- Author: Linda Forbes
Harmony Village es un complejo de viviendas para veteranos, discapacitados y adultos mayores de bajos recursos, donde, con el apoyo de expertos de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, se ha establecido un huerto donde los residentes podrán cosechar una variedad de productos frescos que les permitirán suplementar sus platillos y comer de manera más saludable.
La creación de este huerto fue posible gracias al Programa de Pequeños Subsidios del Programa de Investigación y Educación para una Agricultura Sustentable de la Universidad de California (SAREP, por sus siglas en inglés) y está cargo de Whitney Brim-DeForest, directora del condado de Sutter-Yuba y Cheryl Hoke, coordinadora del Programa Maestro de Jardineros de UC y voluntarios de este último.
Harmony Village es un complejo habitacional de 62 viviendas de apoyo permanente en la ciudad de Yuba para personas de ingresos limitados, en situación de calle o en viviendas precarias.
El objetivo del proyecto es que los residentes aprendan a suplementar sus necesidades alimentarias, desarrollar capacidades auto sustentables y preservar sus alimentos frescos al mismo tiempo que se esfuerzan por seguir un estilo de vida más saludable.
Los fondos permitieron a Maestro de Jardineros de UC a apoyar a Harmony Village en la obtención de suministros para jardinería y establecer diez arriates elevados además de un sistema de riego, plantas y un cobertizo. El proyecto ayudó a los residentes a expandir un pequeño huerto comunitario en uno de mayor tamaño que ahora podrá producir más productos frescos. “Todos estaban muy felices el día que llevamos a cabo la construcción", manifestó Hoke. "Nos agradecieron por preocuparnos por ellos”.
Con la guía de Maestro de Jardineros de UC, los participantes identificaron los tipos de alimentos que deseaban cultivar – zanahorias, broccoli, repollo y rábanos – y aprendieron a preparar la tierra, plantar verduras, cuidar de las plantas y cosechar sus frutos. Durante una segunda ronda de talleres en noviembre del 2023, los residentes plantaron cebollas y ajos en el huerto y prepararon mantequilla de calabaza.
Los residentes también aprendieron de los voluntarios del programa Maestro de Conservadores de Alimentos de UC a preservar sus alimentos frescos para que duren más tiempo y a incorporar los productos que cultivan a sus platillos, lo cual garantiza que cada cultivo sea usado a lo máximo.
“¡Cada clase a la que he asistido ha sido relevante y muy informativa! Tengo 63 años y nunca experimenté ese tipo de información práctica en mi vida”, señaló un residente de Harmony Village. “El trabajo que estas mujeres han hecho ha sido tan impactante en las vidas de esta comunidad. Tenemos una increíble nueva fuente de alimentos gracias a estas dos señoras y a Maestro de Jardineros”.
Hoke tiene el deseo de ayudar a cualquiera en el condado que esté interesado en crear un huerto para apoyar a una comunidad vulnerable. “Nos aseguráremos que les ofrecemos el conocimiento para tener éxito”, indicó la experta.
Subsidios pequeños, un gran impacto
Entre las prioridades de financiación del Programa de Pequeños Subsidios se incluyen a granjeros, rancheros y administradores de tierras en la adopción de prácticas regenerativas del medioambiente y colaborar con comunidades rurales, urbanas y tribales para expandir el acceso a alimentos producidos de manera saludable, sustentable y promover el bienestar de la comunidad.
“El Programa de Pequeños Subsidios es una parte importante de nuestra misión”, indicó Ruth Dahlquist-Willard, directora interina de UC SAREP, un programa de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC. “Los resultados del programa muestran que una pequeña inversión financiera puede tener un impacto grande en el mejoramiento de las vidas de los californianos”.
Este artículo es parte de una serie acerca del impacto del Programa de Pequeños Subsidios de UC SAREP. Para apoyar a este programa, por favor haga sus donativos aquí. Elija el Programa de Pequeños Subsidios de SAREP para que sea asignado a este programa.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes
- Author: Grace Nguyen-Sovan Dean
La recién establecida Escuela de Arboricultura de California pretende preparar a los propietarios de bosques para que sepan cómo enfrentarse a los cambios que inevitablemente están experimentando sus áreas forestales ante el cambio climático.
