AUBURN-(UC)—
Hay mucha información sobre la influencia negativa de la televisión en los
niños; estudios han hallado que en Estados Unidos un niño ve en la tele un
promedio de 45 actos violentos diariamente. Como puede ser poco realista evitar
que la vean del todo, es útil aprender maneras de dar buen uso a la televisión.
“Los
buenos programas de televisión pueden despertar la curiosidad de los niños y
abrir su mundo a diferentes prespectivas”, observa Kathleen Nolan, encargada del
programa juvenil de educación sobre nutrición de Extensión Cooperativa de la
Universidad de California. “Sin embargo, los padres deben tomar un papel activo
para controlar tanto el tipo de programas como el tiempo que sus hijos miran la
televisión”, precisa la especialista.
Nolan
indica que los mejores programas entretienen e informan. Recomienda que los
padres busquen programas propios para la edad de sus hijos y que realcen los
ejemplos positivos de comportamiento de los personajes, especialmente si actúan
fuera de los papeles estereotipados tan comunes. Observa también que es esencial
que los padres den el buen ejemplo y fomenten en sus hijos hábitos buenos en
cuanto al uso de la tele.
Otras
sugerencias que brinda esta especialista incluyen:
- Limitar
el uso del televisor a una hora diaria.
- Escoger
los programas específicos que los niños verán.
- Hablar
con los hijos acerca de temas delicados presentados en los programas y darles
la oportunidad de hacer preguntas.
- Aprovechar
los programas de las cadenas de televisión pública, como
PBS.
- Evitar
programas violentos, aunque sean de muñecos animados o
caricaturas.
- Escribir
a los periódicos locales, compañías que anuncian por televisión y a las
estaciones de televisión para compartir su preocupación respecto a los
programas violentos.
Es igualmente importante asegurarse que el televisor no sustituya otras actividades que los niños pueden hacer solos o con sus padres, tales como montar en bicicleta, practicar un deporte, leer, jugar a la pelota, cantar, caminar, hacer manualidades, ir al parque, cocinar o, simplemente divertirse con sus juguetes.