- Author: Michael Hsu
En la lucha contra los incendios, hay todo tipo de obstáculos y uno de tantos es un voluminoso libro de reglamentos que describe, qué tipo de permisos se requieren para eliminar el combustible, como leña y vegetación seca, que pone en mayor peligro los bosques y comunidades.
“California Forest Practice Rules tiene 410 páginas y casi 6 pulgadas grueso señaló Yana Valachovic, asesora forestal de Extensión Cooperativa de UC para los condados de Humboldt y Del Norte y silvicultura. “Tratar de entender qué tipo de permisos tienen sentido en ese reglamento no es fácil, ni siquiera para un experimentado silvicultor profesional”.
Esto salió a flote cuando un grupo de propietarios de tierras y organizaciones en todo California, que estaban trabajando para reducir el combustible leñoso, se enfrentaron a varios problemas para entender la tediosa letanía de requisitos, restricciones y estipulaciones adjuntas a ese texto.
Así que para ayudar a los grupos comunitarios a descifrar las reglas y determinar las opciones más rentables, actualmente hay una nueva guía, sencilla y práctica denominada “Planning and Permitting Forest Fuel-Reduction Projects on Private Lands in California” es la Planificación y autorización de proyectos para la reducción de combustible forestal, producida y redactada por Valachovic, la cual está disponible, en inglés y es gratuita, en el catálogo de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC.
“Creamos un sistema en el que todos los permisos se presentan uno tras otro, como una especie de árbol genealógico para simplificarlo”, manifestó Valachovic, destacando que las gráficas, que ahí se presentan, desglosan los objetivos y parámetros, algo que toda persona que solicite un permiso debe considerar para analizar las opciones de un proyecto.
Por ejemplo, desde el inicio es posible ir simplificando el tedioso proceso, porque se puede determinar si se trata de un proyecto previo o posterior a un incendio forestal. Así como la ubicación y dimensión de los árboles que se eliminarán, las condiciones del sitio antes y después del proyecto, los límites de tiempo potenciales, opciones comerciales y, algo crucial, las limitaciones presupuestarias, dado que el proceso de autorización puede abarcar hasta una tercera parte del costo total del proyecto.
Un manual de planificación y preparación
“Esta ofrece un punto de partida para empezar a poner en orden los numerosos documentos de explotación comercial de la madera y las opciones de financiamiento disponibles para proyectos de modificación de combustibles disponibles”, dijo Curtis. “El dueño del terreno se guía por sí mismo hacia las opciones más apropiadas, además de que facilita que un profesional de recursos asista a esa persona en la selección de la autorización más apropiada”.
La publicación ayuda a que el dueño del terreno o comunidad se prepare como el Resource Conservation Districts, Fire Safe Councils u otros grupos interesados sobre el tipo de preguntas que pudieran surgir en las conversaciones de planificación preliminares con un silvicultor profesional registrado o RPF, por sus siglas en inglés.
Al igual que el propietario de una casa hablaría con un contratista antes de iniciar un proyecto de construcción, los dueños de terrenos y grupos comunitarios deben consultar con un RPF, indicó Valachovic. Un RPF conoce los reglamentos y regulaciones forestales relacionadas con la calidad del agua y aire, protección de especies en extinción y la licencia para presentar los documentos para obtener la autorización.
“Eso es lo que hago en mi trabajo: los dueños de tierras vienen a mí y empiezan a hablar de metas y objetivos”, manifestó la experta. “Empezamos a pensar en posibles plazos, qué metas son a corto plazo, y cuáles a largo plazo y cómo podemos crear un plan operativo para ayudar a esos dueños de terrenos a lograr sus objetivos”.
Proyectos a largo plazo, acciones a corto plazo
A corto plazo, sin embargo, Valachovic enfatiza que ante las condiciones de sequía extrema que hay en todo el estado es crucial que los californianos protejan sus residencias, mantengan mejor control del material combustible, como las plantas a lo largo de la propiedad, leña almacenada y hierbas secas y más que están inmediatamente adyacentes a sus casas, diseñen y revisen los planes de emergencia familiares.