La inspiración para la escuela de California se produjo cuando Kim Ingram, coordinadora de la Academia de Gestión Forestal, Katie Reidy, coordinadora académica de post incendios y Kocher asistieron al evento de la Escuela de Arboricultura de Extensión de la Universidad del Estados de Oregón en el condado de Clackamas, en Oregón.
Desde el 2020, el programa de Educación para Administradores de Bosques de UC ANR (FSE, por sus siglas en inglés) ha ayudado a los propietarios de bosques de California a ser proactivos ante dichos cambios. Los programas de talleres Forest Stewardship (Administración Forestal) y Post-Fire Forest Resilience (Resiliencia Forestal Tras los Incendios) usan un formato educativo en línea que guía a los propietarios de bosques sobre los pasos básicos para crear planes de gestión forestal y de paisajes después de los incendios, respectivamente. Actualmente, el equipo de FSE lleva a cabo el piloto de un nuevo programa para involucrar a una mayor audiencia de propietarios de bosques y miembros de la comunidad apasionados por los árboles.
Durante esta primavera, los equipos de Forest Stewardship y UC ANR Fire Network están llevando a cabo la primera Escuela de Arboricultura de California en la que las personas asisten a múltiples clases presenciales sobre los temas de silvicultura que más les interesan. “Los programas en línea están muy enfocados en los planes para la gestión forestal y actividad después de incendios y [la Escuela de Arboricultura] nos permite abordar otros temas”, manifestó Susie Kocher, asesora en bosques y recursos naturales de UC ANR
Un solo paso para continuar con la formación forestal
La Escuela de Arboricultura de OSU consiste en una experiencia de todo un día compuesta de clases que abarcan las diferentes dimensiones de silvicultura: la construcción de una casa con su propia madera, comercio de emisión de carbono y la compra de aserraderos portátiles son tan solo una pequeña muestra de las opciones que tienen los asistentes. Los estudiantes de la Escuela de Arboricultura de OSU van desde propietarios de bosques a estudiantes de colegios comunitarios, contribuyendo a un espacio que facilita las conexiones comunitarias y el aprendizaje.
Kocher describió la experiencia como “un día estupendo, una ventanilla única para estar al día de lo que nosotros [propietarios y profesionales forestales] debemos saber”. Emocionadas por la amplitud de oportunidades que ofrece la Escuela de Arboricultura de OSU, Ingram, Kocher y Reidy se sintieron inspiradas para traer el formato a California.
“Es nuestro momento para hablar sobre el ecosistema completo”, señaló Reidy. “La Escuela de Arboricultura aporta la confianza, un grupo confiable de expertos quienes pueden proporcionar más información sobre las preguntas relacionadas con las metas específicas de los propietarios”.
La primera Escuela de Arboricultura de California se llevó a cabo en Hopland el pasado 4 de mayo y la segunda será en El Dorado el 1 de junio. Similar a la Escuela de Arboricultura de OSU, se anticipaba una asistencia compuesta por propietarios de bosques, profesionales de recursos naturales y miembros de la comunidad interesados en el tema.
Conectando a los profesionales a nivel estatal y personalizando la educación forestal
La Escuela de Arboricultura ofrece a los asistentes la oportunidad de centrarse en temas que pertenecen a sus necesidades específicas de aprendizaje. Este enfoque personalizado es una nueva incursión para el equipo de administración de bosques, pero es algo que Ingram dice que los participantes del taller han estado deseando desde hace algún tiempo.
