, rancheros, proveedores de servicios agrícolas y estudiantes.
“El objetivo general de este proyecto es desarrollar vías sólidas y multifacéticas hacia la agricultura climáticamente inteligente, integrando programas de la Extensión y desarrollando la educación inclusiva para mejorar la recuperación y resistencia agrícola al cambio climático”, dijo el experto.
“Para abordar este ambicioso objetivo, contamos con un equipo extenso de científicos líderes multidisciplinarios y expertos de agencias locales, estatales y federales. El Centro Climático de California y la Universidad de California están listos para trabajar con diversos grupos interesados”.
Los especialistas de Extensión Cooperativa de UC, Leslie Roche, Vikram Koundinya y Daniele Zaccaria de UC Davis; Mark Cooper, profesor de UC Davis y Steven Ostoja del Centro Climático de California del USDA California, son coinvestigadores principales junto con Pathak.
Ellos iniciarán con una evaluación de las necesidades de todos los interesados, incluyendo a los agricultores y ganaderos socialmente desfavorecidos. Se investigará a través de tres componentes, la percepción que tienen los agricultores sobre las amenazas relacionadas con el cambio climático, se desarrollará la capacidad de los proveedores de asistencia técnica para poder avanzar hacia la agricultura climáticamente inteligente, se entregará información con bases científicas y se educará a los estudiantes de colegios comunitarios y universidades.
Participación de agricultores y ganaderos
Con el apoyo de organizaciones comunitarias, incluyendo una Alianza Comunitaria de Familias Granjeras y las Asociación de Distritos de Conservación de Recursos de California, el equipo se dirigirá a los productores socialmente desfavorecidos y de recursos limitados, incluyendo agricultores y ganaderos principiantes y de primera generación para asistir a talleres regionales dirigidos por instructores que hablan el español y hmong con fluidez.
El contenido del taller abordará una amplia variedad de temas incluyendo las tendencias del cambio climático y su impacto local, estrategias de planificación para la sequía, optimización de productividad agrícola con recursos limitados y sustentabilidad económica de granjas y ranchos.
“California tiene una gran diversidad en términos de escala, cultivos, geografía, microclimas, condiciones de mercado y consideraciones con respecto a recursos naturales, por lo que un enfoque único no funcionará”, escribió Renata Brillinger, directora ejecutiva de CalCAN, en su carta en apoyo del proyecto. “Apoyamos sus planes para abordar las necesidades de los productores a través de talleres específicos para cada región”.
Cinco académicos de Extensión Cooperativa de los condados serán los líderes regionales en los talleres sobre agricultura a lo largo de las amplias regiones geográficas:
- Andre Biscaro, asesor de UCCE para irrigación y recursos hídricos, en el condado de Ventura
- Ruth Dahlquist-Willard, asesora de UCCE para pequeñas granjas, en los condados de Fresno y Tulare
- Surendra Dara, asesor de UCCE en entomología y biología, en los condados de San Luis Obispo y Ventura
- Jairo Díaz, director del Centro de Investigación del Desierto y Extensión de UC, en el sur de California
- Jhalendra Rijal, asesor de UCCE en el manejo integral de plagas, en los condados de San Joaquín y Merced
Los talleres para los rancheros y administradores de pastizales serán coordinados por los asesores de pastizales y ganado en sus respectivas regiones:
- Dan Macon, asesor de UCCE en ganado y recursos naturales, de los condados de Plumas, Nevada, Sutter y Yuba, organizará talleres para la región montañosa y colinas de Sierra Nevada.
- Grace Woodmansee, asesora de UCCE para ganado y recursos naturales, del condado de Siskiyou, organizará talleres en el norte de California.
- Rebecca Ozeran, asesora de UCCE para ganado y recursos naturales, para los condados de Fresno y Madera, organizará los talleres para el centro de California.
- Devii Rao, asesor de UCCE para ganado y recursos naturales, de los condados de Monterey, San Benito y Santa Cruz, organizará talleres en la región costera.