Para información detallada y recursos vea la página sobre Preparación contra Incendios Forestales de UC ANR. (recursos solo disponibles en inglés)
“Hay muchas acciones inmediatas que las personas pueden realizar este año para mitigar el riesgo de incendios forestales y prepararse para lo inesperado”, concluyó la experta.
Además de Valachovic, los coautores de “Planning and Permitting Forest Fuel-Reduction Projects on Private Lands in California” incluyen a Jared Gerstein de BBW Associates y Brita Goldstein, investigadora de UCCE en los condados de Humboldt y Del Norte; ambos son silvicultores profesionales registrados.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega
- Author: Michael Hsu
La sandía no es solo una de las frutas más grande en el mercado, posiblemente sea también la más jugosa, toda vez que 92 por ciento de su pulpa es prácticamente agua. Es sabrosa y les encanta a niños y adultos cuando se trata de calmar la sed. Pero ante la severa sequía de California, su cultivo tiene numerosos retos como el alto costo del agua, carencia de mano de obra, inflación y más.
Sin embargo, en la busqueda de opciones, los agricultores en coordinación con un investigador de la División de Agricultura y Recursos Naturales, UC ANR han encontrado, en una antigua técnica agrícola, la oportunidad de producir más sandías con menos agua, algo que es muy prometedor.
“El uso de injertos ha abierto un nuevo canal en el mundo de las sandías y para toda la producción de verduras en California”, dijo Zheng Wang, asesor agrícola en los condados en los condados de Stanislaus, San Joaquín y Merced, quien ha estado asesorando a los productores de esta fruta.
Todo comenzó, en el verano de 2018, poco después de que los agricultores presentaron a Wang, un problema apremiante. Supermercados y otros compradores estaban rechazando, por problemas de calidad, un número cada vez mayor de sandías.
A pesar que California es el tercer estado productor de sandías en Estados Unidos, después de Florida y Georgia, la investigación sobre las sandías a nivel estatal ha sido relativamente bajo.
“Parece que las sandías no han atraído mucha atención en relación a otras cucurbitáceas”, mencionó Wang. Cucurbitáceas es el nombre científico de cultivos como melones, todo tipo de calabazas, pepinos y más.
Wang, experto en los injertos de tomates y otros vegetales, sabe que los productores de verduras conocen los beneficios teóricos de los injertos, los cuales combinan un scion (la parte aérea de una planta) con el robusto portainjerto de una planta afín. Sin embargo, el gran reto es comprobar que es costeable. Especialmente en esta era en la que los agricultores enfrentan muchas presiones económicas, ellos necesitan asegurarse que el costo extra por el uso de los injertos es redituable. De ahí que la meta fue desde un principio reducir costos y aumentar rendimiento.
“Algunas veces, como productores queremos probar una nueva técnica agrícola o producto de cosecha”, señaló David Jarrett de Groningen & Sons, quien produce sandías en el Valle de San Joaquín. “Una persona como Zheng puede llevar a cabo un experimento importante y tiene los recursos, cuantitativos y cualitativos, para medir las posibilidades de éxito”.
En 2019 durante las primeras pruebas de colaboración con los productores, Wang probó si podían plantar menos plantas de sandías dejando entre sí un espacio mayor y obtener, al mismo tiempo, una producción estable de sandías de alta calidad.
La idea era que las plantas injertadas, que suelen ser más vigorosas y tienen hojas y un dosel más grande, producirían sandías comercialmente consistentes y que se pudieran cosechar entre 7 u 8 veces durante una temporada de cosecha prolongada.
“De esa manera podemos hacer una planta equivalente a ‘dos'”, explicó Wang, resaltando que las plantas no injertadas tienden a producir únicamente de dos a tres cosechas de buenas sandías y la calidad declina rápidamente a partir de ahí.
Los injertos tienen ‘mucho potencial'
Según Wang, los productores reportaron que, los campos con plantas injertadas produjeron, entre 15 y 25 por ciento más sandías por acre que los cultivos sin injertos, al tiempo que utilizaron un 30 por ciento menos de plantas y la misma cantidad de agua y fertilizantes.
Así, en esta era de una economía difícil, los injertos son una melodía dulce para los oídos de los productores porque ofrecen mayor rentabilidad.