“Nuestros participantes nunca piensan que aprenden suficiente. Siempre están pidiendo más información y esta Escuela de Arboricultura nos da la oportunidad de ampliar sobre cosas que no hemos tenido la oportunidad de repasar durante la serie de talleres”, remarcó Ingram. Además, los instructores de la Escuela de Arboricultura cuentan con la libertad creativa a la hora de desarrollar sus clases, desde el tema hasta el formato de la clase. Eso se hace evidente al consultar el catálogo de las clases de cada sesión. Los asistentes de la Escuela de Arboricultura de California eligen asistir a cuatro clases, lo cual significa que pueden construir su primera pila de quema, entender los entresijos de la fauna silvestre, pintar al aire libre y conocer cómo apoyar los esfuerzos de reforestación a nivel estatal, todo en un uno.
“Siento que la Escuela de Arboricultura creó un sentido de confianza en torno a temas complejos”, indicó Reidy sobre su experiencia del año pasado en Oregón. Para la Escuela de Arboricultura de California, el equipo de administración de bosques intenta hacer lo mismo. Esto significa reclutar a través de la red de UC ANR y otras organizaciones, incluyendo CALFIRE y California Association of Resource Conservation Districts (Asociación de Distritos de Recursos para la Conservación o ARCD, por sus siglas en ingles), para aportar voces de confianza a la comunidad.
“Lo que tiene de emocionante la Escuelas de Arboricultura es que estamos aportando profesionales en recursos naturales de todas partes para atraer a todos a la misma vez y en un solo lugar”, manifestó Ingram.
El equipo esta emocionado de ver todas las conexiones que se harán entre los miembros de la comunidad y profesionales durante este año piloto “y si tiene éxito podemos repetirlo el año próximo”, comentó Kocher, “estamos definitivamente interesados en colaborar con más gente y expandir nuestro alcance”.
Hacer que la Escuela de Arboricultura de California fuera una experiencia en persona fue importante para el equipo ya que mucha de la educación es práctica. Además, Kocher ve un potencial adicional para hacer conexiones personales: “En persona, tienes esta oportunidad para que la gente se identifique como parte de la comunidad”, destacó Kocher, “así que estoy muy emocionado de que las personas pasen el rato entre si”.
Promover una comunidad informada
“No se puede separar lo emocional de lo físico y hay muchos temas sobre bosques como los incendios forestales y la economía que pueden ser un poco desalentadores”, señaló Ingram. “Estoy emocionada de ayudar a crear un ambiente de aprendizaje positivo en el que las personas se sientan motivadas a buscar en Extensión Cooperativa de UC este tipo de recursos”.
“Nuestro principal objetivo es difundir las ciencias”, coincidió Reidy. “Entre más expuesta este la gente a las ciencias, mayor es la confianza que sienten en sí mismos y en sus deseos y necesidades”.
- Author: Saoimanu Sope
Cerca de 200 residentes han sido capacitados en los últimos siete años como parte del programa Administradores del Medio Ambiente de UC
Durante uno de sus días más oscuros, Tammah Watts estaba parada frente al sink de su cocina para llenar una jarra con agua. Al otro lado de la ventana, la residente de San Marcos vio un aleteo a la distancia. Luego vio salir del árbol un pequeño pájaro amarillo y sus ojos se llenaron de admiración.
Observar a los pájaros desde la ventana de su cocina se convirtió en un escape para Watts mientras se recuperaba en su casa de una cirugía. Allí fue donde encontró una conexión más allá del interior de su casa.
“Empecé a notar otros pájaros que siempre estaban allí. El jardín no había cambiado, pero mi mente y mi perspectiva sí”, expresó Watts.
Ansiosa por aprender más y exponer a otros sobre su nuevo pasatiempo y su poder de sanación, Watts se unió al programa de University of California Environmental Stewards (Administradores del Medio Ambiente de la Universidad de California), un programa estatal bajo la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC, con la idea de convertirse en naturalista certificada de California.
El programa ofrece dos cursos de certificación sobre educación del medio ambiente: el curso de naturalista de California, el cual introduce a las personas a las maravillas de la ecología única de California e involucra al público en el estudio y administración de las comunidades naturales del estado.