- Brooke Latack, asesora de UCCE para ganado, en los condados de Imperial, Riverside y San Bernardino, organizará talleres en el sur de California
Capacitación a proveedores de servicios técnicos
El equipo ofrecerá a los proveedores de servicios técnicos capacitación sobre agricultura climáticamente inteligente y entre otros temas se encuentran: cómo prepararse para hacer frente a los retos en la agricultura de California como inundaciones, sequías, incendios forestales y olas de calor; medidas de comunicación climáticas efectivas; control de plagas invasivas y enfermedades bajo el clima futuro y recursos meteorológicos y climáticos; así como herramientas de apoyo para la toma de decisiones para control de riesgos.
Uno de los objetivos de este componente es promover esfuerzos más coordinados entre las diferentes agencias para hacer llegar la información a sus respectivos grupos, indicó Pathak.
La Asociación de Ganaderos de California (CCA por sus siglas en inglés) expresó su apoyo a este proyecto. “Dada la fuerte relación de los ganaderos con los proveedores de servicios públicos y su confianza en ellos, particularmente los que pertenecen a USDA y a la Universidad de California –nosotros vemos un gran valor en la meta del proyecto de crear capacidad dentro de esas organizaciones para asistir a los rancheros a abordar los retos del cambio climático”, escribió Kirk Wilbur, vicepresidente de asuntos gubernamentales de CCA.
Cultivando a las futuras generaciones
A los estudiantes universitarios, se les ofrecerán clases sobre: curso certificado sobre clima y agricultura en el Instituto de Verano de UC organizado por Karina Díaz Ríos, especialista de Extensión Cooperativa de UC con base en UC Merced. Un curso de UC Davis, con créditos, “Ciencia y Sociedad: Cambio Climático y Agricultura” y un curso con certificado para estudiantes de los colegios comunitarios, el cual será supervisado por el Consorcio de 28 Colegios Comunitarios del Área de la Bahía.
“Nos unimos a ustedes en este emocionante esfuerzo y visión compartida hacia la educación inclusiva en la agricultura resistente al clima”, escribió Nancy Gutiérrez, directora estatal del sector de Agricultura, Agua, Tecnología del Medio Ambiente del Sistema de Colegios Comunitarios de California.
Los estudiantes de los tres cursos serán seleccionados para trabajar en pasantías pagadas en el verano para participar en proyectos de Extensión Cooperativa.
“A través de la educación en agricultura climáticamente inteligente, los trabajadores estarán preparados para avanzar en la ciencia del clima, además del desarrollo en investigación para las generaciones futuras, ” mencionó Pathak.
Pam kan-rice es el autor original de este artículo en inglés.
- Author: Norma De la Vega
A pesar de los enormes retos que enfrentan los agricultores en la actualidad, sequía, plagas, escasez de mano de obra y alto costo de la tierra, hay aspectos positivos que están ocurriendo alrededor de la producción de alimentos:
- Hay más entrenamientos en español para los agricultores latinos, un grupo históricamente marginado.
- Ante el deterioro de la economía, los agricultores están aprendiendo a diversificarse. Más allá del Mercado de Granjeros, hay quienes reportan éxito en la instalación de su propia frutería en su granja o entablando negocios con clínicas comunitarias que antes de la pandemia no hubieran concebido posible.
- Además, está aumentando entre los consumidores el interés por conocer y apoyar a los productores locales.
“Si hay algo que hemos aprendido en estos últimos años es a sentirnos vulnerables y la gente quiere saber en quién confiar especialmente después de la pandemia y en la producción de los alimentos esto significa que el consumidor quiere conocer a los productores, quieren ver las caras que hay detrás de la marca”, dijo Karen Rodríguez de la organización no lucrativa Kiss the Ground, en el foro de laSéptima Conferencia del Agricultor Latino, vía zoom organizada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, presentada completamente en español y sin costo alguno.
USDA está organizando en colaboración con agencias comunitarias y la participación de expertos agrícolas como UC ANR estos talleres. Es un esfuerzo importante porque en los Estados Unidos se estima que hay 14 mil agricultores latinos, un grupo históricamente marginado.
