REDDING (UC) – Investigaciones indican que las familias inmigrantes que inician una nueva vida en los Estados Unidos sucumben, con relativa facilidad, al estilo de vida de este país. Adoptan el sedentarismo y consumen con frecuencia comidas rápidas con un alto contenido de grasas y azúcares.
El resultado es sobrepeso, obesidad y un riesgo mayor de sufrir enfermedades crónicas como diabetes.
Según los Centros para el Control de las Enfermedades, 79 millones de estadounidenses son pre-diabéticos. Esto significa que el nivel de glucosa de la sangre es más alto de lo normal, pero no tanto como para que se diagnostique diabetes.
“Estados Unidos es uno de los países, a nivel mundial, donde hay más problemas de obesidad y esto se debe a los malos hábitos alimenticios. Por lo tanto, yo creo que entre más conserven los inmigrantes sus valores culturales, como es el hábito de comer en casa y preparar sus propios alimentos, menos riesgo tendrán de ser obesos y enfermarse”, enfatiza Concepción Mendoza, experta en nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
La experta explica que la diabetes puede prevenirse adoptando una alimentación saludable que incluya frutas y verduras, granos enteros, proteínas y lácteos sin grasa y en cantidades apropiadas a la edad y el género. Además es importante hacer actividad física diaria: 30 minutos para los adultos y 1 hora para los niños.
“Nosotros en nuestros países de origen estábamos acostumbrados a ir al parque, a caminar y a jugar con nuestros hijos. Aquí estamos perdiendo esas costumbres porque los niños prefieren quedarse en casa con los videojuegos; pero si mantenemos la costumbre de estar activos, vamos a poder evitar la obesidad y la diabetes”, señala Mendoza.
Indica que una manera práctica para mantenernos saludables es cocinando en casa las recetas de nuestros países de origen, los platillos que preparaban nuestras abuelas y madres ya que estos suelen usar ingredientes saludables, bajos en grasas, azúcares y sal.
“Ahora se está recomendando mucho el consumo de granos enteros, y eso es precisamente lo que más se come en los países latinos, como maíz, frijol; entonces hay que volver a lo que estamos acostumbrados, a lo nuestro y no dejarnos influenciar por los anuncios de televisión de comida rápida”, recalca la nutricionista oriunda de Colombia.
Entre los factores que han contribuido al alto índice de obesidad en Estados Unidos están:
- Azúcares, particularmente por el consumo de refrescos y bebidas gaseosas; estas contienen muchísima azúcar.
- Grasas que se encuentra especialmente en los alimentos que se consumen fuera de casa, como en restaurantes de comidas rápidas, y
- Sal que se encuentra en los alimentos procesados que muchas personas compran por la conveniencia.
Mendoza recomienda a las madres inmigrantes enseñar a sus hijos a disfrutar de sus platillos caseros invitando a los amigos de sus hijos. “Cuando usted cocina en casa le está enseñando a su hijo, desde temprana edad, a probar toda clase de frutas y verduras y así es más fácil que le gusten; incluso usted puede ponerle el nombre al platillo de la persona que lo cocinó. Por ejemplo, “frijoles de mamá”. Así los niños aprenderán a apreciar sus platillos, su cultura y sus valores”, concluye la experta.