“La agricultura de California se encuentra bajo estrés teniendo que competir por recursos limitados como la tierra, agua, fertilizante y más, pero fuera de este ámbito podemos mejorar algunos de nuestros cultivos con los injertos”, manifestó Jarrett. “Así como muchos cultivos de árboles están injertados, estamos aprendiendo que otros cultivos también pueden ser exitosamente injertados; la meta es crear una planta más fuerte que pueda crecer mejor en suelos marginales con menos insumos”.
Al mismo tiempo, los agricultores están adoptando la nueva técnica agrícola que consiste en sembar los cultivos de sandías con la nueva separación “estándar” de 4 a 5 pies , permitiéndoles reducir su población de plantas al tiempo que incrementan el rendimiento.
“El uso de injertos ha abierto un nueva opción en el mundo de las sandías y para toda la producción de verduras en California”, dijo Wang.
Lo que sigue para Wang es probar varias combinaciones de scions y portainjertos. Este año, inició una variedad de pruebas con portainjertos de varios miembros de la familia de las cucurbitáceas, como calabazas híbridas, calabazas cidra y botella, con la esperanza de generar resultados que los productores de sandías puedan usar para decidir las mejores opciones para sus condiciones locales.
“En resumen, hay muchas incógnitas pero también mucho potencial para el futuro”, manifestó el experto.
Adaptado al español por Norma De la Vega del artículo en inglés
- Author: Randall Oliver
En las batallas no se debe subestimar al enemigo por su tamaño, lo que cobra relevancia cuando la lucha es contra las plagas.
El escarabajo barrenador polífago, es más pequeñito que una semilla de ajonjolí, pero su capacidad destructiva es enorme. Ataca a más de 100 especies de árboles y puede vivir y reproducirse en más de 65 especies de California y entre sus árboles preferidos se encuentran los bojes, sicómoros y los sauces.
El campus de la Universidad de California en Irvine, UCI, fue la escena de una tremenda batalla contra el diminuto invasor el cual había seleccionado a ese bosque urbano, donde hay alrededor de 30 mil árboles, como su paraíso.
A mediados del 2010, ese campus fue amenazado por la plaga debido a su numerosa cantidad de sicómoros, especialmente en el parque Aldrich, localizado en el centro del campus, en donde otros cientos de álamos, sauces autóctonos, árboles de lluvia dorada y de coral también fueron afectados.
El escarabajo que destruyó más de dos mil árboles de diferentes especies del bosque, se caracteriza por inocular la planta con un hongo que ataca el tejido vascular del árbol, impidiendo que el agua y los nutrientes fluyan y causando que el árbol se marchite y muera por una enfermedad llamada marchitamiento por fusarium.
De ahí que un grupo de expertos ejecutaron diferentes estrategias para eliminar a la plaga.
“UCI fue el terreno de pruebas perfecto para determinar las estrategias sobre el manejo integrado de plagas contra el escarabajo y la enfermedad”, mencionó John Kabashima, asesor emérito para la horticultura del medio ambiente de Extensión Cooperativa en el condado de Organge. “Nuestra investigación fue multifacética, y nos permitió profundizar en el monitoreo y pruebas y el manejo cultural y químico”.
En la batalla contra la plaga se formó un equipo de expertos de diferentes departamentos de la Universidad, entre ellos los investigadores de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC ANR y Extensión Cooperativa, así como personal de varias compañías productoras de pesticidas. Todos ellos, asesores en el control de plagas y arboricultores quienes ofrecieron materiales y mano de obra para ayudar a atenuar el costo de la investigación.
El trabajo consistió en ejecutar un inventario completo de árboles afectados en el campus, evaluar la gravedad de la infestación mediante el conteo de los orificios de entrada y salida en los árboles y las señales de marchitamiento. Una clave importante para control fue deshacerse de los amplificadores, es decir los árboles altamente infestados que eran un peligro ya que los escarabajos pueden propagarse a otros árboles.