En la conferencia de Negocios Agrícolas que tuvo lugar el 12 de enero, agricultores latinos compartieron algunas de sus estrategias de mercadotecnia que les han funcionado. Ahí se dijo que la comunicación con el cliente y entablar relaciones con organizaciones comunitarias son la base del éxito y se recomendó a los participantes crear su propio sitio en internet y mantener presencia constante en las redes sociales y usar herramientas que facilitan esta labor como: planable.io y canva
Rodríguez recomendó a los agricultores contar sus historias: Cómo iniciaron, de dónde son, qué alimentos producen, qué retos tienen, qué les ha funcionado y con qué están batallando. Crear su propio sitio de comunicación directa con los consumidores, a través de redes sociales, para hablar de retos y logros y ponerse en contacto con otros granjeros para mantenerse actualizados y conocer qué oportunidades hay para pequeños agricultores.
“El agricultor es el súper héroe y la gente quiere conocer a quien produce sus alimentos”, dijo Rodríguez quien forma parte de una organización no lucrativa que tiene el objetivo de promover el cuidado del medioambiente como parte de la agricultura. “Si cuidamos la tierra, la tierra nos va a cuidar a nosotros”, dijo la activista guatemalteca.
Guillermo Lázaro, un agricultor pequeño en Oakland dijo que algo ha aprendido de la pandemia es la importancia de diversificarse. Buscando, más allá de los mercados de granjeros, nuevos clientes en escuelas, restaurantes y clínicas. El ha entablado una relación exitosa con una clínica comunitaria en donde ofrece a las personas la oportunidad de visitar su granja y adquirir alimentos frescos a precios accesibles. “Ellos (la clínica comunitaria), nos han estado refiriendo familias de bajos ingresos que quieren mejorar su alimentación” dijo el agricultor.
En la conferencia también se habló del programa de trabajadores agrícolas H2-A que permite a los agricultores traer trabajadores temporales de México y otros países de Latinoamérica ante la falta de mano de obra local. Un tema bastante complejo sobre el que UC ANR está publicando en la revista científica de Agriculture Magazine una investigación reciente, en inglés, denominada: Los cambios propuestos al programa H2-A podrían afectar el costo de la mano de obra en el país y California.
Los agricultores latinos que no tuvieron la oportunidad de participar en estos talleres pueden tener acceso al entrenamiento completo. Solo hay que ir al siguiente enlace: Séptima Conferencia del Agricultor Latino,
Los interesados en participar en el último taller sobre el Manejo Integral de Plagas que tendrá lugar el 9 de febrero de 9 AM a 12 AM solo tienen que pulsar en el enlace para registrarse y poder participar, es en español y sin costo alguno.
Community Alliance with Family Farmers, CAFF - Tendrá una conferencia para pequeños agricultores del 27 de febrero al 2 de marzo con amplia diversidad de temas como: Sequía y la ley SGMA, Apoyo disponible a través del Departamento de Agricultura, Equidad en la entrega del Programa y más. Las personas interesadas deben pulsar el enlace para más detalles en la inscripción.
Centro Occidental para la Salud y Seguridad Agrícola, Western Center for Agricultural Health and Safety de la Universidad de California en Davis – Ofrece capacitación sobre prevención de lesiones y enfermedades, para o más información pulsar el enlace.
- Author: Mike Hsu
- Author: Adaptado al español por Leticia Irigoyen
Abrir el acceso a vacas muy pesadas, de unas 1,200 libras, a uno de los ecosistemas más frágiles y biológicamente ricos de California, parece una forma rara de proteger a las especies en peligro de extinción.
Sin embargo; un estudio recientemente publicado sugiere que introducir niveles bajos o moderados de ganado de pastoreo alrededor de los llamados estanques vernales, genera bajo ciertas condiciones, mayor número y variedad de plantas nativas.
Los ecologistas llaman estanque vernal a los depósitos temporales de agua que se forman – “islas de hábitats nativos” entre los pastizales de California y que son dominadas por pastos exóticos. Estos focos de biodiversidad albergan unas 200 especies nativas de animales y plantas, como el cardo de coyote, que germina bajo el agua y forma una paja en forma de tubo como el que se usa para bucear, para transportar oxígeno a sus raíces – y luego “llena” su tallo cuando el estanque se seca.
Especialmente adaptado para sobrevivir en esas fases de humedad y resequedad, muchas de estas especies solo se les encuentra en los estanques vernales que hay a lo largo de California –por lo que estos estanques son una prioridad urgente para los conservacionistas.
