Las personas que cultivan sus propias verduras en un huerto por lo general consumen suficientes frutas y verduras para mantener una alimentación sana de acuerdo con las recomendaciones de la Guía Alimenticia del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, reveló una encuesta reciente de Extensión Cooperativa de la Universidad de California entre residentes de San José.
Una alimentación que incluye muchas verduras es baja en calorías y alta en fibra y buena para su salud. Pero, no todos tienen acceso a verduras frescas en los Estados Unidos.
“Cultivar verduras y tener un huerto es una manera eficaz para promover un incremento en el consumo de verduras entre todos los estadounidenses”, dijo Susan Algert, asesora de Extensión Cooperativa de la UC en el condado de Santa Clara, quien llevó a cabo la encuesta. “Esta es la evidencia para traer del pasado los populares huertos caseros o ‘Huertos de la Victoria' en lugar de invertir exclusivamente en los beneficios del programa SNAP para comprar alimentos”.
SNAP, el Programa Federal de Asistencia Suplemental para Alimentos (conocido en el pasado como estampillas de comida), ahora permite a los participantes comprar semillas, lo cual ayuda a personas de bajos ingresos que desean cultivar sus propias verduras, dijo la experta.
El consumo de verduras está muy por debajo de la Guía de Alimentos de EUA en gran parte del país, particularmente entre las poblaciones afroamericana, latina, de bajo nivel educativo y recursos limitados.
Algert y sus compañeros de investigación de Extensión Cooperativa de la UC evaluaron las características socioeconómicas, el consumo de verduras y los beneficios del programa entre las personas que cultivaban un huerto casero comparado con aquellos que participaban en un huerto comunitario.
Quienes contaban con un huerto familiar eran significativamente más jóvenes, tenían ingresos bajos, menos posibilidades de haber terminado la universidad y eran étnicamente más diversos que quienes participaban en huertos comunitarios”, dijo Algert, especialista en nutrición. “En otras palabras, las características socioeconómicas de los dos grupos variaban significativamente. A pesar de estas diferencias demográficas significativas, ambos grupos incrementaron por igual su consumo de verduras provenientes del huerto, aproximadamente en dos porciones”.
De hecho, al suplementar su alimentación con alimentos de sus huertos, ambos grupos seguían la Guía Alimenticia de EUA en cuanto a las porciones diarias de verduras para promover una salud optima.
La falta de experiencia para cultivar alimentos en el huerto no afectó mucho los resultados. Un 50 por ciento de quienes cuentan con un huerto casero reportaron tener menos de dos años de experiencia, mientras que una tercera parte de los mismos eran novatos.
“El estudio demostró que cultivar verduras frescas tanto en casa como en los huertos comunitarios puede contribuir significativamente al consumo nutritivo y seguridad alimentaria de una persona en cualquier nivel de ingresos haciendo que salga más económico mantener una alimentación saludable”, señaló Algert. Los jardineros urbanos también experimentan otros beneficios incluyendo el ejercicio, reducir el estrés y aprender de sus compañeros y mentores a trabajar en el huerto.
El estudio fue un proyecto conjunto del Departamento de Parques y Recreación y Servicios Vecinales de la ciudad de San José y La Mesa Verde, un proyecto de Servicios Comunitarios del Sagrado Corazón de San José. El grupo de investigación de UCCE trabajó con el Departamento de Parques y Recreación para realizar la encuesta de 30 preguntas sobre su historial, a 83 jardineros comunitarios de cuatro diferentes huertos, entre abril y septiembre del 2012. La misma encuesta, aunque un poco modificada, fue llevada a cabo entre un grupo de jardineros maestros que participan en el proyecto La Mesa Verde del Sagrado Corazón entre septiembre del 2013 y abril del 2014.