Opciones saludables versus la inseguridad alimentaria.

Jan 15, 2019

En el Valle Imperial se produce mucha lechuga, espinaca, brócoli y otros vegetales, son el tipo de alimentos nutritivos que el cuerpo necesita para mantenerse saludable, pero con frecuencia no están disponibles en comunidades de bajos ingresos.

“Los niños no tienen opciones saludables en áreas donde se reúnen. Yo soy del Valle Imperial y a veces las frutas y verduras que ahí se cosechan no se venden en los mercados que están cerca de ellos”, sostiene Christopher Gómez Wong, educador de nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

Estadísticas oficiales, presentadas por la organización no lucrativa Feeding America, indican que casi 2 millones y medio de personas en el país, entre ellos muchos menores de edad, no tienen acceso a los alimentos nutritivos.  

“En California uno de cada 6 niños vive en alguna vivienda donde hay dificultades para obtener la cantidad necesaria de alimento nutritivo que se requiere para sus familias y a eso le llamamos inseguridad alimentaria,” señala Lorrene Ritchie, directora del Instituto de Políticas de Nutrición de la Universidad de California.

Un estudio de UC ANR indica que la inseguridad alimentaria afecta en la productividad y en el costo de la salud, y en el caso concreto de los niños en el aprendizaje: con más ausencias escolares, problemas de conducta, problemas para concentrarse y finalmente en los resultados académicos.

Ritchie, quien encabeza un grupo de expertos contra la obesidad y la inseguridad alimentaria, explica que cuando el ingreso familiar no es suficiente la tendencia es adquirir alimentos más baratos que por lo general es comida chatarra.

“Si tengo hambre y no tengo dinero voy a ir al sitio de la comida rápida donde se pueden obtener muchas calorías (alimentos) por un precio módico y los alimentos baratos o de comida rápida tienen muchas calorías y tienden a no ser nutritivos, además contienen mucha azúcar, sal y grasa” enfatiza Ritchie.

Por ejemplo, en la presentación estatal sobre el papel de UC ANR en la solución de la inseguridad alimentaria, se muestra una gráfica que muestra cómo, por un dólar se puede se puede adquirir una bolsa de papas fritas que contienen 1,200 calorías o una soda con 875 calorías.

En la vida cotidiana hay muchos ejemplos de cómo los alimentos nutritivos son desplazados por la comida chatarra. “Estamos haciendo un estudio sobre qué comen los niños y por qué no están comiendo en la cafetería y más que nada tienen una abundancia de chucherías, a veces los 5 dólares les alcanza más para la papita y la soda que para una ensalada”, sostiene Gómez Wong.

UC ANR trabaja en el combate de la inseguridad alimentaria desde diferentes frentes. Ha implementado varios programas comunitarios descritos a continuación y además está colaborando continuamente en la investigación y promoción de programas gubernamentales:

Huertos o jardines  Urbanos,  mantienen un impacto muy positivo en las comunidades de bajos ingresos, particularment entre las familias que no tienen su propio jardín en su casa y están interesadas en aprender a producir sus propios alimentos. Un ejemplo exitoso está en Centro comunitario CommunitySettlement Association (CSA) en Riverside.  Otras ciudades que los promueven son Sacramento, San José, San Francisco, Los Angeles y San Diego.

Maestros Conservadores de Alimentos, la conservación de los alimentos ha sido una actividad crítica a lo largo de la historia de la civilización para preservar el alimento y evitar su desperdicio. A través de este programa se enseñan las técnicas de envasado de los alimentos, para conservarlos y aprovechar los precios reducidos de las frutas y verduras durante la época de temporada de cosecha.

El Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición, EFNEP, consiste en talleres gratuitos de nutrición, que se ofrecen en casi todos los condados y en donde todas las personas pueden aprenden cómo adquirir alimentos nutritivos sin gastar mucho dinero y cómo prepararlos.

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Además, hay varios programas gubernamentales muy exitosos, como el Programa Nacional de Almuerzos Escolares  proporciona comidas nutritivas de bajo costo o gratuitas a niños en la escuelas públicas y los alimentos están alineadas con la Guía Alimenticia para los Estadounidenses que promueve un mayor consumo de verduras y frutas, granos enteros, proteína y leche baja en grasa. 

“Cada estudio que hemos hecho demuestra que las comidas escolares contribuyen de manera importante en la nutrición de los niños; por ejemplo, muchos niños podrían obtener hasta la mitad de sus necesidades nutricionales diarias a través de esas comidas escolares que pueden ser absolutamente gratis,” sostiene Ritchie. “Entonces yo animo a todas las familias a revisar las comidas escolares y asegurarse que su niño llega a la escuela para el desayuno escolar y que aprovecha el beneficio del almuerzo escolar. También incluso en las guarderías, muchos lugares ofrecen los alimentos gratis o a precio reducido que también son muy nutritivos,” concluye la experta.

El promover que los niños consuman alimentos nutritivos es responsabilidad de los padres y es una tarea importante porque los menores tienen necesidades nutricionales increíbles no solo porque son muy activos; además, están creciendo y para aprender requieren una alimentación balanceada con porciones adecuadas de frutas y verduras, alimentos ricos en proteínas, granos y productos lácteos.

En lucha contra la inseguridad alimentaria UC ANR ha hecho importantes contribuciones, sin embargo, los retos son enormes dado que socialmente se continúan promoviendo más los alimentos chatarra que los alimentos nutritivos.

“Lo que estamos tratando de averiguar es cómo crear un ambiente en donde lo saludable sea la opción más fácil, indica Ritchie, y concluye que lo ideal sería que los supermercados se diseñaran bajo las directrices de la alimentación saludable que marca MiPlato. Es decir que la mitad de las instalaciones estuvieran destinadas a las frutas y verduras, una tercera parte para granos y granos enteros, otra tercera parte para las proteínas, los lácteos y el agua (que aún no se incluye en MiPlato).


By Norma De la Vega
Author - Broadcast Communications Specialist III