Una de las muchas fortalezas del programa es que permite a las personas de diferentes antecedentes encontrar intereses comunes en la naturaleza aun cuando las razones por las que se interesaron varíen, manifestó Eliot Freutel, especialista en educación comunitaria para el UC Environmental Stewards Program in Southern California (Programa de Administradores del Medio Ambiente de UC en el Sur de California). “Nuestros colaboradores que nos ayudan a administrar el curso son organizaciones que ya tienen acceso al público y ofrecen educación científica de manera informal, como los museos de historia natural o sociedades Audubon”, agregó Freutel.
Damos la bienvenida a una nueva cohorte de administradores del medio ambiente
A principios de marzo, el más antiguo curso de Naturalista de California en el condado de San Diego graduó a 25 nuevos miembros bajo la instrucción de Karen Merrill y Paige DeCino, siendo Watts una de ellos. Durante siete años, Merrill y DeCino han fungido como co instructoras del Centro de Naturaleza Buena Vista Audubon en Oceanside y graduado a 166 miembros antes de su clase más reciente y final.
En su transición a la jubilación, DeCino y Merrill reflexionaron sobre sus siete años de servicio y están orgullosas de ver las caras de más jóvenes y mayor diversidad unirse al programa Naturalistas de California. Tucker Shelton, quien junto con su madre se graduó recientemente, se encuentra entre los pocos jóvenes que se han unido al programa en los últimos años. El amor por la naturaleza se inició cuando Shelton descubrió marismas cuando apenas tenía 14 años. Shelton desea inspirar a una generación de jóvenes con su pasión y cariño por la naturaleza.
“Cuando estás joven y tu cerebro continúa desarrollándose, eres la persona más interesada en cosas nuevas. Si encuentras una pasión a una edad temprana, lo más probable es que crezcas con ella siendo parte de tu vida”, dijo Tucker, agregando que el proyecto final de su carrera se enfoca en un ensayo sobre los murciélagos de grandes orejas de Townsend que se encuentran en peligro de extinción y usa el arte de los sellos para crear consciencia. Su arte se mostrará y venderá en una próxima exhibición y todo lo recaudado será donado a Volcan Mountain Wilderness Preserveen Julian.
Hannah Márquez, otra graduada reciente que nació y creció en San Diego, valora su diversidad cultural y cree que la conexión entre el público y la naturaleza empieza con el lenguaje. Mientras trabaja para establecer una biblioteca actualizada sobre plantas nativas en el Parque Natural Tecolote Canyon y el Centro de Naturaleza en Mission Valley, Márquez proporciona información y recursos importantes en inglés y español.
“Muchas personas no se sienten cómodas usando la tecnología y depender del traductor Google Translate no va evitarlo”, indicó Márquez, agregando que el inglés limitado de sus padres inspiró este proyecto.
Márquez espera hacer que más gente se interese en cultivar plantas nativas en su patio trasero y cree que el acceso a la información es el primer paso para hacerlo.
“Ha sido muy gratificante para nosotros”, señaló Merrill. “Típicamente, nuestros estudiantes ya participan en la comunidad, pero para aquellos que no, es sorprendente verlos convertirse en parte de la misma y participar en un modo que no lo han hecho antes”.
DeCino estuvo de acuerdo diciendo que realmente espera encontrar nuevos instructores para mantener vivo el impulso de Naturalistas de California en el condado de San Diego. “Aun cuando nos vamos a jubilar, seguiremos estando aquí y allá, para nosotras es importante pasar la antorcha”, manifestó DeCino.
El futuro de Naturalistas de California en el condado de San Diego
¿Se preguntara, que sigue en el condado de San Diego?
“Definitivamente queremos expandirnos en el área. Pero en este momento, estamos en busca de ex alumnos interesados en hacerse cargo del programa que se realiza en el Centro de Naturaleza Buena Vista”, expresó Freutel. “También espero conseguir más colaboradores en el condado de San Diego para ofrecer el curso en varios lugares, no solo en North County, lo cual puede llevar a problemas sobre accesibilidad”.
