Científicos de UC ofrecen actualizaciones sobre innovaciones en el manejo del agua, nutrientes, plagas y enfermedades en los viñedos
En el Día de la Uva no solo se celebra el cultivo de la uva de mesa y vino en California, sino que también ofrece la oportunidad para que los productores vinícolas conozcan las prácticas más actualizadas para mejorar los cultivos y volverlos más resilientes a las plagas y al cambio climático.
El evento, que se realiza anualmente en el Centro de Investigación y Extensión (REC, por sus siglas en inglés) en Kearney, se remonta a finales de la década de 1960. El primer Día de la Uva se celebró en Davis en 1951 y el primero en el REC de Kearney en 1967.
Este año, se llevó a cabo el pasado 12 de agosto, para que los productores de uva pudieran escuchar de parte de los investigadores de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC (UCANR, por sus siglas en inglés) sobre lo más nuevo en pruebas de campo e innovaciones.

“El principal propósito del Día de la Uva es mostrar las investigaciones que los academicos, especialistas y asesores de la Universidad de California están haciendo a beneficio de la industria vitícola de California y en particular de los productores del valle de San Joaquín”, manifestó Matthew Fidelibus, especialista de Extensión Cooperativa de UC en el Departamento de Viticultura y Enología de UC Davis.
Bill Chandler, cuya granja familiar cultiva una variedad de productos en el área desde los 1880, ha asistido a muchos Días de la Uva. El agricultor mencionó que los proyectos de investigación, los cuales reflejan las condiciones de cultivos locales, ofrecen información muy valiosa.
“Todos los agricultores son muy apreciados aquí en la estación de Kearney; hay gente buena aquí y queremos apoyarla”, dijo Chandler, cuya esposa Carol es parte de la Comisión Asesora Presidencial de UCANR. “Ellos realmente me ayudaron a conocer lo que funciona en nuestra área para nuestros cultivos”.
El Día de la Uva de Kearney, en el verano y el Simposio de la Uva en el Valle de San Joaquín, en el invierno, son las reuniones sobre uvas de mayor antigüedad en el valle, según mencionó George Zhuang, asesor de UCCE para granjas viticultoras en el condado de Fresno.
“Estos eventos ofrecen toda la información vitícola de vanguardia, desde el manejo del agua y nutrientes hasta prácticas culturales y mecanización de viñedos”, indicó Zhuan. “Hay mucha asistencia a esas dos reuniones y su impacto ha sido revolucionario”.
Los productores aprenden más sobre los viejos enemigos y nuevas variedades
Después del desayuno, los 50 asistentes —agricultores, profesionales de la industria, investigadores y colaboradores— recorrieron bloques de viñedos experimentales en el REC de Kearney.

Durante la primera parada, Andreas Westphal, profesor de Extensión Cooperativa en el Departamento de Nematología de UC Riverside, ofreció un resumen sobre la biología de los nematodos —gusanos microscópicos que pueden apagar el vigor y la producción de las vides—.
Westphal resumió los hábitos alimenticios y el ciclo de vida de esta notoria plaga. “Los viñedos pueden albergar múltiples especies de nematodos simultáneamente”, dijo el experto.
Una forma eficiente de controlar esta plaga es a través de portainjertos resistentes y tolerantes. Como resultado de su trabajo para desarrollar portainjertos en colaboración con varios criadores, algunos portainjertos élite parecen prometedores.
Debido a que es todo un reto poder identificar portainjertos que puedan hacer frente simultáneamente a varias especies de nematodos, Westphal también estudia los tratamientos antes y después de plantar para el control de los nematodos. Él hace énfasis en la importancia de monitorear esas plagas que viven en el suelo para determinar qué tipo de control llevar a cabo, mientras que las herramientas post plantación puedan estar disponibles.
“Si pueden comprometerse a realizar un muestreo anual, eso les servirá mucho”, señaló.
Enseguida, Fidelibus llevó a los asistentes a ver varias filas de la uva pasa Sunpreme, que se seca en la misma parra. Les explicó que planea estudiar, a nivel fisiológico, uno de los principales problemas con la variedad Sunpreme que fue lanzada en el 2017 – caída de frutos o “desprendimiento” antes de la cosecha”. Con un mejor entendimiento de ese proceso, él espera desarrollar más estrategias útiles para su manejo.
La investigación de Sunpreme es especialmente importante, dado el relativamente pequeño número de variedades de uvas que pueden producir pasas aceptables, dijo Luke DeBenedetto, quien es coordinador de investigación y da apoyo a los agricultores de Sun-Maid Growers de California.
“Hasta ahora, la Sunpreme es la única variedad de secado automático probada y comprobada que existe – donde potencialmente podemos llevar a cabo la cosecha mecánica y poda – que esperamos pueda mantener viva la industria de las pasas para un futuro previsible, ante otras variedades más antiguas que están siendo eliminadas por todas partes”, explicó DeBenedetto.

El experto agregó que continúa trabajando con científicos de Extensión Cooperativa para refinar las prácticas culturales y técnicas de gestión agrícola.
“Matt [Fidelibus] y George [Zhuang] han influido mucho en algunas de las decisiones que estoy tomando en nuestras propias instalaciones de investigación”, manifestó DeBenedetto. “De hecho, hemos plantado Sunpreme allí este otoño y estamos tratando de aprovechar las investigaciones existentes”.
Asesores de UCCE comparten herramientas, consejos y pruebas innovadoras para el cultivo de uvas
En la siguiente parada, Zhuang exhibió varios instrumentos sobre una mesa, incluyendo un caudalímetro, un tensiómetro y un registrador de datos. Apuntando a una antena 4G LTE, Zhuang explicó que puede proporcionar información de tiempo real para alimentar la herramienta CropManage que apoya la toma de decisiones
Zhuang instó a los agricultores a explorar la herramienta en línea y a solicitar subsidios (como el que se hace a través de State Water Efficiency & Enhancement Program o SWEEP, del Departamento de Alimentos y Agricultura de California) para que puedan instalar equipo adicional a las estaciones climáticas ya existentes.
De esa forma, expresó Zhuang, los agricultores no solo tienen acceso al índice de oídio que puede ayudar a determinar la respuesta apropiada a las presiones de una enfermedad, sino también a datos sobre la humedad de la tierra y condiciones climáticas que determinan un control más efectivo de riego.
“Citando a Larry Williams, profesor emérito de UC Davis: ‘Si no lo puedes medir, no lo puedes manejar’”, manifestó Zhuang, agregando que planea realizar un taller práctico sobre el manejo de cultivos en el REC de Kearney, durante el otoño.

Joy Hollingsworth, asesora de la uva de mesa de UCCE para los condados de Tulare y Kings, les mostró a los asistentes sus experimentos con paneles pintados de rojo de Opti-Harvest, una compañía que dice que sus Opti-Paneles pueden reducir el costo de mano de obra asociada con entrenamiento, poda y retiro de hojas.
“Queríamos ver exactamente el efecto que tienen en las parras”, dijo Hollingsworth, quien fijó los paneles en forma de sombra a los enrejados de las uvas de mesa verdes Valley Pearl en marzo.
Ella ha observado la temperatura, humedad y niveles de luz en las parras expuestas y las parras bajo los paneles sencillos y de doble grosor – así como las características físicas de las uvas y parras bajo las diferentes condiciones.
No obstante que Hollingsworth resaltó que solo cuenta con resultados preliminares de su observación, señaló que existe una pequeña pero perceptible diferencia en el color de la baya, ya que las uvas debajo de los paneles parecen ser más verdes que las que están expuestas.
Para concluir la parte del recorrido del día, Jorge Ángeles – asesor de control de malezas y ecología de UCCE para los condados de Tulare, Kings y Fresno – hizo una fila con parras en contenedores con cantidades bajas de varios herbicidas para recrear el nivel de exposición por la deriva de estas sustancias.
Ángeles señaló los diferentes modos de acción para cada producto, así como los síntomas típicos, como ventosas en las hojas y las puntas necróticas de las parras. Asimismo, hizo énfasis en que los agricultores deberían notar cuándo aparecen los síntomas por primera vez y cómo avanzan.