Se procedió a cortar árboles, tomar muestras y dejar sin tocar ciertos árboles infestados que fueron seleccionados. Además, se exploró toda una variedad de combinaciones de pesticidas y fungicidas y técnicas de aplicación. Estrategias que dieron como resultado varias opciones de control que se están usando actualmente para eliminar la plaga.
“Las infestaciones típicas del escarabajo empiezan en solo pocos árboles que por alguna razón atraen mucho a los escarabajos – quizás en base a las especies de árboles, el espacio entre ellos, condiciones de riego u otros factores”, manifestó Kabashima. “Con el tiempo, los escarabajos y hongos se multiplican sin que sean detectados en esos árboles. Cuando la población de escarabajos alcanza un punto grave y los árboles empiezan a morir, las hembras vuelan a árboles cercanos para una infestación secundaria, infestando, muchos otros árboles en un área grande”.
Una oportunidad para diversificar los bosques urbanos de UC
En UCI, esa invasión inicial sucedió en áreas del parque que contenían muchos sicómoros grandes y majestuosos que fueron plantados cuando el campus inició operaciones a mediados de los 1960.
Durante varios años, UCI retiró 700 árboles altamente infestados, incluyendo muchos de estos sicómoros históricos y los remplazó con árboles de otras especies.
Hoy día, el bosque de UCI luce muy diferente al del 2015. Aunque los escarabajos no han sido eliminados completamente, su presencia se ha reducido significativamente y actualmente UCI cuenta con las herramientas para controlarlos efectivamente. Los esfuerzos de reforestación resultaron en una diversidad de árboles que no solo es sustentable, sino también hermoso.
“Administrar un campus de 1,500 acres con 30 mil árboles es un proceso que nunca termina”, indicó Richard Demerjian, vicerrector asistente de UCI, de Planificación Física y del Medio Ambiente. “Nuestro bosque continúa evolucionando, con un continuo enfoque en el incremento de la diversidad y salud de las plantas”.
Demerjian también destacó que UCI está considerando plantar nuevos árboles sicómoros de manera limitada.
He aquí un manual para la gestión eficaz del barrenillo
Tanto si se gestiona un bosque de miles de árboles como unos pocos, el encargado puede aplicar muchas de las lecciones aprendidas en la UCI para controlar al escarabajo y otras plagas de los árboles.
- Evite mono cultivos. La diversidad de árboles proporciona belleza y resiliencia.
- Mantenga saludables a los árboles. La irrigación y mantenimiento apropiado mantienen árboles fuertes y les ayuda a protegerlo de los barrenillos y otras plagas.
- Revise los árboles. Busque las señales y síntomas comunes de infestación como orificios de entrada y salida de los escarabajos. Un monitoreo regular asegura que las infestaciones se controlen a tiempo, antes que causen el marchitamiento o muerte del árbol.
- Confirme la sospecha de infestaciones. Use la herramienta para detección que aparece en www.ishb.org.
- Revise las opciones para la gestión. Para los árboles, con una baja infestación, pode las ramas infestadas y supervise la salud del árbol en general con el tiempo. En áreas urbanas no ribereñas, considere la posibilidad de tratar árboles con una infestación leve o moderada con pesticidas o fungicidas que han demostrado ser efectivos en contra del complejo de plaga/enfermedad (se requerirá de un profesional con licencia para realizar las aplicaciones). Los árboles que severamente infestados podrían requerir ser eliminados.
- Llame a un profesional. Un arboricultor certificado o un profesional en el control de plagas puede ofrecerle recomendaciones en base a las condiciones del árbol. La oficina local del Comisionado de Agricultura del condado y la oficina de Extensión Cooperativa de UC pueden contar con información adicional sobre el monitoreo y control del escarabajo y programas para su gestión en su área.
- Encárguese de los residuos verdes. Los escarabajos pueden sobrevivir en cortes de madera durante semanas o hasta meses. La eliminación adecuada de los residuos verdes incluye triturar la madera infectada, seguida de una solarización o el compostaje de las virutas.
- Replante sabiamente. Empiece a plantar nuevos árboles solo después de haber retirado todos los “amplificadores” y establecer un programa de revisión continua. Tome en cuenta la concentración actual de especies de árboles cuando decida el tipo de árboles que quiere plantar.