Al igual que otros estudiantes, Márquez viajó una hora en cada sentido para participar en el programa UC Environmental Stewards program. “Es un curso que vale la pena, que ayuda a las personas a tener un impacto positivo en su propia comunidad”, dijo Freutel.
Para Watts, ayudar a gente a sanar y conectar al mundo a su alrededor – una experiencia de la que su libro, una guía para la poderosa sanación que ofrece la observación de pájaros, trata – es una prioridad. “No se trata solo de observar a los pájaros”, señaló. “Se trata de darnos cuenta del árbol en el que los pájaros viven y el suelo en el que crecen”.
Durante una caminata de un grupo de niños por la naturaleza que encabezó Watts, notó dos juegos de huellas en la tierra. Inmediatamente, pudo diferenciar uno del otro. “Uno pertenecía a un mapache y el otro a un venado”, dijo Watts. “Estaba muy emocionada de poder señalar la diferencia y les prometo que no lo sabía antes de tomar el curso CalNat”.
Para información sobre cómo puede ser parte del programa UC Environmental Stewards y convertirse en un naturalista de California o administrador del clima, visite: https://calnat.ucanr.edu/Take_a_class/
- Author: Grace Fruto, UC Davis
- Author: Trina Kleist, UC Davis
Algunas plantas nativas, que embellecen con sus flores de colores las montañas de Santa Mónica en California, tienen la fortaleza necesaria para renacer después de un incendio forestal, pero un estudio reciente encontró que están siendo rebasadas en número por malezas invasivas.
En el noroeste de Los Ángeles, la primavera permite que estas flores silvestres nativas florezcan y ofrezcan alimento a insectos, mantengan la salud de la tierra y filtren el agua en el suelo – además de ofrecer impresionantes despliegues de color.
Estas plantas son muy buenas para sobrevivir después de un incendio forestal, habiéndose adaptado a ello a través de milenios. Pero una investigación muestra que las flores silvestres que usualmente brotan de nuevo después de un incendio y una buena lluvia están perdiendo terreno ante la doble amenaza que representan la contaminación citadina y las malezas no autóctonas.
El estudio, dirigido por Justin Valliere, profesor asistente del Departamento de Ciencias de las Plantas de UC Davis, reveló que las flores silvestres nativas y otras plantas prosperan típicamente después de un incendio fueron reemplazadas por plantas invasivas en suelos que reciben el tipo de nitrógeno que contienen las emisiones vehiculares.
“Muchas plantas nativas en áreas proclives a incendios dependen del fuego y algunas son completamente dependientes de él. Algunas se vuelven aún más abundantes después de un incendio”, manifestó Valliere, especialista en malezas invasivas y ecología restaurativa de Extensión Cooperativa de UC. “Pero descubrimos que estas especies seguidoras del fuego pueden ser especialmente vulnerables a una combinación de contaminación con nitrógeno y plantas invasivas”.
Esa es parte de la razón por la que las plantas nativas en estas montañas han reducido su número.
El problema al que se enfrentan las plantas nativas es que pueden compararse con una cuenta bancaria sin fondos: los fondos que son retirados no son reemplazados.
Todo comienza con un incendio, un proceso ecológico importante, mencionó Valliere. Las llamas arden queman las plantas de la superficie y regresan sus nutrientes al suelo. Las semillas que yacen en el suelo esperan a la siguiente lluvia para brotar y luego usan estos nutrientes para crecer.
“La diversidad de plantas es con frecuencia mayor en las temporadas de crecimiento inmediatamente después de que un sitio se quema”, dijo el experto.
Pero las plantan invasivas tienen muchas ventajas sobre las nativas. Por lo general brotan más temprano, crecen más rápido y producen más semillas, además de ser tolerantes a las sequías.
“Son como tramposas”, agregó Valliere. “No siguen las mismas reglas”.