Durante la década de los 70 y 80, los estanques vernales fueron cercados en partes del estado, con la esperanza de proteger la flora y fauna del pastoreo de ganado. Sin embargo, a principios de los años 2000, el investigador de UC Davis, Jaymee Marty, descubrió que el pastoreo era realmente crucial para la biodiversidad del estanque vernal: ya que una vez que el ganado fue retirado de las áreas que habían sido pastoreadas históricamente, la diversidad de las plantas se desplomó.
“Su investigación fue fundamental para repensar en la mejor manera de proteger la diversidad de los ecosistemas de los estanques vernales de California”, indicó Eviner.
El estudio encabezado por Michaels, publicado en el Journal of Applied Biology (Diario de Biología Aplicada), se basa en el trabajo de Marty, tras observar escenarios en los que el ganado había sido bloqueado durante décadas y luego examinar la velocidad con la que regresa la biodiversidad después de reintroducir a los animales. Michaels dijo que queria ofrecer algunas respuestas iniciales a las preguntas prácticas que tienen los rancheros y administradores de tierras sobre la posible reintroducción del ganado.
“Muchos de ellos cuentan con estas áreas que han sido cercadas, para evitar el pastoreo, durante los últimos veinte o treinta años y estaban muy preocupados sobre qué pasaría si dejáramos regresar al ganado a estos pastizales del estanque vernal – ¿se producirán impactos negativos porque la tierra ha estado en reposo durante algunas décadas?”, explicó Michaels.
Descubrieron que, después de reintroducir el ganado a las áreas que han sido cercadas desde la década de los 70, se registró una gran abundancia de flora nativa (especies como ranúnculo, hisopo sin brácteas y downingia erizada del estanque vernal), así como una creciente diversidad entre las plantas (tanto en número de especies como en la uniformidad de las que ya estaban ahí).
“Alentadoramente, la diversidad se restaura rápidamente”, señaló Eviner, “eso proporciona a los conservacionistas datos sólidos para mostrar que una acción rápida puede mejorar la diversidad de las plantas”.
Y sobre la posible preocupación que el ganado convierta las plantas del estanque vernal en su bocadillo, Michaels y sus colegas observaron que el ganado parece estar más interesado en comerse los pastos.
“Anecdóticamente, vimos muy pocas señales de herviboría en las especies del estanque vernal porque en ese tiempo [las plantas] se hallan bajo el agua durante una buena parte al final del invierno y a principios de la primavera y cuando llega el tiempo en que florean, hay bastante forraje a su alrededor para el ganado”, manifestó Michaels.
De hecho, el ganado parece estar ayudando en una función ejecutada milenariamente por los pastores nativos (a saber, el alce tule, alguna vez fue abundante), ayudando a derrotar a la competencia principal de las especies del estanque vernal en las zonas de transición: la maleza o hierbas.
En cambio, las microdepresiones generadas por el ganado aparentemente estimulan la proliferación de plantas nativas. Cada huella se convirtió en una pequeña cuenca– “un estanque vernal dentro de otro estanque vernal”.
“Precisamente en esas áreas de transición, es donde pueden existir las especies de la charca vernal o las hierbas de las tierras altas, tan solo un par de centimetros de topografía del suelo pueden hacer una enorme diferencia”, explicó Michaels. - “Si una vaca viene y pisa en esa zona de transicíón y eso hunde la superficie del suelo y se mantiene inundada un poco más de tiempo, tú terminarás viendo estos grupos de estanques vernales con capacidad de persistir”.
Michaels realiza actualmente un estudio de seguimiento sobre las huellas del ganado para identificar su papel en el reforzamiento de la abundancia y biodiversidad de las plantas nativas. Debido a que las huellas pueden durar varios años, podrían ser capaces de ofrecer algunos beneficios duraderos – y los administradores de las tierras no tendrían que traer al ganado a pastorear a los estanques con tanta frecuencia.
“Si las huellas son las que están marcando la gran diferencia, es posible que no necesitemos el pastoreo cada año – solo durante ciertos tiempos del año cuando sabemos que las huellas se forman bien y se endurecen y luego estamos bien durante varios años”, dijo Michaels.