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Traducción del artículo en inglés - Leticia Irigoyen
Adaptación para su publicación - Norma de la Vega
- Author: Michael Hsu
A medida que la sequía se apodera de una importante porción del territorio de California, los incendios forestales son un peligro constante y es crucial ayudar a las comunidades a prepararse para una de las amenazas más devastadoras provocadas por el clima.
Con el propósito de mejorar la calidad de vida de los californianos frente a los cambios extremosos del clima, mitigar el riesgo de incendios, proteger a los residentes, sus familias y propiedades, la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California, UC ANR está aumentando su equipo de expertos en el tema.
Tres asesores, altamente calificados en la investigación de incendios y comportamiento del fuego en zonas urbana – rural se unieron recientemente a UC ANR. Ellos son Luca Carmignani, quien estará atendiendo a las comunidades en los condados de Los Ángeles y Orange; Barb Satink Wolfson, quien trabaja en los condados de Monterey, San Benito, Santa Clara y Santa Cruz; y Tori Norville, en los condados de Sonoma, Napa y Marín.
Todos ellos, así como otras contrataciones recientes en agricultura y recursos naturales, han sido posibles, como lo refleja el presupuesto estatal, gracias al compromiso de California de mejorar la vida de los residentes frente a los cambios extremosos del clima.
Asimismo, en las próximas semanas se darán a conocer los nombres de dos asesores más, que se incorporarán a UC ANR con lo que se podrá ofrecer a las comunidades una amplia gama de asesoría y consejos prácticos en temas como: mitigación del riesgo de incendios, ecología del fuego, quema prescrita y sus beneficios, además de los trabajos de investigación sobre incendios forestales, cuidado de los bosques, la vida silvestre y los efectos del cambio climático. Todos ellos juntos, forman un equipo sólido de expertos en incendios.
A pesar de que sus áreas específicas de especialización varían, todos los nuevos asesores contra incendios están dedicados a ayudar a los residentes y organizaciones comunitarias por todo California a ser más conscientes del riesgo de incendios, a adaptarse y sobreponerse en caso de un desastre natural. También deberán difundir información vital sobre cómo proteger la vivienda y otras propiedades ante los incendios forestales.
Luca Carmignani se incorporó a Extensión Cooperativa en los condados de Orange y Los Ángeles el 2 de mayo pasado. Su área de investigación incluye análisis de imágenes, programación de computadoras y difusión de la investigación científica. Fue investigador postdoctoral en el Laboratorio de Investigación de Incendios de Berkeley y su trabajo se ha enfocado en la producción de programas computación para el análisis de los incendios y la combustión.
Estudió el doctorado de ciencias de la ingeniería, entre la Universidad de California y la Universidad Estatal de San Diego tras concluir la licenciatura y maestría en ingeniería y espacio aéreo en la Universidad de Pisa en Italia.
Carmignani tiene su base en el Centro de Investigación y Extensión de la Costa Sur en Irvine y se puede poner en contacto con él a través de su correo electrónico: carmignani@ucanr.edu y su número telefónico (949) 237-2956. También puede seguirlo a través de Twitter @l_carmignani.
Satink Wolfson obtuvo su licenciatura en ciencias y maestría en silvicultura de la Universidad del Norte de Arizona, y trae a UC ANR más de 20 años de experiencia en investigación y divulgación sobre incendios en el estado de Arizona. Sin embargo, su trabajo favorito fue trabajar como guardabosques en el Parque Nacional Yosemite durante sus años de estudiante.
En su nuevo cargo ella espera abordar distintos aspectos sobre la quema prescrita en diversos ecosistemas, como es el caso de pastizales en las zonas de las costas y los bosques de robles. Además de ayudar a las comunidades de la Costa Central a desarrollar resiliencia a los incendios forestales para que los residentes puedan vivir con mayor seguridad dentro de áreas adaptadas al fuego.
Satink Wolfson, está ubicada en la oficina de Extensión Cooperativa de UC en Hollister, y se puede poner en contacto a través de su correo electrónico: bsatinkwolfson@ucanr.edu.
