Científicos analizan cambios climáticos

Nov 1, 2002

DAVIS-(UC)- El impacto de la humanidad en el clima del planeta ha sido un tema controvertido. Gracias a una serie de reportes recientes, es ahora posible describir los cambios ocurridos y las condiciones futuras más probables. Si se presentan los cambios predichos, en California podría haber una reducción de la calidad y cantidad de agua, mayor evaporación, posibles inundaciones y pérdida de tierras agrícolas, mayor contaminación del aire, fluctuaciones en el rendimiento de cultivos, consecuencias económicas resultantes, cambios en la biodiversidad y consecuencias para la salud.

 

Preparados bajo el patrocinio de las Naciones Unidas, los reportes reflejan la opinión de cientos de científicos de todo el mundo. B. C. Weare, meteorólogo y profesor del Programa de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de California en Davis participó en la revisión de los reportes.

 

"La controversia principal se centra en cuanto a las predicciones climatológicas sobre el futuro", precisa Weare. Éstas son resultado de modelos computarizados derivados de los que se usan para predecir el clima local y regional. "Éstos últimos se han venido evaluando por décadas. En general, se considera que pueden predecir con mucha precisión la temperatura regional hasta con una semana de anticipación. Su precisión es menor en cuanto a la cantidad de lluvia por región", observa.

 

Las dudas sobre las conclusiones de los modelos nacen a raíz de las muchas interacciones complejas entre los diferentes factores que afectan la temperatura y la lluvia. Además, resulta difícil determinar cambios a largo plazo cuando el clima, por naturaleza, cambia constantemente.

 

Sin embargo, los expertos consideran notorio el aumento desde el siglo 19 de concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano, óxido nítrico y polvo de sulfato en aerosol resultantes de la quema de combustible fósil, la perforación de pozos y distribución de gas natural, emisiones de lotes ganaderos, la descomposición de campos de arroz y de basureros, las actividades agrícolas e industriales, el manejo de desechos ganaderos, las erupciones volcánicas y la quema de combustibles fósiles, especialmente de carbón blando.

 

"En general, la temperatura de la atmósfera de la Tierra se mantiene relativamente constante porque la cantidad de luz solar atrapada es casi igual a la cantidad de calor que se escapa hacia el espacio interplanetario", observa Weare. "El clima global cambiará si, a lo largo de los años o décadas, cambia la cantidad de luz solar atrapada o de calor perdido," advierte.

 

El reto es determinar si un cambio observado es causado por actividades humanas o refleja la variación natural del clima en ciclos de decenas o cientos de años. Para resolver el enigma,

los científicos comparan en modelos computarizados el efecto de factores que afectan la variabilidad natural con los que parecen ser producidos por actividades humanas.

 

"Los resultados de muchos modelos computarizados son parecidos", indica Weare. El modelo conocido como Hadley "ofrece resultados más contundentes", opina, pues ha permitido reproducir el patrón de temperatura terrenal desde 1860. En general, muestra que los cambios climatológicos por actividades humanas constituyen la mayor parte de los cambios recientes.

 

Los modelos incluyen predicciones sobre temperatura, lluvia y otros factores meteorológicos que usan los expertos para determinar los cambios probables en el clima así como su posible impacto en la agricultura, ecología, salud humana y economía global. Weare opina que hay evidencia a favor de un aumento moderado en la temperatura en el oeste de los Estados Unidos, pero la evidencia no es tan clara en cuanto a cambios en la cantidad de lluvia.

 

Hay concordancia científica que la temperatura global está aumentando. "La controversia actual es en cuanto a la magnitud del impacto", explica Weare. El modelo Hadley calcula que durante los próximos cien años, la temperatura aumentará aproximadamente 7° F según proyecciones "realistas". Otros modelos producen predicciones similares.

 

En cuanto a la lluvia, hay menos concordancia. "Hay un número relativamente grande de zonas para las cuales difieren las proyecciones de cambios de una temporada a otra en los diferentes modelos", explica Weare. En general, los científicos consideran que lloverá un poco más en los Estados Unidos, especialmente en el invierno. En California, la evidencia indica que la frecuencia de inundaciones y sequía va en aumento, debido en parte al aumento en la intensidad de los fenómenos naturales conocidos como El Niño y La Niña, los cuales son responsables de más precipitación y de períodos de sequía.

 

El modelo Hadley predice aumentos importantes de lluvia en el sudoeste, especialmente en el Sur de California durante el invierno. Otros análisis sugieren que la humedad del suelo será menor durante el verano en años futuros.

 

Los modelos predicen una mayor contaminación del aire. Si la temperatura aumentase unos 9° F, podrían duplicarse las concentraciones de ozono diurnas típicas. Entre otros efectos, los modelos predicen fluctuaciones en el rendimiento de cultivos, pérdidas económicas, cambios en diversidad biológica, impacto en la salud, así como un riesgo mayor de inundaciones.

 

No todo lo predicho es necesariamente negativo para California. Consideran los expertos que si aumentasen las concentraciones de dióxido de carbono, se fomentaría el crecimiento de cultivos y bosques. Sin embargo, estudios recientes sugieren que el beneficio sería temporal, a menos que se aplicaran cantidades mayores de fertilizante y el riego fuera adecuado.

 

Los datos disponibles actualmente indican que los cambios en el clima global continuarán a un ritmo acelerado durante el siglo actual y al menos parte del siguiente. "Es importante que todos los californianos comprendan las causas y posibles implicaciones de estos cambios y las soluciones que podrían ayudar a remediar la situación," concluye Weare.

NOTA: Este artículo se basa en el estudio­ “Global climate change will affect air, water in California, publicado en la revista California Agriculture, Vol. 56, Number 3, edición de mayo-junio 2002.


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager