La falta de actividad física nos roba la buena salud

Feb 25, 2013

DAVIS (UC) – El  cuerpo humano fue creado para estar en movimiento, pero la vida moderna está convirtiendo a las personas en seres sedentarios. Los niños y adultos no tienen tiempo, ni ganas, de hacer actividad física. Las bicicletas, pelotas y cuerdas de brincar pierden terreno frente a la televisión y videojuegos. El resultado, según investigadores de la Universidad de California, es un incremento alarmante de sobrepeso entre personas de todas las edades.

“La obesidad es una condición de desequilibrio energético. Las  calorías que estamos consumiendo exceden la cantidad de energía que estamos gastando, y hoy esto se considera el principal problema de salud en Estados Unidos, alcanzando niveles que no se habían visto en la historia de la humanidad. Tenemos personas que consumen un exceso de calorías por encima y más allá de sus necesidades; esto está pasando por muchas razones, siendo una de ellas nuestro estilo sedentario de vida”, indica Patricia Crawford, especialista en nutrición de la UC y codirectora del Centro Dr. Robert y Verónica Atkins para el Estudio del Peso y la Salud en UC Berkeley.

Para combatir el aumento en sobrepeso, obesidad y problemas de salud relacionados, los expertos recomiendan una alimentación variada y saludable y ejercicio diario: media hora para los adultos y 1 hora para los niños.

Aunque la fórmula para mantenerse saludable parece sencilla, estudios indican que la mayoría de las personas encaran muchos retos para incluir la actividad física en su rutina diaria.

Un estudio de los Centros para el Control de las Enfermedades halló que solo 46 por ciento de los adultos en California participaron semanalmente en un mínimo de 300 minutes de actividad física o aeróbica moderada o en 150 minutos de actividad física vigorosa. Veintidós por ciento de los adultos entrevistados dijeron no haber practicado ningún tipo de actividad física durante el último mes.

El Código de Educación de California requiere que los alumnos del 1º al 6º grado participen en 200 minutos de educación física cada 10 días de clase; para los grados del 7º al 12avo, la cantidad es de 400 minutos. Además, a todos los estudiantes en el 5º, 7º y 9º grados se les da una prueba para evaluar su condición física.


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A pesar de que el panorama escolar de educación física ha mostrado una leve mejoría en los últimos 5 años, la mayoría de las escuelas no satisface los requisitos mínimos. Un reporte publicado por The California Endowment evaluó la actividad física en 77 escuelas y 10 distritos escolares en California. Se halló que las escuelas primarias no cumplían con el requisito de 200 minutos de educación física cada 10 días. Y en las escuelas con un mayor número de estudiantes con un nivel socioeconómico más bajo esta deficiencia fue mucho más notable.

Las investigaciones han mostradoque hay un vínculo entre la actividad física y el éxito académico. “El ejercicio es crítico para el funcionamiento óptimo del cerebro y la capacidad de aprendizaje” indica Gail Woodward-Lopez, investigadora del  Centro para el Estudio y la Salud de UC Berkeley. “La actividad física mejora la capacidad de concentración, la memoria, el rendimiento intelectual y los procesos cognoscitivos que regulan, controlan y manejan actividades como planificación, resolución de problemas y razonamiento verbal”.

La Academia Norteamericana de Pediatría recalca que incrementar la cantidad de actividad física entre los niños debería ser una meta para todos los niños: si la actividad física se puede enfatizar durante la niñez, podría fomentar más ejercicio durante toda la vida. 

La inactividad y sobrepeso afecta a toda la población, pero especialmente a personas de bajos ingresos que viven en vecindarios inseguros que además carecen de servicios públicos como alumbrado, pavimentación y parques públicos; esto dificulta que salgan a caminar o correr por su vecindario. Los problemas relacionados con la obesidad y la falta de actividad física le cuestan al estado alrededor de 41 mil millones de dólares anualmente.

Especialistas de Extensión Cooperativa indican que el enfoque para combatir estos serios problemas debe tomar en cuenta las necesidades particulares de cada comunidad. Y es así, como desde hace varios años, la UC ha trabajado para ayudar a formar coaliciones comunitarias en donde los residentes han propuesto ideas creativas para promover el ejercicio entre familias de bajos recursos.

Extensión Cooperativa de la UC ofrece a familias de bajos recursos programas comunitarios gratuitos de nutrición y actividad física. Por ejemplo en Modesto, bajo la dirección de Theresa Spezzano, especialista de nutrición, se organiza un programa de verano que incluye caminatas, yoga, ciclismo, zumba, karate y talleres de nutrición.

En el condado de Tulare, la educadora de nutrición Alice Escalante ofrece la clase “De cero a Zumba”. “Es para animar a la gente que solo está sentada en las sillas, los invito a levantarse, a moverse un poquito con música de salsa. Yo le digo a mi gente que debemos hacer 30 minutos de ejercicio diario, pero si no tenemos tiempo, podemos hacer diez minutos en un ratito y otros diez minutos más tardecito, y otro bailecito más tarde y ya completamos nuestra media hora. El ejercicio nos ayudará a sentirnos mejor y tener una vida más larga”.

También se promueve la idea de hacer ejercicio durante los descansos en el trabajo ya que esto ayuda al cuerpo a reajustarse y despejarse tras varias horas de permanecer sentado. Interrumpir el trabajo y moverse por unos cuantos minutos ayuda a combatir el estrés, mejorar el desempeño laboral, combatir las malas posturas que crean tensiones y dolor en el cuerpo. Además, ayuda a mejorar la concentración en el trabajo y a evitar los problemas de salud producidos por la inactividad.

“Para movernos no necesitamos dinero para ir al gimnasio; tampoco se requieren máquinas para hacer ejercicio; uno debe crear sus propias ideas con su familia”, comparte Jane González educadora de nutrición de la UC en el condado de Fresno. “Yo lo que hago en mis clases es que me encanta bailar y me llevo una bocina y en la clase de nutrición pongo música y les digo a todos mis participantes: ‘yo creo que ustedes se olvidan de estirarse en las mañanas y de estar activos’. Entonces prendo mi bocina, pongo la música con mi celular y hacemos 10 minutos de ejercicio”.


By Norma De la Vega
Author - Broadcast Communications Specialist III