Su objetivo es brindar educación y divulgación sobre cómo proteger la vivienda frente a la amenaza de incendios, qué tipo de vegetación se debe eliminar en el jardín aledaño a la propiedad porque es altamente inflamable. Esas y otras estrategias de defensa que todos los residentes deberían conocer para prevenir, en caso de incendio, que las flamas lleguen hasta su propiedad.
Mientras cursaba su licenciatura en silvicultura y recursos naturales en Cal Poly San Luis Obispo, Norville, se interesó en “los desastres naturales” tales como enfermedades, plagas e incendios afectan al medioambiente.
"Muchos de los problemas de salud que estamos viendo actualmente en los bosques tienen su origen en la falta de atención a los desastres naturales como han sido tradicionalmente los incendios”.
Su amplio conocimiento sobre los incendios y sus efectos, lo obtuvo durante sus estudios de maestría en ciencias forestales en Cal Poly en San Luis Obispo, así como a través de su labor en CAL FIRE en el Bosque Estatal de Demostración Jackson en el condado de Mendocino durante 7 años. Trabajó como silvicultora profesional registrada y luego como parte del programa de investigación y demostración.
Su experiencia durante las últimas temporadas de incendios, le han ayudado establecer sus propias metas. Ella espera “trabajar de manera integral”, específicamente en el medioambiente para generar bosques y ecosistemas saludables que sean adaptables y resistentes, al mismo tiempo que estará investigando los aspectos ambientales y sociales en la reducción de combustible y la quema prescrita.
"Espero poder empezar a cambiar la percepción de que el fuego es algo que debemos temer y respetar", concluyó.
Norville, está ubicada en la oficina de Extensión Cooperativa de UC based en Santa Rosa en el condado de Sonoma y se puede poner en contacto a través de su correo electrónico: trnorville@ucanr.edu.
Adaptado al español por Norma De la Vega del artículo en inglés
- Author: Marni Ellery, INGENIERÍA DE UC Berkeley
Este verano marca los primeros ejercicios reales de entrenamiento de fuego para el grupo inaugural de reclutas de FIRE Foundry. A través del Laboratorio de Desastres de UC Berkeley, estos bomberos en entrenamiento han participado en una quema controlada de aproximadamente 300 acres sobre la ciudad de Novato, California, mientras trabajan junto a ingenieros de Berkeley probando generadores de energía móviles, vehículos eléctricos de emergencia y prevención de incendios, sistemas de detección de incendios forestales de inteligencia artificial y otras herramientas innovadoras.
"FIRE Foundry es único porque tiene como objetivo eliminar tanto las barreras que impiden que los grupos subrepresentados sigan carreras en el servicio de bomberos como las barreras que impiden la adopción de tecnología en ese campo", dijo Thomas Azwell, quien dirige Disaster Lab, el programa multifacético de UC Berkeley Engineering que trabaja para desarrollar e implementar soluciones de ingeniería innovadoras para los desafíos ambientales. "Esperamos que pueda servir como modelo para futuros programas de reclutamiento y capacitación".
Rompiendo las barreras
FIRE Foundry es una colaboración multiorganizacional dirigida por el Departamento de Bomberos del Condado de Marin en asociación con UC Berkeley, la Oficina de Equidad del Condado de Marin, varias otras agencias de bomberos de Marin, el Colegio de Marin y el Cuerpo de Conservación.
Hace dos años, el jefe de bomberos del Departamento de Bomberos del Condado de Marin, Jason Weber, se acercó a Azwell para crear un programa de desarrollo para aumentar la diversidad en el servicio de bomberos, específicamente reclutando a más personas de color y mujeres. Azwell estaba a bordo para crear una asociación que se basaría en los muchos recursos de Laboratorio de Desastres o Disaster Lab. Por su nombre en inglés.
Un científico ambiental con experiencia en respuesta a desastres, Azwell había cambiado recientemente su enfoque de los proyectos de remediación en el extranjero al creciente flagelo de los incendios forestales en California. Creía que las comunidades se beneficiarían de equipos de bomberos más diversos, y vio la oportunidad de educar a esta próxima generación de bomberos sobre nuevas tecnologías para combatir los incendios forestales.