“Es difícil diagnosticar con exactitud el posible daño causado por herbicidas en los viñedos ya que muchos factores bióticos y abióticos pueden causar síntomas similares”, indicó Ángeles. “Pero conocer los herbicidas que se usaron, evaluar la progresión de los síntomas, los patrones de daños en el campo, las condiciones medioambientales y las características del suelo puede ayudar a confirmar o descartar la implicación de herbicidas”.
Los investigadores hablan sobre los modelos de IA y el estudio de productos para mitigar el estrés por calor
Los asistentes pasaron enseguida a un salón de clases del REC de Kearney, donde les esperaba Alireza Pourreza, profesor asociado de UCCE en UC Davis para el Departamento de Ingeniería Biológica y Agrícola.
Pourreza retó a todos a adivinar – de vista e institución solamente – cuál de las tres hojas de parra tenía el mayor contenido de nitrógeno. Luego usó un escáner espectral portátil en las hojas para obtener las medidas en segundos (la mayoría de los asistentes eligieron la hoja correcta).
Esa información arrojada por el sensor puede ser utilizada, según Pourreza, para predecir un amplio margen de características de la planta, incluyendo los niveles cruciales de nutrientes minerales. Él y su equipo en el Laboratorio Agrícola Digital de UC Davis han obtenido mil hojas como muestras y medido su “reflectancia espectral” con el sensor y determinado cómo varios rasgos están correlacionados uno con el otro. Desarrollaron un modelo de IA, albergado en la nube, para calcular los números a partir de la lectura de un sensor y entonces exhibir un perfil completo de los rasgos calculados en una aplicación móvil.
Pourreza también habló sobre cómo obtener la información de reflectancia con drones equipados con cámaras multiespectrales y cómo el uso de imágenes virtuales o “sintéticas” puede seguir entrenando y mejorando el modelo de IA.

Enseguida, Ashraf El-kereamy, especialista de UCCE en el Departamento de Botánica y Ciencias de las Plantas en UC Riverside, compartió los resultados de las pruebas con dos productos dirigidos a mitigar el estrés por calor en las uvas de mesa.
“Las parras son como nosotros – tienen sentimientos; cuentan con un sistema nervioso, llamado vía de transducción de señales”, dijo El-kereamy, quien también es director del REC de Lindcove.
El experto descubrió que los tratamientos – cuando se aplican en la dosis completa recomendada por el fabricante – son efectivos en reforzar la capa protectora de la cutícula de las vides e incrementan su tolerancia al calor.
El-kereamy también hizo énfasis en la importancia de otras prácticas en la mitigación de los efectos del calor (como el control de la sombra) y la priorización general sobre la salud de la planta. “Trate de evitar cualquier tipo de estrés en las uvas, para que cuando la ola de calor llegue, no afecte a las vides”, expresó.
Para concluir el día, Karl Lund, asesor de UCCE en viticultura para los condados de Madera, Merced y Mariposa, dio una presentación que tituló “Manejo del dosel: ¿qué podría salir mal?” sobre dos ensayos para investigar el impacto del aclareo de brotes y el “recorte” de la copa en un viñedo al norte de Madera.

Lund descubrió que el aclareo de brotes tiene muy pocos efectos o son inconsistentes en el tamaño, producción o calidad del fruto para el número limitado de variedades que estudió en la primera temporada. Durante la segunda temporada, observó una compensación más consistente entre niveles ligeramente más altos de Brix (azúcar) y una pérdida importante en la producción.
“Después de ver los datos del segundo año, el agricultor y yo concluimos de inmediato que no hubo un buen intercambio y nos movimos a la siguiente prueba”, concluyó Lund.

Las pruebas “perimetrales” se centraron en eliminar la parte inferior de una copa muy extensa. Lund descubrió que retirar toda la copa entre la superficie y una línea de dos pies por debajo del cordón metálico no afecta la química del fruto. Sin embargo, también descubrió que estos tratamientos no mejoraron la salud de la baya al prevenir problemas como la podredumbre del racimo. “No pareció que el tratamiento fuera algo malo, pero tampoco es algo por lo que deberían pagar extra por hacerlo”.
Un agricultor en la audiencia le aseguró a Lund que aprender lo que no se debe hacer es igual de útil.
*La División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California (UC ANR) lleva información y prácticas de la UC a los 58 condados de California.
A través de la investigación y la Extensión Cooperativa en agricultura, recursos naturales, nutrición, desarrollo económico y juvenil, nuestra misión es mejorar la vida de todos los californianos. To read in English.