El nitrógeno tambien es una importante pieza en la nutrición de cada planta. Todas obtienen un refuerzo de fertilizante del nitrógeno que flota de las emisiones vehiculares y cae en el suelo. Pero las invasivas usan el nitrógeno y otros nutrientes para crecer más rápido, ganando la carrera por agua y luz solar. Como resultado, pocas plantas nativas alcanzan a madurar, producen menos semillas y no pueden incrementar sus números.
Cuando la cuenta del banco se queda en cero
El incendio Springs del 2013 le ofreció a Valliere la oportunidad única para estudiar el impacto combinado del incendio forestal y el nitrógeno extra. Él y sus colegas de UC Riverside y del Servicio Nacional de Parques crearon parcelas para hacer pruebas en las montañas de Santa Mónica donde se había registrado un incendio. Luego le agregaron nitrógeno al suelo para imitar la cantidad y el tipo de contaminación que el humo de Los Ángeles hubiera depositado. Durante el estudio de tres años, las plantas nativas que típicamente hubieran prosperado después de un incendio, se redujeron más rápido en las parcelas con nitrógeno agregado.
Las semillas nativas brotaron, pero no florecieron. Con el tempo, “el banco” de semillas se redujo.
“Cada semilla tiene la oportunidad de florecer y reproducirse”, señaló Valliere. “Si una semilla crece y se ve rebasada, esa semilla ha perdido su oportunidad de reponer la reserva de semillas”.
Sin la oportunidad de reabastecer su “cuenta bancaria”, las plantas nativas morirán y el ecosistema completo se desequilibrará.
“Hay un valor inherente en biodiversidad”, dijo Valliere. “Estas malezas invasivas pueden prevenir el re establecimiento de arbustos nativos después de un incendio, algunas veces alterando para siempre la comunidad vegetal”.
La pérdida de las plantas nativas puede tener efectos en cascada en un ambiente más grande, agregó. Los problemas pueden incluir la pérdida de abejas nativas que se alimentan de las flores y los deslizamientos cuando la lluvia crea inestabilidad en las colinas.
Este problema puede replicarse en áreas similares donde la biodiversidad es mayor después de los incendios forestales – incluyendo partes de la cuenca mediterránea, el sur de África o Australia La adición de la contaminación citadina “podría tener serias consecuencias para la biodiversidad de los ecosistemas proclives a incendios a nivel mundial”, advirtió Valliere.
Para leer el reporte en inglésé haga clic en “Nitrogen deposition suppresses ephemeral post-fire plant diversity” de Justin Valliere, Irina Irvine y Edith Allen.
Este artículo fue publicado por primera vez en el sitio web del Departamento de Ciencias de las Plantas de UC Davis.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés . Editado para su publicación por Diana Cervantes.
- Author: Mary Burich, CLEAR Center
¿Qué pensaría si le dijeran que el ganado de pastoreo podría ser un arma secreta para reducir los incendios forestales en California? Estamos seguros de que inmediatamente empezarían a surgir preguntas y dudas en su cabeza.
Es cierto que, con su ganado, los rancheros de California ya contribuyen significativamente a la cultura, economía y suministro de alimentos de la región. Pero un nuevo estudio, sugiere que de manera inadvertida podrían también estar contribuyendo a moderar la severidad de los incendios forestales que han estado asolando al estado en los últimos años y que, definitivamente sería una mejor alternativa, que dejar que se quemen las praderas.
El estudio publicado en el diario Sustainability profundiza en el tema, sopesando las ventajas – e inconvenientes – que aporta el ganado de pastoreo. Los investigadores, incluyendo a científicos de la Universidad de California en Davis y de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC, se pusieron a calcular los gases de efecto de invernadero que producen las vacas que consumen la vegetación que, en caso contrario, ardería durante los incendios forestales. Luego calcularon las emisiones GHG en el caso que ese forraje quedara intacto y, por lo tanto, fuera consumido por el fuego, para eventualmente hacer una comparación.