Inicialmente, Weber y Azwell identificaron la falta de alcance y los obstáculos financieros como las razones por las que había tan pocos solicitantes de bomberos de comunidades tradicionalmente subrepresentadas. Ellos decidieron expandir el equipo de desarrollo del programa para aportar experiencia adicional en diseño de programas centrados en la equidad y educación tecnológica.
Sukh Singh, gerente de Disaster Lab; Joshua Dimon, académico visitante de Disaster Lab; y Sofía Martínez, analista de capital de la Oficina de Equidad del Condado de Marin, comenzaron a desarrollar el diseño de FIRE Foundry con Azwell y Weber. Juntos, aprendieron que, para revertir el bajo número de mujeres y personas de color en el servicio de bomberos, necesitarían un enfoque más holístico para la divulgación. Esto incluyó identificar caminos claros hacia el servicio de bomberos, desarrollar un sentido de pertenencia a través del aprendizaje y la tutoría, y proporcionar asesoramiento educativo para aquellos de comunidades desatendidas por sistemas escolares de calidad.
FIRE Foundry tenía como objetivo satisfacer esas necesidades, comenzando con su primera cohorte. De esos 19 reclutas, la mayoría se identifican como latinos y afroamericanos, y ocho reclutas se identifican como mujeres o no binarios.
"Creamos un programa que proporciona los servicios integrales, desde apoyo financiero hasta tutoría, para apoyar a los reclutas a través de la pieza educativa, su certificación de Técnico en Emergencias Médicas [EMT] y la Academia de Bomberos 1", dijo Azwell. "Queremos que tengan lo que necesitan no solo para estar calificados, sino para ser los candidatos más excepcionales que solicitan carreras en el servicio de bomberos".
El apoyo comienza temprano cuando los reclutas tienen tan solo 18 años de edad. Comienza con los cursos, ofrecidos en colaboración con el Colegio de Marín, y continúa a través de los rigores de la academia de extinción de incendios.
Después de un año en el programa FIRE Foundry, los participantes habrán obtenido certificados de Respondedor Médico de Emergencia (EMR) y EMT, y habrán terminado los cursos de prerrequisitos requeridos sobre operaciones introductorias de incendios y ciencia, además de incendios forestales y habilidades emergentes de ciencia y tecnología de incendios.
El programa continúa brindando apoyo a los candidatos a medida que avanzan a través de la academia de bomberos y preparando a los graduados de la academia para entrevistas de trabajo. Después de que los graduados son contratados y trabajan durante un año más o menos, los gerentes del programa les pedirán que regresen como mentores para futuros reclutas en el programa.
Según Weber, la asociación con Berkeley es una parte integral de la experiencia. "Creo que la importancia de la educación secundaria y tener una institución como Berkeley que tiene una reputación tan maravillosa por sí sola aporta valor al programa", dijo.
Capacitación sobre tecnologías emergentes de extinción de incendios
Azwell también trabaja con colegas para integrar las tecnologías de detección y respuesta a incendios que se están desarrollando a través de Disaster Lab en el programa de capacitación FIRE Foundry. Debido a que Disaster Lab reúne recursos de investigación de una gran cantidad de agencias y organizaciones, incluidos los laboratorios de UC Berkeley, las nuevas empresas de tecnología contra incendios, las agencias de bomberos, el Departamento de Defensa y múltiples ramas del ejército, los reclutas conocen algunas de las últimas herramientas y métodos que se están desarrollando para combatir incendios.
"Trabajamos con Esri, que fabrica un software SIG [sistema de información geográfica] que las personas pueden usar para mapear la vegetación y las carreteras", dijo Azwell. "Y enseñamos a los reclutas cómo usar los datos satelitales y la capacitación científica de la NASA para la detección remota de incendios para informar la respuesta temprana".
Weber cree que traer tecnología emergente al servicio de bomberos, especialmente para aquellos que recién comienzan su carrera, es una pieza crítica del programa. "Les permitirá no solo probar la tecnología que está surgiendo, sino que para esta próxima generación, que es mucho más conocedora de la tecnología que todos los bomberos existentes, les dará la oportunidad de usar y adoptar tecnologías nuevas y emergentes en las ciencias del fuego", dijo.
La Academia Wildland, un programa que se ejecuta a través de Disaster Lab, brinda a los reclutas de FIRE Foundry acceso a oportunidades críticas de aprendizaje experiencial, desde la realización de quemas controladas hasta la prueba de campo de tecnologías innovadoras desarrolladas por ingenieros de UC Berkeley y organizaciones asociadas.
Muchas de estas tecnologías fueron desarrolladas por “startups” incubadas a través de CITRIS Foundry y el Sutardja Center for Entrepreneurship & Technology. Algunos se originaron con los cursos de Challenge Lab, que se centran en las brechas en la innovación y las ideas para satisfacer esas necesidades, impartidos por Azwell en Disaster Lab.
Una de las tecnologías que se están probando en la Academia Wildland es un sensor diseñado por Squishy Robotics, una compañía derivada de la investigación que comenzó en Berkeley. Su cofundadora, Alice Agogino, profesora de ingeniería mecánica, y su equipo han creado un paquete de sensores rodeado de un exoesqueleto resistente pero flexible que se puede utilizar para recopilar datos en diversas situaciones de desastre. Los bomberos, por ejemplo, pueden lanzar este sensor cerca de un incendio para monitorear datos térmicos, así como toxicidad, humo, calor y otras métricas valiosas. Los reclutas de FIRE Foundry tendrán la oportunidad de interactuar con Squishy Robotics en la próxima Wildland Academy y proporcionar sus comentarios sobre estos sensores.
"Tener ese tipo de oportunidad aplicada no solo es bueno para los científicos que innovan, sino que también es bueno para los bomberos que son los posibles adoptantes de esta tecnología", dijo Azwell. "Entonces pueden comunicar sus necesidades directamente a los innovadores".
"Estos son ejemplos de oportunidades para que los científicos de Berkeley y los reclutas aprendan sobre los indicadores de incendios potenciales y las tecnologías que pueden detectarlos", dijo Azwell.
Algunas tecnologías ya han encontrado su camino en la caja de herramientas de extinción de incendios de hoy, y la Academia Wildland brindará una oportunidad para que los reclutas se entrenen en esos dispositivos, incluidos los drones con capacidades infrarrojas para ver el fuego a través del humo.
"Estamos entrenando a nuestros reclutas para obtener su licencia para volar drones, por lo que haremos parte de ese entrenamiento durante la quema controlada", dijo Azwell. "Pero también hay interés en drones especializados que pueden levantar una carga útil pesada y entregar cosas como mangueras a las tripulaciones en una colina. Hemos invitado a la compañía que fabrica esos drones a nuestra próxima quema controlada, junto con una compañía que fabrica excavadoras autónomas que puede conducir de forma remota a un área de riesgo para cortar un cortafuegos, por lo que los operadores de topadoras de bomberos no tienen que acercarse tanto al incendio ".
Según Azwell, la introducción de nuevas tecnologías en el servicio de bomberos puede ser un desafío, ya que los bomberos han estado utilizando muchas de las mismas tecnologías durante generaciones y se requiere un nivel de experiencia para evaluar adecuadamente las nuevas herramientas. Espera que estas colaboraciones creativas con la industria, la academia y las organizaciones gubernamentales puedan continuar ayudando a mover la innovación fuera del laboratorio y hacia el campo para allanar el camino hacia la adopción de tecnología.
"Cuando nuestros reclutas vayan a entrevistas de trabajo, tendrán un currículum que dice que colaboraron con el Laboratorio de Desastres de UC Berkeley para desarrollar y evaluar tecnologías de mitigación de incendios", dijo Azwell. "Al aportar esa experiencia y educación adicional a sus carreras, nuestros reclutas no solo se destacan al presentar la solicitud, sino que también pueden ayudar al servicio de bomberos a tomar decisiones informadas sobre la adopción y dar forma al futuro de la lucha contra incendios".
Crédito de las fotos: Crédito: Thomas Azwell/UC Berkeley Disaster Lab
Los miembros del equipo de FIRE Foundry 2022 se toman un descanso de la capacitación en un evento reciente de Wildland Academy.
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