Se siente el calor
Dada la severidad de los recientes incendios forestales en California y la creencia de que continuarán y se intensificarán en un futuro cercano, es un debate que vale la pena tener, manifestó Frank Mitloehner, experto en agricultura animal y calidad del aire de UC Davis, director del Centro CLEAR y uno de los investigadores que contribuyeron al artículo revisado por colegas.
“Cada año, entre el 2010 y 2020, California perdió en promedio 89 mil acres de pastizales debido a los incendios forestales”, indicó Mitloehner, quien también es especialista de Extensión Cooperativa. “Además de la alteración y devastación obvios que causaron, los incendios produjeron en el aire y nuestra atmosfera gases de efecto invernadero y partículas nocivas como carbono negro. Estos solos amenazan la salud climática y el bienestar de los humanos”.
Un gas rápido y furioso
El ganado es experto en eliminar combustible herbáceo cuando pastan. Sin embargo, al mismo tiempo, su sistema digestivo especializado produce metano que es expulsado con mayor frecuencia en forma de emisiones entéricas … más comúnmente conocidas como eructos. A modo de antecedentes, el metano es un potente gas de efecto invernadero que calienta la atmósfera 25 veces más que la tasa de carbono en más de cien años. Pero se queda en la atmosfera solo durante diez a doce años después de ser emitido. Después de eso, se transforma en dióxido de carbono y vapor de agua.
Por esa razón, Mitloehner se refiere al metano como un gas “rápido y furioso”. Furioso porque se calienta con fuerza y rápido porque lo hace durante solo un corto tiempo, especialmente cuando se le compara con el dióxido de carbono. Además, debido al ciclo de carbono biogénico, por el que las plantas extraen dióxido de carbono de la atmosfera para la fotosíntesis, el calentamiento del metano y sus subproductos pueden desaparecer por completo cuando son hidrolizados y usados por las plantas.
Cómo calculan las emisiones los investigadores
Para poder determinar si el ganado de pastoreo que emite metano es mejor para la atmósfera que la quema de praderas, Mitloehner y otros investigadores emplearon un método conocido como “simulación Monte Carlo”, una técnica matemática usada por científicos para predecir el resultado de acontecimientos inciertos.
Observando exclusivamente las emisiones de metano, descubrieron que es mejor dejar que las vacas consuman la vegetación a dejar que ardan durante incendios forestales. De acuerdo, es marginalmente mejor, pero cuando se consideran otras ventajas de la agricultura animal y, a la inversa, otras desventajas de un incendio generalizado y sin control, la conversación cambia repentinamente.
“Aun cuando el ganado no nos ofreciera ningún otro beneficio, lo cual no es el caso, podemos ahora argumentar que son útiles para nosotros en otra forma”, dijo Mitloehner.
¿Amigos o adversarios?
Ni que decir que es difícil encontrar algo bueno sobre los incendios forestales, pero eso no es el caso de la agricultura animal. La industria aporta trabajos y apoya la economía en otras formas también. Además, es una importante fuente de alimentos ricos en proteína que van en creciente demanda mientras que la población mundial continua en camino a los 10 mil millones de habitantes para el año 2050.
Ante la preocupación sobre el calentamiento global, la industria se encuentra en una posición única de alcanzar un calentamiento neto cero, también conocido como neutralidad climática, si continúa reduciendo de manera agresiva las emisiones de metano, lo cual Mitloehner asevera es de critica importancia para el planeta. “Algunos otros sectores pueden reducir su calentamiento a neto cero y todavía servir a la sociedad, pero la agricultura lo puede hacer debido a la forma en la que el metano actúa en la atmosfera”, manifestó el experto.
Además de Mitloehner, otros autores del estudio son Sheila Barry, Devii Rao y Theresa Becchetti, asesoras de Extensión Cooperativa; Rowan Peterson, Ermias Kebreab y Minju Jung de UC Davis y Felix Ratcliff y Kaveh Motamed de LD Ford.
Este artículo fue publicado por primera vez en el sitio web del Centro CLEAR (Clarity and Leadership for Environmental Awareness and Research) de UC Davis
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes